Ir al contenido principal

Paco Povea: “Desde niño, mi sueño siempre ha sido la información periodística”

A Paco Povea es habitual verlo por distintos rincones de su Dos Hermanas natal. Cada mañana, desde su casa en el barrio de Santa Ana sale para repasar un poco la ciudad y para buscar a su gente, a esa con la que gusta charlar y, sobre todo, recordar viejas historias del pueblo, muchas de ellas ligadas al mundo del fútbol local y, por ende, de la información.


El pasado mes de octubre, en el transcurso de la celebración de la XLIII Gala del Deporte Nazareno que organiza el Ayuntamiento de Dos Hermanas, Francisco Povea Rebollo, casado con Clementina Bocanegra González y padre de dos hijos, Susana y Daniel, recibió una merecida distinción en reconocimiento a sus 50 años en la información deportiva en diferentes medios, tanto locales como provinciales, regionales y nacionales, por su “vocación y amor a la comunicación”, según recogía la reseña del mismo.

Y es que así ha sido. “Desde niño, mi sueño siempre ha sido la comunicación. De hecho, en mi casa siempre escuchábamos la radio”, afirma con rotundidad, pero sin dejar atrás otra de sus principales aspiraciones: “Sacar a mi casa para adelante, porque había visto a mi padre pasar muchas fatigas y no quería que nos ocurriera lo mismo. Además, yo soy un hombre de fe, por eso siempre estaré con el más necesitado y el más débil. El rico siempre tiene para vivir y para quitar de en medio al más débil”.

Paco Povea nació en el número 48 de la calle Benavente, en el barrio de San Sebastián, hace ahora 72 años, tiempo que él dice que ha vivido en su pueblo “de arriba a abajo”. Es hijo de José Povea Sánchez y de Elena Rebollo Parra, el primero nacido en el municipio sevillano de El Saucejo y la segunda en el gaditano de Prado del Rey, y que se conocieron en Dos Hermanas, donde trajeron al mundo al protagonista de esta crónica y a Elena y Teresa.

A Paco Povea le gusta recordar que su primer apellido proviene del pueblo de su padre, un refutado sastre que trabajó para los mejores almacenes de la época y quien llegó a Dos Hermanas un 18 de julio de 1936 de la mano de sus padres, Francisco Povea Sánchez y Dolores Sánchez Vega, donde el primero de ellos comenzó a trabajar en ‘La Saca’, una empresa de tractores alemanes que se encontraba en Bellavista y donde permaneció hasta su jubilación.

Paco Povea cuenta que su padre estuvo mucho tiempo con una sastrería suya que se encontraba muy cerca de la capilla de San Sebastián, un oficio el de sastre que aprendió “de Castejón padre” en su taller de la calle Aníbal González, y de donde salieron ajustados trajes de caballero, así como de flamenca o de novias, contando desde pronto con una fama que le llevó a convertirse en maestro de taller de reputados almacenes sevillanos como Izquierdo Benito, Peyré, Cortefiel o ‘Las Siete Puertas’. “Pero mi padre quería tanto a Dos Hermanas, que dejó los trabajos en estas empresas y se vino otra vez a su sastrería, que, por cierto, tuvo que dejar poco después por cuestiones con el arrendatario, trasladándose entonces a la casa de mi abuela Teresa Parra Casilla, que estaba en el número 26 de la calle El Pinar, hoy calle Manuel de Falla”, donde rememora con cariño que allí lo criaron entre sus tías Teresa, María, Lucrecia, Juana y Pepa.

De su abuelo Pepe Rebollo asegura que era un privilegiado de su época, hasta el punto de llegar a inventar un filtro de gasoil para los tractores de la casa Ford que se vendían en ‘Autotractor’, con el que consiguió que se le quitaran las impurezas, y que llegó a patentar en Madrid.

“Mi abuelo se vino a Dos Hermanas para trabajar primero en el almacén de aceitunas de ‘Los Cabezuelos’, a quien les fabricaba los utensilios necesarios para el aderezo de la aceituna. Y por su forma de ser, comenzó a coger amistades con personas importantes de la época, como Benito Villamarín o Carlos Delgado de Cos, el dueño del almacén de aceitunas ‘León y Cos’. Recuerdo que él llegó a traerse dos taxis de la casa Ford desde América, allá por el año 27 ó 28, que montó y ensambló él solito porque llegaron en cajas de madera, y que luego fueron llevados a la Exposición del 29 a Sevilla”.

