El próximo 9 de junio hay elecciones europeas. No me apetece hablar de ello, pero es que alguien tiene que hacerlo. Si no fuera porque han recibido un sobre con la localización de su urna, muchos ni se hubieran enterado de la cita electoral. Quizá, porque llevamos años de campaña perpetua.
Palestina, Begoña Gómez y el Real Madrid gozan del foco mediático, quizá con la esperanza de que haya una abstención importante. No los culpo: si los ciudadanos votan en masa, los grandes partidos pueden sufrir un varapalo relevante.
Nada moviliza más a los radicales que los mártires. Quizá, por ello, vemos la mutación del Kennedy español en un San Pedro Mártir —aunque dudo mucho que se deje crucificar bocabajo—. Un aspirante a mártir que continúa con su senda autoritaria. En la mira: la parte de la Justicia y de la Prensa que todavía no controla.
Todo lo contrario del líder popular, sin ideas e incapaz de hacer una oposición eficiente. De modo que la extrema derecha ejercita el liderazgo de la oposición, para gran placer del sanchismo. Mientras, Sumar & Cía. siguen con sus ocurrencias y vicisitudes.
Las encuestas apuntan al retorno a lo de siempre. Si bien, numerosos partidos minoritarios buscan hacerse un hueco en el Parlamento. Es el caso de Izquierda Española, que pretende oponerse al sanchismo desde la izquierda. Por su parte, los manifestantes del campo tienen su representación en Soberanía Alimentaria Española, que puede dar la sorpresa.
Otros partidos son Se Acabó La Fiesta (SALF), que pretende abanderar la lucha contra la corrupción, o Cree, el nuevo proyecto político del ex de Ciudadanos, Edmundo Bal. Todo ello junto a clásicos como el PACMA o los nacionalistas.
De lo que no cabe duda es que este país votará en clave nacional. No puede ser de otra manera: la agenda mediática está salpicada de decisiones europeas escogidas de manera interesada. Sin embargo, no se ofrece un seguimiento de la vida parlamentaria de la UE, y la mayoría de la población no sabría distinguir las funciones de la Comisión de las del Parlamento.
Seguiremos las votaciones con la esperanza de algún cambio. Porque es lo último que se pierde y, seamos sinceros, tampoco nos queda mucho más.
Haereticus dixit
Palestina, Begoña Gómez y el Real Madrid gozan del foco mediático, quizá con la esperanza de que haya una abstención importante. No los culpo: si los ciudadanos votan en masa, los grandes partidos pueden sufrir un varapalo relevante.
Nada moviliza más a los radicales que los mártires. Quizá, por ello, vemos la mutación del Kennedy español en un San Pedro Mártir —aunque dudo mucho que se deje crucificar bocabajo—. Un aspirante a mártir que continúa con su senda autoritaria. En la mira: la parte de la Justicia y de la Prensa que todavía no controla.
Todo lo contrario del líder popular, sin ideas e incapaz de hacer una oposición eficiente. De modo que la extrema derecha ejercita el liderazgo de la oposición, para gran placer del sanchismo. Mientras, Sumar & Cía. siguen con sus ocurrencias y vicisitudes.
Las encuestas apuntan al retorno a lo de siempre. Si bien, numerosos partidos minoritarios buscan hacerse un hueco en el Parlamento. Es el caso de Izquierda Española, que pretende oponerse al sanchismo desde la izquierda. Por su parte, los manifestantes del campo tienen su representación en Soberanía Alimentaria Española, que puede dar la sorpresa.
Otros partidos son Se Acabó La Fiesta (SALF), que pretende abanderar la lucha contra la corrupción, o Cree, el nuevo proyecto político del ex de Ciudadanos, Edmundo Bal. Todo ello junto a clásicos como el PACMA o los nacionalistas.
De lo que no cabe duda es que este país votará en clave nacional. No puede ser de otra manera: la agenda mediática está salpicada de decisiones europeas escogidas de manera interesada. Sin embargo, no se ofrece un seguimiento de la vida parlamentaria de la UE, y la mayoría de la población no sabría distinguir las funciones de la Comisión de las del Parlamento.
Seguiremos las votaciones con la esperanza de algún cambio. Porque es lo último que se pierde y, seamos sinceros, tampoco nos queda mucho más.
Haereticus dixit
RAFAEL SOTO
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR (ARCHIVO)
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR (ARCHIVO)