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Gran expectación en la presentación del libro ‘Siendo nazareno’, que recoge la historia íntima de las cofradías

Ni la persistente lluvia que caía en la noche de ayer ni el viento frío que se colaba por cualquier rendija pudo con las ganas y el deseo de asistir a la presentación del libro ‘Siendo nazareno’, del escritor e historiador Rafael López Márquez, y es que la expectación que había creado, especialmente en el mundo cofradiero de Dos Hermanas, era muy grande.


Como destacó durante el acto de presentación la propia delegada de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento de Dos Hermanas, Rosario Sánchez, en el salón de actos del Centro Cultural La Almona se encontraba “la flor y nata” de las hermandades nazarenas. Y así fue, además de muchas otras personas que se habían sentido atraídas por la tremenda expectación que la publicación del libro ‘Siendo nazareno’ había creado, en muy buena parte gracias también a la atmósfera que supo generar su autor, Rafael López Márquez.

Y es que no era para menos. Ni las mejores distribuidoras de Hollywood habrían sabido promocionar tanto y tan bien la presentación de este libro, que reúne desde luego todos los ingredientes de una película de Alfred Hitchcock: misterio, confidencias, intimidades y ¿milagros? Y todo en torno a la intrahistoria de las hermandades y cofradías de Dos Hermanas.

Así que ni siquiera esta lluvia persistente e incómoda impidió que La Almona registrara una entrada hasta la bandera, de tal forma que hasta muchos de los asistentes hubieron de seguir el desarrollo del acto, que se prolongó por espacio de casi una hora, de pie. Pero absolutamente nadie se inmutó.

En la presidencia había sitio para cinco sillas, que ocuparon la delegada de Cultura y Fiestas, el profesor emérito y fundador del IES Joaquín Romero Murube de Los Palacios y Villafranca Claudio Maestre Moreno, y los ‘Tres Mosqueteros’ de ‘La Plazoleta de Valme’: Hugo Santos Gil, Álvaro Cueli Caro y, evidentemente, Rafael, Rafa, ‘Fae’ –dependiendo del grado de intimidad- López Márquez, autor de la obra.

Y, desde luego, en el acto que se desarrolló una vez que Hugo Santos tomó en primer lugar la palabra, todo lo que se dijo o no se dijo no hizo otra cosa que aumentar aún más el interés por tener ya entre las manos ese libro y comenzar a leerlo.

Como se ha adelantado, fue Hugo Santos Gil, todavía hermano mayor de Valme, el que abrió el turno de intervenciones. Se trata de uno de los tres ‘mosqueteros’ que hace ya casi veinte años decidieron a embarcarse en la complicada, pero grata, tarea de engrandecer y aumentar el patrimonio cultural de Dos Hermanas, y especialmente del mundo cofrade nazareno, bajo el paraguas de la editorial ‘La Plazoleta de Valme’.

Y Hugo desde luego empezó fuerte: “El libro que se va a presentar estoy convencido de que va a marcar un hito entre las publicaciones editadas sobre la historia y tradiciones de Dos Hermanas, porque nunca antes se había escrito nada igual”. Y justificó esta afirmación en el hecho de que ‘Siendo nazareno’ volvía a ser testimonio “de su profundo amor hacia esta ciudad”.

“Rafael buscaba otras cosas que no estaban en los archivos históricos, de forma que ha hecho una tarea similar a la que en su momento llevó a cabo nuestra Fernán Caballero de lo que se dio en llamar ‘La poética de la tradición’, un concepto del que también participa sin duda nuestro autor y que es fruto de su empeño romántico: soñador enamorado de su tierra y de las tradiciones que dan esencia a esa Dos Hermanas que sigue habitando en la memoria y en el corazón”, afirmó Hugo Santos.


El libro para este integrante de ‘La Plazoleta’ es, por tanto, fiel reflejo del espíritu del pueblo: “Uno de los pilares de ese movimiento literario, filosófico, artístico e incluso político que antepuso los sentimientos a cualquiera otra circunstancia, y que fue el romanticismo”.

“Para mí”, añadió, “este libro es único y constituye un auténtico tesoro porque recopila lo que nadie hasta ahora había hecho: nada menos que la historia íntima de las cofradías de Dos Hermanas, formada por verídicas narraciones que dan cuenta de esos infinitos pequeños sucesos que acontecen en el día a día de nuestras hermandades y que en la mayoría de las ocasiones o pasan desapercibidos o se quedan en lo más recóndito del corazón de quienes los viven”.

Tras estas palabras se escucharon las del personaje invitado al acto, la de quien fuera compañero durante veinte años de Rafael López Márquez en el instituto Joaquín Romero Murube del vecino pueblo de Los Palacios, quien trasladó a todos la profunda amistad, labrada desde la profesionalidad pero también desde la inquietud cultural, que ambos se profesan, y quien no ocultó una de las asignaturas pendientes que pensaba que tenía Rafa desde que lo conoció.