“Mi madre ya estaba por entonces en la barriga de mi abuela, Teresa Casilla, que nació precisamente el mismo día en el que se inauguró la Exposición Iberoamericana del 29. Yo me crié entre mi casa de la calle Benavente y la sastrería de la calle San Sebastián, donde estuvimos algunos años hasta que mi abuela, porque mi abuelo ya había fallecido, se puso un poco peor y nos mudamos al barrio de La Jarana, más concretamente a la calle Cantera del Río. Recuerdo que allí al lado estaba ‘El Patio de Banderas’, que fue refugio durante la guerra, y que en lo que era en sí la Cantera del Río, que le dio nombre a la calle donde vivía, se edificó un Cine Rocío de Verano, al que popularmente lo llamábamos el de ‘Los Despelucaos’. Ese barrio me vio crecer desde los 12 años, hasta que nos acabamos mudando ya más tarde a la barriada de La Moneda”.

“En ese barrio de La Jarana compartimos muchos días y muchas noches con personalidades célebres de Dos Hermanas, como José Caro Arias, Los Pelao, que cantaban flamenco; Morán, que tocaba la guitarra como la madre que lo parió; José Manuel Zambruno, que fue el creador de la Banda de Cornetas y Tambores de Los Armaos de La Amargura, con el beneplácito, claro, de Pepe Plaza, que era el hermano mayor. También vivían en este barrio Luis Franco Basile, La Castañera, Los Belenes, que fueron punto de referencia en el Ayuntamiento de Dos Hermanas; y la madre de ‘Gallito’, el torero. En aquella época donde vivíamos eran como casas de vecinos. Jajaja, recuerdo que en la esquina de la calle Madrid había una casa de citas, que cuando ya dejó de serlo la acabó comprando Francisco ‘El Carabina’, un legionario que tenía una mujer extraordinaria, Antonia. ¿Y sabes qué le pasó?, pues que más de una vez se le presentaron de noche algunos que andaban despistados y que aún no se habían enterado de lo que había ocurrido. Y allí conocimos que Luis Franco Basile las pasó también canutas, junto con el cantante Antonio Molina y con Escobar, en los viajes que hacían para ganarse cuatro perras, que iban con ‘Las Marcheneras’, y recuerdo que un día nos contaron que ‘La Tuli’, la madre de Paco Jarana –marido de Eva La Yerbabuena-, que era gran bailaora y una gran persona, hasta se habían tenido que quedar a dormir en una ocasión en Bilbao en un banco de la calle para no gastar y poderse traer tres pesetas para su casa. ‘La Tuli’ era una fenómeno: lo mismo bailaba como su puñetero padre, porque lo traía en la sangre de Huelva, que ponía inyecciones. Y de José Caro Arias no te digo nada: era un artista, un portento haciendo las carretas de Valme y unos madroños que eran maravillosos. Yo por su casa vi pasar a figuras relumbrantes, como Alberto Matei, que fue fotógrafo de ‘Hola’ además de cantante, o ‘Ramito’, que también fue un cantaor de los buenos”.

“Mis primeros pasos en el colegio fueron en La Sagrada Familia, con Sor María, Sor Sofía, Sor Presentación..., y con don José María Ruiz Mantero, que fue el cura que me bautizó y que se quitaba los pantalones cuando iba al Cerro Blanco para darles de comer a los que estaban necesitados. De allí pasé, aunque sólo por unos días, al Colegio del Ave María, donde estaba don Gerardo, ya que me acabaron pasando al Colegio del Cementerio, y, de allí, a la Academia de doña Carmen, que estaba en la calle San Sebastián, y posteriormente con don José Goya, que era un fenómeno con las matemáticas, y con don Francisco Baena, poco antes de entrar ya en la panadería de Juan Gamarro Aillón y Raimundo López García que estaba en la calle Romera. A partir de ahí fue cuando empecé a trabajar en este mundo del pan, siendo testigo directo de la integración en el año 1975 con ‘Sainpan’, que se convirtió en el monstruo de la panadería a nivel nacional, que trabajaba con hasta 14.000 kilos de harina diarios. En ella trabajaron panaderos como Juan Gamarro, Raimundo López, José Rubio, los hermanos Ramos Orea, Faustino Morales, Corona, los hermanos Benítez, Oliveros, Antonio Gómez, Morán o Pelayo”.

