Dos Hermanas ha amanecido este viernes cubierta por una más que visible capa de polvo marrón, que se manifiesta de forma especial sobre los coches estacionados en la vía pública, consecuencia de las nubes de polvo en suspensión que, procedentes del Sahara, han ocupado toda la zona sur peninsular.
Los capós de los coches, las motos que también se encuentren estacionados en la calle, terrazas y azoteas, enseres como mesas o sillas que se encuentren al aire libre o la ropa tendida que tendrá que volver a la lavadora. Este es el panorama con el que se han levantado este viernes los nazarenos y nazarenas, que tendrán que emplearse bien en limpiarlos debido a la suciedad más que visible que ha invadido la ciudad.
Esta situación se ha debido a la calima, o polvo en suspensión, que, procedente del Sahara africano, se ha extendido sobre todo el sur peninsular y sobre las Islas Canarias, nublando el cielo y creando una atmósfera anaranjada más propia de Marte que de la Tierra.
Esta calima empezó a hacerse notar algo desde la tarde del miércoles de esta semana, durante la jornada de ayer fue más que visible, con el sol totalmente escondido por el polvo en suspensión, y que este viernes parece que ha llegado a su punto álgido al producirse una mayor concentración que se ha manifestado sobre la capa de polvo marrón que se ha posado sobre toda la ciudad y que, en algunos casos, incluso pueden suponer un peligro para la salud debido al empeoramiento de la calidad del aire.
Si con esta situación se produjera –aunque para este viernes no se espera- que cayeran algunas gotas de lluvia, entonces lo que se produciría sería que apareciera la conocida como ‘lluvia de barro’, también llamada ‘lluvia de sangre’, lo que haría que la suciedad fuera aún mucho más visible.
La naturaleza mineral de las partículas
Esta situación, según ha informado eltiempo.es, podría prolongarse hasta este Domingo de Ramos, en el que las primeras hermandades nazarenas saldrán a la calle. Y a partir de ahí, se iría esta calima pero podrían llegar las lluvias, que afectarían a varios días de la Semana Santa.
“El motivo por el cual el polvo suspendido proveniente del Sáhara adquiere un tono rojizo”, señalan desde eltiempo.es, “se debe a la naturaleza mineral de las partículas de arena de esta región. La arena sahariana contiene una alta concentración de óxidos de hierro, como la hematita y la goetita, responsables de su coloración distintiva. Estos minerales poseen hierro que, al oxidarse, genera óxidos de hierro reflejando la luz solar en longitudes de onda que nuestros ojos interpretan como rojo, naranja y marrón”.
“Este fenómeno”, añaden desde dicha plataforma meteorológica, “ocurre cuando las partículas de arena son erosionadas y arrastradas por el viento a lo largo de grandes distancias, dispersándose en la atmósfera y formando extensas nubes de polvo capaces de recorrer miles de kilómetros desde su lugar de origen. Esto puede influir en la calidad del aire, el clima y los ecosistemas de zonas alejadas del desierto”.
Los capós de los coches, las motos que también se encuentren estacionados en la calle, terrazas y azoteas, enseres como mesas o sillas que se encuentren al aire libre o la ropa tendida que tendrá que volver a la lavadora. Este es el panorama con el que se han levantado este viernes los nazarenos y nazarenas, que tendrán que emplearse bien en limpiarlos debido a la suciedad más que visible que ha invadido la ciudad.
Esta situación se ha debido a la calima, o polvo en suspensión, que, procedente del Sahara africano, se ha extendido sobre todo el sur peninsular y sobre las Islas Canarias, nublando el cielo y creando una atmósfera anaranjada más propia de Marte que de la Tierra.
Esta calima empezó a hacerse notar algo desde la tarde del miércoles de esta semana, durante la jornada de ayer fue más que visible, con el sol totalmente escondido por el polvo en suspensión, y que este viernes parece que ha llegado a su punto álgido al producirse una mayor concentración que se ha manifestado sobre la capa de polvo marrón que se ha posado sobre toda la ciudad y que, en algunos casos, incluso pueden suponer un peligro para la salud debido al empeoramiento de la calidad del aire.
Si con esta situación se produjera –aunque para este viernes no se espera- que cayeran algunas gotas de lluvia, entonces lo que se produciría sería que apareciera la conocida como ‘lluvia de barro’, también llamada ‘lluvia de sangre’, lo que haría que la suciedad fuera aún mucho más visible.
La naturaleza mineral de las partículas
Esta situación, según ha informado eltiempo.es, podría prolongarse hasta este Domingo de Ramos, en el que las primeras hermandades nazarenas saldrán a la calle. Y a partir de ahí, se iría esta calima pero podrían llegar las lluvias, que afectarían a varios días de la Semana Santa.
“El motivo por el cual el polvo suspendido proveniente del Sáhara adquiere un tono rojizo”, señalan desde eltiempo.es, “se debe a la naturaleza mineral de las partículas de arena de esta región. La arena sahariana contiene una alta concentración de óxidos de hierro, como la hematita y la goetita, responsables de su coloración distintiva. Estos minerales poseen hierro que, al oxidarse, genera óxidos de hierro reflejando la luz solar en longitudes de onda que nuestros ojos interpretan como rojo, naranja y marrón”.
“Este fenómeno”, añaden desde dicha plataforma meteorológica, “ocurre cuando las partículas de arena son erosionadas y arrastradas por el viento a lo largo de grandes distancias, dispersándose en la atmósfera y formando extensas nubes de polvo capaces de recorrer miles de kilómetros desde su lugar de origen. Esto puede influir en la calidad del aire, el clima y los ecosistemas de zonas alejadas del desierto”.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL