En el pequeño oasis que se conforma en el entorno de la Parroquia de San José, un espacio que con el tiempo irá urbanizándose poco a poco y donde se levantará el futuro edificio parroquial para la zona de Las Infantas-La Moneda, destaca por encima de todo este año un sentimiento: “El próximo año seremos ya Hermandad”.
Pero, mientras tanto, y en espera, como viene ocurriendo desde hace ya 13 años, de que más pronto que tarde lleguen buenas noticias de Palacio, de nuevo en este Sábado de Pasión se vivió la fusión perfecta entre la devoción de dos barrios y la entrega de una Agrupación que se siente cada año más querida y respaldada. El recorrido del paso que portaba las imágenes del Cristo de las Tres Caídas y de la Virgen de la Paz se convirtió en una comunión perfecta con su gente, poniendo así un prólogo idóneo al comienzo de la Semana Grande nazarena.
La gente de Dos Hermanas dio este Sábado de Pasión verdaderas muestras de que tiene ganas de Semana Santa. Por eso cuando sobre las cinco de la tarde, hasta las puertas de la Parroquia de San José que se encuentra entre las barriadas de Las Infantas y La Moneda se acercaron numerosos devotos, en un solar que a priori invita poco a acudir, lo que demuestra el cariño que esta Agrupación Parroquial se ha ganado entre sus feligreses.
Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y María Santísima de la Paz, ambos sobre el mismo paso, completaron con éxito una trabajada salida del interior del templo que los acoge, en espera cada año de que por fin se levante la prometida Parroquia, ante la atenta mirada del párroco y presidente de esta Agrupación, don Leonardo Javier Giacosa, quien, por cesión expresa del capataz, Fernando Martos, fue la persona que hizo la primera levantá, de esas que de verdad llegan hasta el cielo.
Pero si hubo muchas personas en la salida, el paso de ambas imágenes por el Parque de La Alquería, convertido en uno de los momentos del recorrido tal vez más especiales, congregó igualmente a una gran cantidad de personas, especialmente favorecido por el magnífico tiempo que hizo ayer, pese a encontrarse el cielo algo encapotado, y que invitaba a disfrutar de un día estupendo.
A partir de ahí, el paso con el Señor y la Virgen se adentró en la barriada de La Moneda, y poco a poco, cuando la tarde ya había caído, se fue acercando a su capilla, donde los vecinos de esta barriada y de Las Infantas se volvieron a congregar para acompañar a los titulares de esta Agrupación. Aquí el paso y sus costaleros dieron ya todo de sí para ofrecer momentos de mucha brillantez y buen gusto porque se sabían arropados por sus feligreses, y porque, seguro, dentro del corazón de cada uno de ellos se siente el pálpito que provoca la cercanía de algo mejor.
Secuencia gráfica de la salida
Pero, mientras tanto, y en espera, como viene ocurriendo desde hace ya 13 años, de que más pronto que tarde lleguen buenas noticias de Palacio, de nuevo en este Sábado de Pasión se vivió la fusión perfecta entre la devoción de dos barrios y la entrega de una Agrupación que se siente cada año más querida y respaldada. El recorrido del paso que portaba las imágenes del Cristo de las Tres Caídas y de la Virgen de la Paz se convirtió en una comunión perfecta con su gente, poniendo así un prólogo idóneo al comienzo de la Semana Grande nazarena.
La gente de Dos Hermanas dio este Sábado de Pasión verdaderas muestras de que tiene ganas de Semana Santa. Por eso cuando sobre las cinco de la tarde, hasta las puertas de la Parroquia de San José que se encuentra entre las barriadas de Las Infantas y La Moneda se acercaron numerosos devotos, en un solar que a priori invita poco a acudir, lo que demuestra el cariño que esta Agrupación Parroquial se ha ganado entre sus feligreses.
Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y María Santísima de la Paz, ambos sobre el mismo paso, completaron con éxito una trabajada salida del interior del templo que los acoge, en espera cada año de que por fin se levante la prometida Parroquia, ante la atenta mirada del párroco y presidente de esta Agrupación, don Leonardo Javier Giacosa, quien, por cesión expresa del capataz, Fernando Martos, fue la persona que hizo la primera levantá, de esas que de verdad llegan hasta el cielo.
Pero si hubo muchas personas en la salida, el paso de ambas imágenes por el Parque de La Alquería, convertido en uno de los momentos del recorrido tal vez más especiales, congregó igualmente a una gran cantidad de personas, especialmente favorecido por el magnífico tiempo que hizo ayer, pese a encontrarse el cielo algo encapotado, y que invitaba a disfrutar de un día estupendo.
A partir de ahí, el paso con el Señor y la Virgen se adentró en la barriada de La Moneda, y poco a poco, cuando la tarde ya había caído, se fue acercando a su capilla, donde los vecinos de esta barriada y de Las Infantas se volvieron a congregar para acompañar a los titulares de esta Agrupación. Aquí el paso y sus costaleros dieron ya todo de sí para ofrecer momentos de mucha brillantez y buen gusto porque se sabían arropados por sus feligreses, y porque, seguro, dentro del corazón de cada uno de ellos se siente el pálpito que provoca la cercanía de algo mejor.
Secuencia gráfica de la salida
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