“Yo estuve con ellos durante 32 años como encargado de un despacho de pan, aunque ‘Sainpan’ se acabaría cerrando después de veinticinco años, porque se reunificaron todas las panaderías. Y allí se hacía de todo: pan, picos, dulces… Yo tuve la suerte también de caer, después de dejar el colegio, en las buenas manos de Juan Gamarro, una persona que hay que nombrar en Dos Hermanas, y que antes había creado Copansa en Sevilla, en la que participaron Alberto, el dueño de ‘La Parra’, y Fernando Polvillo, aunque aquello no fue bien y se tuvo que cerrar. Fue entonces cuando Gamarro empezó a navegar, queriendo abrir primero una fábrica justo al lado de la Cerámica Bellavista, que no cuajó, hasta que le compró a Pepe León el almacén que tenía en Los Lobillos y que había servido como cuartel del Ejército. En el mundo de la panadería estuve desde los 12 años hasta que me jubilé con 67 siendo por entonces el ‘Horno Al-Madain’, que se funda con diecisiete empleados de la antigua ‘Sainpan’ en unos terrenos de la calle Terral, en el Polígono Ciudad Blanca. Ahí estuvimos trabajando entre a cuarenta y cincuenta personas”.

La política


“A mí siempre me ha gustado la política, aunque yo nunca he querido ser político. Pero mi pasión por la política y mi trabajo como corresponsal me ha hecho conocer a personas como Felipe González, al que vi en una ocasión en un mitin junto con Quico Toscano. Por desgracia, yo he vivido cosas muy duras durante la dictadura, como que no se respetaran los valores del ser humano, y es que a la fuerza no se consigue nada. Y cuando llegó la democracia, estaba claro que hacía falta un cambio de rumbo en Dos Hermanas, que creo que Quico Toscano se lo dio. Estarán de acuerdo o no todos con lo que yo opine, pero Quico le dio un vuelco a un pueblo que había perdido el tema de la aceituna, hasta el punto de que Dos Hermanas pasó de los 40.000 habitantes de esos momentos a los 140.000 de hoy. Lo único que espero es que los que vengan detrás suya se monten también en ese carro”.

“Como digo, yo en mi vida he conocido a muchos políticos. He estado en dos de los más multitudinarios mítines que hubo durante la transición: uno en Alcalá de Guadaíra, con Plácido Fernández Viagas, que era un gran elemento, Felipe González, Alfonso Guerra, Manolo Chaves, Escuredo… Recuerdo que el último mitin que Alfonso Guerra dio en Dos Hermanas fue en el Cine Rocío. Y además asistí también en el pueblo al mitin de Santiago Carrillo y de La Pasionaria, que fue en el Salón Ideal. A mí me encanta la política, me fascina, pero nunca he querido meterme en política. Eso sí, siempre estaré en política y en el fútbol, que son las cosas que más me apasionan, con los más necesitados. Claro, evidentemente, la fe, los evangelios, te dicen que el que está ahí clavado se quitó la ropa y se la dio al que la necesitaba. Yo creo en los evangelios y en la palabra de Jesucristo. Mi padre, de pequeño, le salió un tumor y se consiguió que le salvaran una pierna, y desde entonces, como mi abuela, llevaba siempre puesto el hábito del Gran Poder, con el que quiso además que lo enterraran. Es más, don Valeriano, que lo conocía mucho, logró que incluso metieran su ataúd en la capilla del Gran Poder, para ya desde ahí llevarlo al cementerio”.

