El Hospital Quirónsalud Córdoba acogió ayer, con motivo del Día Mundial de la Diabetes, una mesa informativa de la Asociación para la Diabetes de Córdoba (Adicor) para concienciar de la importancia de prevenir la diabetes e informar sobre esta enfermedad. Además, se realizaron mediciones de glucosa a las personas interesadas que, de este modo, pudieron conocer en segundos su nivel de glucosa en sangre.
El doctor Rafael Palomares, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Quirónsalud Córdoba, resaltó que las personas con diabetes (más de 5 millones de adultos en España, uno de cada siete adultos) necesitan atención y apoyo continuo para controlar su enfermedad y evitar complicaciones.
Así, estos pacientes deben llevar una dieta saludable y realizar actividad física que previene la enfermedad y ayuda a su control cuando ya está diagnosticada, y realizar un exhaustivo autocontrol, ya que la monitorización de la glucosa en sangre es un componente fundamental del cuidado de la diabetes, especialmente en personas tratadas con insulina.
El especialista insistió ayer en que hay que dar importancia al bienestar físico, mental y emocional en el tratamiento de la diabetes, tanto como controlar los niveles de azúcar en sangre y la medicación. "El bienestar debe formar parte una atención integral de esta patología centrada en el paciente", recordó.
Las iniciativas de prevención de la diabetes son esenciales, según el doctor Palomares, para reducir el impacto de esta enfermedad en la salud mundial, que afecta casi al 14 por ciento de la población española y al 15,3 por ciento de la andaluza, aunque uno de cada tres pacientes no sabe que la tiene, y se prevé que uno de cada ocho adultos la tendrá en el año 2045.
Las personas con diabetes mal controlada corren el riesgo de sufrir complicaciones graves “y potencialmente mortales como infarto cardiaco, accidentes cerebrovasculares, pérdida de visión por daño en la retina, insuficiencia renal o afectación grave de las extremidades inferiores, conocida como pie diabético, complicaciones que se pueden prevenir o retrasar mediante un diagnóstico temprano de la enfermedad y un mejor control de la misma”, indicó el doctor, quien incidió en la necesidad de someterse a pruebas periódicas para la detección temprana de estas posibles complicaciones que incluyen los análisis sobre el riñón, los exámenes oculares y la evaluación de los pies.
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no la utiliza eficazmente, lo que dificulta la captación de glucosa por parte de las células y como consecuencia, el azúcar se acumula en la sangre por encima de lo normal ocasionando las complicaciones de la enfermedad.
En la diabetes tipo 1, la deficiencia de insulina ocurre desde el diagnóstico clínico, lo que hace necesario el tratamiento sustitutivo de esta hormona de por vida. Se suele diagnosticar en niños, adolescentes y adultos jóvenes y su mecanismo es de origen autoinmune de tal manera que se produce una destrucción gradual de las células beta productora de insulina por parte del propio sistema inmunológico.
La diabetes tipo 2 tiene su origen en la incapacidad del organismo para utilizar eficazmente la insulina, lo que a menudo es consecuencia del exceso de peso o la inactividad física. Se diagnostica en personas de edad más avanzada que la diabetes tipo 1 y puede permanecer asintomática durante muchos años, por lo que se debe pensar en ella cuando existen factores de riesgo para desarrollarla como son el sobrepeso u obesidad, la inactividad física, la edad avanzada, y tener antecedentes familiares de este tipo de diabetes o de diabetes gestacional.
La diabetes gestacional se corresponde con una hiperglucemia que se detecta por primera vez durante el embarazo y puede conllevar complicaciones para la madre y el bebé si no se controla adecuadamente. Suele desaparecer tras el parto, aunque es un factor de riesgo para la aparición futura de una diabetes tipo 2.
El doctor Rafael Palomares, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Quirónsalud Córdoba, resaltó que las personas con diabetes (más de 5 millones de adultos en España, uno de cada siete adultos) necesitan atención y apoyo continuo para controlar su enfermedad y evitar complicaciones.
Así, estos pacientes deben llevar una dieta saludable y realizar actividad física que previene la enfermedad y ayuda a su control cuando ya está diagnosticada, y realizar un exhaustivo autocontrol, ya que la monitorización de la glucosa en sangre es un componente fundamental del cuidado de la diabetes, especialmente en personas tratadas con insulina.
El especialista insistió ayer en que hay que dar importancia al bienestar físico, mental y emocional en el tratamiento de la diabetes, tanto como controlar los niveles de azúcar en sangre y la medicación. "El bienestar debe formar parte una atención integral de esta patología centrada en el paciente", recordó.
Las iniciativas de prevención de la diabetes son esenciales, según el doctor Palomares, para reducir el impacto de esta enfermedad en la salud mundial, que afecta casi al 14 por ciento de la población española y al 15,3 por ciento de la andaluza, aunque uno de cada tres pacientes no sabe que la tiene, y se prevé que uno de cada ocho adultos la tendrá en el año 2045.
Las personas con diabetes mal controlada corren el riesgo de sufrir complicaciones graves “y potencialmente mortales como infarto cardiaco, accidentes cerebrovasculares, pérdida de visión por daño en la retina, insuficiencia renal o afectación grave de las extremidades inferiores, conocida como pie diabético, complicaciones que se pueden prevenir o retrasar mediante un diagnóstico temprano de la enfermedad y un mejor control de la misma”, indicó el doctor, quien incidió en la necesidad de someterse a pruebas periódicas para la detección temprana de estas posibles complicaciones que incluyen los análisis sobre el riñón, los exámenes oculares y la evaluación de los pies.
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no la utiliza eficazmente, lo que dificulta la captación de glucosa por parte de las células y como consecuencia, el azúcar se acumula en la sangre por encima de lo normal ocasionando las complicaciones de la enfermedad.
En la diabetes tipo 1, la deficiencia de insulina ocurre desde el diagnóstico clínico, lo que hace necesario el tratamiento sustitutivo de esta hormona de por vida. Se suele diagnosticar en niños, adolescentes y adultos jóvenes y su mecanismo es de origen autoinmune de tal manera que se produce una destrucción gradual de las células beta productora de insulina por parte del propio sistema inmunológico.
La diabetes tipo 2 tiene su origen en la incapacidad del organismo para utilizar eficazmente la insulina, lo que a menudo es consecuencia del exceso de peso o la inactividad física. Se diagnostica en personas de edad más avanzada que la diabetes tipo 1 y puede permanecer asintomática durante muchos años, por lo que se debe pensar en ella cuando existen factores de riesgo para desarrollarla como son el sobrepeso u obesidad, la inactividad física, la edad avanzada, y tener antecedentes familiares de este tipo de diabetes o de diabetes gestacional.
La diabetes gestacional se corresponde con una hiperglucemia que se detecta por primera vez durante el embarazo y puede conllevar complicaciones para la madre y el bebé si no se controla adecuadamente. Suele desaparecer tras el parto, aunque es un factor de riesgo para la aparición futura de una diabetes tipo 2.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍAS: HOSPITAL QUIRÓNSALUD CÓRDOBA
FOTOGRAFÍAS: HOSPITAL QUIRÓNSALUD CÓRDOBA