El escultor e imaginero nazareno Antonio Luis Troya ha concluido recientemente su nueva imagen, una dolorosa con la advocación de Nuestra Señora del Pilar cuyo destino es un oratorio privado de la ciudad de Sevilla. Dicho trabajo se une a la que concluyó el pasado mes de febrero, otra imagen dolorosa, esta vez con destino a la Parroquia de Nuevo México, en Estados Unidos.
Se trata de una imagen realizada en tamaño natural, tallada en madera de cedro y policromada al óleo, con ojos de cristal, pestañas realizadas a mano con pelo natural y lágrimas realizadas con cristal fundido.
Según explica el propio autor, “es una dolorosa fuera de lo habitual, ya que no posee candelero, representándose en su lugar las extremidades inferiores talladas, con unos pies totalmente anatomizado y con unas sandalias en cuero”.
La imagen muestra unos rasgos propios de la imaginería barroca andaluza, un rostro con acusado llanto, mirada elevada y busto ligeramente escorado a la izquierda. La imagen, de candelero, ha sido vestida por Antonio Bejarano y la corona realizada por la Orfebrería Castilleja.
Esta imagen se une a la que concluyó el pasado mes de febrero, otra dolorosa, con la advocación de Nuestra Señora de los Dolores, cuyo destino fue la Parroquia de Nuevo México, en Estados Unidos, un nuevo encargo venido desde el continente americano, donde Troya cuenta con un gran prestigio.
Se trata de una imagen realizada en tamaño natural, tallada en madera de cedro y policromada al óleo, con ojos de cristal, pestañas realizadas a mano con pelo natural y lágrimas realizadas con cristal fundido.
Según explica el propio autor, “es una dolorosa fuera de lo habitual, ya que no posee candelero, representándose en su lugar las extremidades inferiores talladas, con unos pies totalmente anatomizado y con unas sandalias en cuero”.
La imagen muestra unos rasgos propios de la imaginería barroca andaluza, un rostro con acusado llanto, mirada elevada y busto ligeramente escorado a la izquierda. La imagen, de candelero, ha sido vestida por Antonio Bejarano y la corona realizada por la Orfebrería Castilleja.
Esta imagen se une a la que concluyó el pasado mes de febrero, otra dolorosa, con la advocación de Nuestra Señora de los Dolores, cuyo destino fue la Parroquia de Nuevo México, en Estados Unidos, un nuevo encargo venido desde el continente americano, donde Troya cuenta con un gran prestigio.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: JORGE CABRERA
FOTOGRAFÍA: JORGE CABRERA