El fútbol y los toros

“En cuanto al fútbol, lo he vivido mucho por parte de mis dos familias. Mi tío Antonio Povea fue uno de los impulsores de ‘El Gasógeno’, que lo creó José Ruiz, que tenía un bar en la calle Cristo de la Vera-Cruz, con ‘El Paillita’ y ‘El Benjumea’, ‘El Casero’, Agustín ‘El Chato’, ‘El Lechero’, El Rorro, Rodríguez Mesa, entre otros. Y le pusieron ese nombre porque el padre tenía un coche que andaba con gasógeno. ¡Jajaja¡ Pero, mira, llegó a ser un equipo fuerte del que salieron jugadores interesantes para el Dos Hermanas, como ‘El Rorro’, ‘El Chato’ y Rodríguez Mesa, entre otros. Jugaban en el campo del Dos Hermanas, en Licén, donde iban prácticamente todos los equipos hasta que se empezaron a hacer algunos campos en barrios como Los Montecillos, El Palmarillo o en la zona de la Avenida de España. El primer nombre de equipo de fútbol que salió fue en el año 1942 el del Dos Hermanas C.F., y luego ya vinieron unos cuantos más. Pero además de ‘El Gasógeno’, hubo por entonces equipos como el del Barrio Saco, El Palmarillo, Los Amarillos, Licén, Santa Ana o Acción Católica”.

“Yo he publicado miles de crónicas de fútbol de los equipos nazarenos, que han salido en medios como ‘Abc de Sevilla’, ‘El Correo de Andalucía’, ‘Diario de Sevilla’, ‘Diario de Cádiz’, ‘Diario de Jerez’, ‘El Faro de Ceuta’, ‘As’, ‘Área 11’, ‘El Mundo Deportivo’ o ‘La Razón’, además de en agencias como ‘Mencheta’ y ‘Efe’, y, por supuesto, en medios nazarenos. Y he sido compañero de periodistas como Juan Martín, Manolo Carmona o Benito Castellano, entre otros. En Dos Hermanas, los que hemos estado siempre al pie del cañón en este mundo del fútbol hemos sido mi compadre Quintano en ‘La Semana’ y yo en ‘El Nazareno’. Y de todos los entrenadores que yo he visto pasar por equipos de Dos Hermanas, siempre recordaré a José Antonio Parra Perea ‘Márquez’, a ‘El Niño de la Cana’ y a Joselillo ‘El de Diego’, en una época en la que estaban Pepe Arias, Juan José Tinoco, Miguelito Román, Barbero, López Hidalgo, Manolo ‘El Negro’, Calahorro, Salvador Arriba, Rodríguez Mesa, Gonzalo, Agustín ‘El Chato’, ‘El Parrales’, Corona, Arenas, ‘Los Sena’, ‘El Niño de Doña Lola’, Velasco, Montesinos, Payo y el grandísimo ‘Rorro’, que se crió ahí en La Mina grande, en la casa de Juan Talega. Juan de Dios, Pepe Arias y José López Hidalgo también fueron buenos entrenadores nazarenos. Y por Dos Hermanas han pasado técnicos de la talla humanitaria de Pepe Rivera, Lucas Alcaraz o González. Y también ha habido presidentes que han hecho una labor muy importante por el fútbol, como Carlos Rubio, Agustín Pilongo, Juan Varela, Félix Monedero Gil, Pepe Molero, Manolo Rincón ‘El Yeyé’, José Manuel Moreno, Paco Zurita y Joaquín Morales Domínguez, y otra persona que no llegó a presidente pero que lo dio todo por el fútbol en el Dos Hermanas fue Miguel Espina. Lo mismo que Alfonso Tinoco Cabezuelo ‘Pocopelo’, el utillero histórico del Dos Hermanas CF. Lo que es increíble es que teniendo Dos Hermanas más de 140.000 habitantes, no tenga un equipo en Segunda División”.

“Y por la otra parte de la familia de mi madre, lo que más se vivía era el mundo del toro. Mi tío abuelo, Pepe Parra, que venía de ‘Los Parra’ de Jerez, fue novillero. Yo el mundo de los toros lo he vivido como informador durante más de veinte años. Y he conocido a todas las figuras, desde Antonio Ordóñez, Paquirri o Bienvenida, a Pepe Luis Vázquez, Manolo Vázquez o Espartaco”.

