El Sindicato de Enfermería SATSE ha reclamado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) el "refuerzo urgente de cualquier tipo de actuaciones preventivas" ante el incremento de los episodios de violencia a los que se enfrenta cada día el personal sanitario ante los datos arrojados en el primer semestre de 2024, con un incremento en Andalucía de 863 agresiones en 2023 hasta las 924 de 2024.
Según Rafael Osuna, secretario de Acción Sindical de SATSE, “estamos detectando un aumento de la conflictividad en los centros sanitarios debido, en muchos casos, a que los usuarios descontentos con la asistencia responsabilizan a los profesionales de las carencias que sufren en la atención, fundamentalmente por el déficit de plantillas y las listas de espera”.
Para el Sindicato de Enfermería, aunque nada puede justificar la agresión a los profesionales en el ejercicio de sus funciones, el aumento de la presión asistencial tanto en Primaria como en hospitales está provocando un incremento de las situaciones de tensión, siendo las enfermeras y enfermeros los principales perjudicados al ser los primeros profesionales con los que se encuentra el usuario.
Estos, según SATSE, son solo una parte visible de este problema, casos que se denuncian y que llegan a hacerse públicos, pero son muchas las agresiones que enfermeras, enfermeros, fisioterapeutas y otros profesionales sanitarios dejan sin denunciar "y, por tanto, no pueden cuantificarse oficialmente".
Ante esta situación, recuerda Rafael Osuna, “el Sindicato de Enfermería ha apelado, una vez más, para que se mantenga, en todo momento, una relación de respeto y confianza entre profesionales, pacientes y familiares”. Con este fin, SATSE reforzará la campaña informativa que inició el pasado mes de junio “para denunciar la falta de personal en los centros sanitarios de Córdoba y las dificultades que puede ocasionar para la asistencia, y dejar constancia que los profesionales, como los pacientes, somos víctimas y sufrimos todos de los recortes del SAS”.
Entre otros, el objetivo de esta campaña es sensibilizar a los ciudadanos para evitar que se generen situaciones de tensión que ocasionalmente suelen derivar en agresiones hacia los profesionales que los atiende quienes, además de no ser los responsables del estado de la sanidad pública, "están haciendo todo lo posible para que no repercuta en la atención y cuidados".
De otro lado, de cara a la Administración pública, el Sindicato de Enfermería ha reclamado que se pongan en marcha todas las medidas preventivas y disuasorias necesarias para evitar en todo lo posible las agresiones a los profesionales y que, en caso de consumarse la agresión, asegurar que el profesional agredido es atendido y apoyado en todo momento. "Es necesario hacer más para erradicar esta situación: un ejemplo son las escasas 4.185 alarmas individuales entregadas, que no llegan ni al 4 por ciento de la plantilla del SAS", denuncian.
SATSE recuerda que, en los últimos años, se han producido avances en esta materia, destacando la aprobación en la última Mesa Sectorial de Sanidad del borrador del Decreto por el que se crea el Observatorio contra las Agresiones a los profesionales sanitarios de Andalucía, que incluye numerosas aportaciones presentadas por el Sindicato de Enfermería.
Por eso, la organización sindical ha realizado un llamamiento a la Administración para que agilice su tramitación, al igual que el de la denominada Ley de Autoridad de Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA), que establecerá un régimen sancionador para los usuarios del SSPA con sanciones económicas proporcionadas al daño causado y que contempla un conjunto de acciones para su protección jurídica y material, así como actuaciones de apoyo.
El Sindicato de Enfermería recuerda que las agresiones a profesionales del SAS son un fenómeno creciente en los últimos años. Según los datos oficiales aportados por Registro Informático de Agresiones de Centros (RIAC), durante el año 2023, se registraron 1.564 ataques carácter físico y verbal, casi un 11 por ciento más que en 2022. Tendencia que se confirma con los datos aportados del primer semestre de 2024.
Según Rafael Osuna, secretario de Acción Sindical de SATSE, “estamos detectando un aumento de la conflictividad en los centros sanitarios debido, en muchos casos, a que los usuarios descontentos con la asistencia responsabilizan a los profesionales de las carencias que sufren en la atención, fundamentalmente por el déficit de plantillas y las listas de espera”.
Para el Sindicato de Enfermería, aunque nada puede justificar la agresión a los profesionales en el ejercicio de sus funciones, el aumento de la presión asistencial tanto en Primaria como en hospitales está provocando un incremento de las situaciones de tensión, siendo las enfermeras y enfermeros los principales perjudicados al ser los primeros profesionales con los que se encuentra el usuario.
Estos, según SATSE, son solo una parte visible de este problema, casos que se denuncian y que llegan a hacerse públicos, pero son muchas las agresiones que enfermeras, enfermeros, fisioterapeutas y otros profesionales sanitarios dejan sin denunciar "y, por tanto, no pueden cuantificarse oficialmente".
Ante esta situación, recuerda Rafael Osuna, “el Sindicato de Enfermería ha apelado, una vez más, para que se mantenga, en todo momento, una relación de respeto y confianza entre profesionales, pacientes y familiares”. Con este fin, SATSE reforzará la campaña informativa que inició el pasado mes de junio “para denunciar la falta de personal en los centros sanitarios de Córdoba y las dificultades que puede ocasionar para la asistencia, y dejar constancia que los profesionales, como los pacientes, somos víctimas y sufrimos todos de los recortes del SAS”.
Entre otros, el objetivo de esta campaña es sensibilizar a los ciudadanos para evitar que se generen situaciones de tensión que ocasionalmente suelen derivar en agresiones hacia los profesionales que los atiende quienes, además de no ser los responsables del estado de la sanidad pública, "están haciendo todo lo posible para que no repercuta en la atención y cuidados".
De otro lado, de cara a la Administración pública, el Sindicato de Enfermería ha reclamado que se pongan en marcha todas las medidas preventivas y disuasorias necesarias para evitar en todo lo posible las agresiones a los profesionales y que, en caso de consumarse la agresión, asegurar que el profesional agredido es atendido y apoyado en todo momento. "Es necesario hacer más para erradicar esta situación: un ejemplo son las escasas 4.185 alarmas individuales entregadas, que no llegan ni al 4 por ciento de la plantilla del SAS", denuncian.
SATSE recuerda que, en los últimos años, se han producido avances en esta materia, destacando la aprobación en la última Mesa Sectorial de Sanidad del borrador del Decreto por el que se crea el Observatorio contra las Agresiones a los profesionales sanitarios de Andalucía, que incluye numerosas aportaciones presentadas por el Sindicato de Enfermería.
Por eso, la organización sindical ha realizado un llamamiento a la Administración para que agilice su tramitación, al igual que el de la denominada Ley de Autoridad de Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA), que establecerá un régimen sancionador para los usuarios del SSPA con sanciones económicas proporcionadas al daño causado y que contempla un conjunto de acciones para su protección jurídica y material, así como actuaciones de apoyo.
El Sindicato de Enfermería recuerda que las agresiones a profesionales del SAS son un fenómeno creciente en los últimos años. Según los datos oficiales aportados por Registro Informático de Agresiones de Centros (RIAC), durante el año 2023, se registraron 1.564 ataques carácter físico y verbal, casi un 11 por ciento más que en 2022. Tendencia que se confirma con los datos aportados del primer semestre de 2024.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR (ARCHIVO)
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR (ARCHIVO)