“Rafa siempre puso en valor lo que otros escribían, pero casi nunca publicaba algo personal…, y por eso siempre te comenté la idea de que debías de embarcarte en un proyecto propio, que ahora, por fin, llega con este vuelo en solitario. Con ‘Siendo nazareno’ por fin haces una obra única y exclusivamente tuya”, dijo.

Claudio Maestre reveló que el libro lo había leído ya varias veces, de forma que, con este bagaje, podía asegurar “que en sus páginas vais a encontrar mucha emoción, y, por algunos momentos, me atrevería a decir que conmoción. Rafael ha tenido la habilidad de aglutinar confidencias, anécdotas cargadas de fe, testimonios personales y familiares, experiencias íntimas que llegan a rozar el misticismo, y, por supuesto, emociones que no se confían a cualquiera”.

Fue el segundo de los ‘mosqueteros’ quien tomó a continuación el relevo en el turno de intervenciones, un Álvaro Cueli que llegó a asegurar que en ‘Siendo nazareno’ Fae había recogido “las historias de la historia de Dos Hermanas”, destacando que si bien era verdad que el libro ‘Fernán Caballero. La escritora de Dos Hermanas. Vida y obras’ (2015), “la obra que lo lleva a la historia de la literatura en Dos Hermanas”, era el más importante hasta ahora en los que éste había intervenido, con este nuevo libro “Fae viene a cerrar un círculo con ese papel de narrador de leyendas que ocupó nuestra escritora hace 150 años. Estoy absolutamente convencido de que cuando lo lean van a descubrir un libro que va a convertirse en un clásico”.

Rafael empezó con los agradecimientos


La verdad es que Rafael, que tiene fama de persona humilde y modesta, además de meticulosa, casi no sabía dónde meterse tras escuchar la relación de halagos y elogios que procedieron de los anteriores intervinientes, pero, al margen de ello, no quiso iniciar su intervención sin antes dejar pasar el capítulo de los agradecimientos, ya que “si hoy estamos aquí es gracias a tres entidades, que han sido verdaderamente las que han hecho posible este libro”.

“Yo he llamado a muchas puertas, pero tres fueron las que me dijeron que sí”, comentó. “Si hoy estamos aquí es gracias a Cristóbal Sánchez, de Crimasa; a Luis Manuel García, de la Clínica Dental San Hilario, y a Antonio Almagro, de Vidriomol, que son los que apostaron incondicionalmente para que este proyecto saliera hacia adelante”.

Pero, claro, reconocía que si estaban presentado su libro era también gracias al “casi un centenar de personas y familias que se desnudaron, que dijeron cosas que no tenían previsto decir, que lloraron y rieron conmigo, y que enlazaron confidencias y testimonios que se encontraban ahí entre lo familiar, lo oculto y lo reservado, y que brindaron sus experiencias y vivencias para que estuvieran escritas en el libro. Y se lo debo también a las familias de los amigos que me han ayudado, al Ayuntamiento, a los concejales que sabían del proyecto y que me facilitaron el trabajo. Y, por supuesto, a Cáritas”, ya que han colaborado desde el principio y que serán los que reciban desde el primero al último euro que voluntariamente deposite cada nazareno o nazarena al retirar un ejemplar de su libro.

Y, tras ello, Rafael, Rafa, ‘Fae’ recondujo su intervención hacia tres aspectos que quería transmitir y dejar claro en relación a cómo ha estructurado su libro: en primer lugar, la intrahistoria, “compuesta por pequeños episodios, cosas cotidianas de andar por casa, que son el día a día de la verdad del pueblo y de la gente, y a las que no se les suele dar importancia pero que tienen una gran riqueza”; en segundo lugar, de las vivencias, “de esas historias de las hermandades que cuando las cuentas, te quedas con la boca abierta”; y, en tercer lugar, en torno a una palabra que no quería decir, algo parecido a ‘milagro’, pero que acabó pronunciando más tarde, a la que se refirió de esta forma: “No diré la palabra, pero es la de esos sucesos extraordinarios o poco comunes, sorprendentes e inexplicables en torno a la fe y a las devociones. Esta última parte es la que más ilusión me hacía escribir, sabiendo de primera hora que era la más complicada”.

“Yo me dije que todo esto tenía que escribirse y que lo leyera cuanta más gente, mejor, y que se hablara del libro. Y creía que era ahora un buen momento. Nosotros tres –dijo en referencia a Hugo, Álvaro y él mismo- cumplimos veinte años desde la primera vez que nos reunimos de verdad para ser más que amigos con el pretexto de la Virgen de Valme, de forma que yo quería que el libro fuera un obsequio y que su valor se lo diera el lector y no yo. Por eso el sentido y vocación que tiene ‘Siendo nazareno’. Y pensamos que la manera de colaborar y de que tuviera esa identidad podría decantarse haciendo una pequeña obra social, de forma que desde el primero hasta el último euro será exclusivamente para Cáritas. Así nació este libro… y así termina porque ya no es mío. Ahora es de ustedes y de todos los que quieran leerlo”, concluyó.

REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
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