El periodismo

En esa sastrería que contaba que tenía de mi padre en la calle San Sebastián, se solía tener puesta la radio todo el día, un aparato muy pequeño de la marca Philips, donde he escuchado a clásicos como ‘Matilde, Perico y Periquín’, Matilde Conesa, Pedro Pablo Ayuso, Pepe Da Rosa, Matías Prats... Dirán de mí que estoy contando la historia de hace cien años, pero es de ahí de donde arranca mi amor por el periodismo escrito. Yo creo que el periodismo es necesario y hay que tener formación, pero en la calle también se hacía mucho periodismo. Cuando yo escuchaba a Manuel Jesús Rodríguez Mesa pregonando el ‘Abc’, ‘El Correo de Andalucía’, ‘El Alcázar’, ‘Dígame’, ‘Siete Flechas’…, me entraban cosquillitas en el estómago, y cuando ya cumplí los 23 años es cuando me entró el gusano del todo, que coincide con mi marcha a la Mili, primero a Cartagena, luego a la Escuela de Suboficiales de San Fernando y finalmente, ya destinado, a la Base Naval de Rota. Y fue en este último lugar donde me enganché aún más, porque me hicieron jefe de la emisora de radio, aunque, claro, de lo que se hablaba era de temas militares”.

“Y ya cuando me vine de la Mili, entré para hacer apuntes en la agencia Mencheta, de Madrid. Allí fue donde fui aprendiendo. Conocí a Manolo Carmona, con quien fui casi de la mano por ‘Nueva Andalucía’, ‘Diario 16’, ‘Sevilla Información’ y ‘Diario de Sevilla’. A mí me hicieron además corresponsal de la Agencia Efe en Dos Hermanas, donde estuve más de treinta años, hasta que se fundó ‘El Nazareno’, donde entré en la sección de Deportes con Agustín Varela, que está hoy en ‘Radio Marca’, y donde he estado con Laura Rocha, Paco Delgado, José Luis Olivares o Valme J. Caballero. Que, por cierto, por allí pasó también Alberto García Reyes, que hoy es director de Abc de Sevilla”.

“Desde el punto de vista informativo, he hecho de todo. Era un todo terreno, porque he escrito desde crónicas de partidos de fútbol, a entrevistas, entre ellos a personajes como Manuel Clavero Arévalo o Manuel del Valle. Y, además, he pasado por todas las emisoras de radio que ha habido en Dos Hermanas, como ‘Radio Estrella’, ‘Radio Realidad’, ‘Radio Valme’ o ‘Dos Hermanas Radio’, y por televisiones como ‘Televisión Nazarena’ y ‘Tele Orippo’. En todos estos casos, haciendo información deportiva, pero sin rechazar lo que me echaran, como, por ejemplo, para cubrir la Semana Santa”.

“Recuerdo perfectamente la primera vez que se retransmitió en Dos Hermanas una Semana Santa. La hizo ‘Radio Estrella’, y allí estaba yo con Mariani Molina, que hoy está con Carlos Herrera en la ‘Cope’, Casimiro Rivas y Siri García. Pero mi radio, por encima de las demás, fue ‘Radio Estrella’. Luego ya, cambiando los tiempos, me fui a Utrera, porque yo colaboraba desde que se fundó ‘Radio Utrera’, donde estuve con Salvador Domínguez, quien se acabó yendo con José María García, al igual que Sierra y Agustín. Total, que yo al final me tuve que hacer cargo de esta emisora como director de Deportes, a donde me llevé al hijo de mi compadre José Antonio Quintano, José Luis Gutiérrez Gata. Y allí estuve hasta que prácticamente se traspasó a la ‘Cope’ al comprarla ‘Punto Radio’. Ése fue un momento importante, porque cuando ocurrió esto me ofrecieron irme a Madrid precisamente a esta última emisora, donde estaba María Teresa Campos, y ahí tal vez perdí la ocasión de haber dado un salto, pero tenía a mi hija con tan solo cuatro añitos y no me quise marchar. Pero, vamos, yo tengo claro que me conformo con lo que he sido y con lo que soy en el mundo de la comunicación, a la que he entregado más de media vida”.

FRANCISCO GIL
© 2020 Dos Hermanas Diario Digital · Quiénes somos · montilladigital@gmail.com

Designed by Open Themes & Nahuatl.mx.