Toda Dos Hermanas se echó en la tarde y noche de ayer a la calle para recibir y disfrutar de su gran Cabalgata de los Reyes Magos, esa que llena de ilusión cada 5 de enero a pequeños y mayores y que bañó de caramelos, regalos, colorido y música las horas previas a que Sus Majestades dejaran ya de madrugada los regalos que cada uno se ha ido mereciendo.
Si algo ha destacado especialmente en la Cabalgata de este año ha sido, sin duda, la gran originalidad de los ropajes de los Reyes Magos, todos estrenados para la ocasión con diseños de creadores nazarenos y que hacían alusión a la procedencia de cada uno de ellos: desde la zona de Europa de donde venía Melchor, con llamativas regias capas, a la de Asia de Gaspar, que lucía una corona de estilo tailandesa tremendamente llamativa, a la de África, con un Baltasar con motivos indígenas. Y junto a ellos, una Estrella de la Ilusión que cambió el traje blanco por otro con tonos celestes y grandes adornos de pedrería.
Después de que todos estos personajes saludaran desde el balcón principal del Ayuntamiento, a eso de las cinco de la tarde, marcharon hasta la nave de la Cabalgata en la calle Arroz, de donde salieron las veinte carrozas que llenarían de ilusión a las miles y miles de personas que acudieron a recibirla.
Los primeros instantes del recorrido se cumplieron según lo previsto, pero cuando la Cabalgata se aproximaba por la calle Real Utrera hacia Los Jardines, se produjo un parón, causados por diversos motivos –entre ellos, las cargas de caramelos y regalos que debían recibir los personajes principales-, que hizo que el resto del trayecto se viera afectado por un importante retraso, que hizo que, ante la previsión de que el cortejo realizara su entrada en la nave de la calle Arroz sobre las diez y media de la noche, lo acabara de completar en torno a las doce.
Algo que no impidió en absoluto que toda Dos Hermanas disfrutara de un ambiente espectacular, en el que igualmente resaltaron las carrozas que con motivos de la historia, tradiciones y monumentos de Dos Hermanas sorprendieron de forma agradable a los que la contemplaban.
Uno de los momentos más llamativos se vivió cuando el Rey Gaspar, encarnado por el estilista Jesús Naranjo, pasaba por Los Jardines y, de pronto, como ya ocurriera el pasado año con Manuel Lombo, se proyectara sobre el cielo de Dos Hermanas una gran ráfaga de fuegos artificiales, que dieron sin duda otro motivo de admiración por las escenas que se estaban viviendo. Un Rey Gaspar que se distinguió además por vivir prácticamente de pie todo el recorrido, lanzando una gran cantidad de caramelos y regalos.
Otro de los reyes que destacó fue Melchor –Curri Toscano-, que tal vez se convirtiera en el más entregado a la hora de lanzar caramelos y regalos, en un esfuerzo físico descomunal, mientras que el Rey Baltasar –Manuel Mendizábal- se sumaba por momento también de pie a quienes le pedían que saltara.
Uno de los gestos solidarios igualmente más llamativos ocurrió cuando, justo a la salida de la Cabalgata, la Estrella de la Ilusión, la joven Estrella Millán, lanzó un globo blanco al cielo de Dos Hermanas en recuerdo de su primo Cayetano, fallecido muy joven debido a una grave enfermedad, y que fue el germen del nacimiento de la Asociación Solidaria Acaye, de la que ella misma y su familia forman parte destacada.
En definitiva, una Cabalgata que ha vuelto a dejar huella entre los nazarenos, que dibujó muy bellos momentos y que, salvo en el tramo final en el que se observaron grandes espacios entre unos tramos de las carrozas y otros, provocados, según han indicado fuentes municipales, por la gran cantidad de personas que la acompañaron en todo momento, quedará en el recuerdo de todos.
GALERÍA GRÁFICA
Si algo ha destacado especialmente en la Cabalgata de este año ha sido, sin duda, la gran originalidad de los ropajes de los Reyes Magos, todos estrenados para la ocasión con diseños de creadores nazarenos y que hacían alusión a la procedencia de cada uno de ellos: desde la zona de Europa de donde venía Melchor, con llamativas regias capas, a la de Asia de Gaspar, que lucía una corona de estilo tailandesa tremendamente llamativa, a la de África, con un Baltasar con motivos indígenas. Y junto a ellos, una Estrella de la Ilusión que cambió el traje blanco por otro con tonos celestes y grandes adornos de pedrería.
Después de que todos estos personajes saludaran desde el balcón principal del Ayuntamiento, a eso de las cinco de la tarde, marcharon hasta la nave de la Cabalgata en la calle Arroz, de donde salieron las veinte carrozas que llenarían de ilusión a las miles y miles de personas que acudieron a recibirla.
Los primeros instantes del recorrido se cumplieron según lo previsto, pero cuando la Cabalgata se aproximaba por la calle Real Utrera hacia Los Jardines, se produjo un parón, causados por diversos motivos –entre ellos, las cargas de caramelos y regalos que debían recibir los personajes principales-, que hizo que el resto del trayecto se viera afectado por un importante retraso, que hizo que, ante la previsión de que el cortejo realizara su entrada en la nave de la calle Arroz sobre las diez y media de la noche, lo acabara de completar en torno a las doce.
Algo que no impidió en absoluto que toda Dos Hermanas disfrutara de un ambiente espectacular, en el que igualmente resaltaron las carrozas que con motivos de la historia, tradiciones y monumentos de Dos Hermanas sorprendieron de forma agradable a los que la contemplaban.
Uno de los momentos más llamativos se vivió cuando el Rey Gaspar, encarnado por el estilista Jesús Naranjo, pasaba por Los Jardines y, de pronto, como ya ocurriera el pasado año con Manuel Lombo, se proyectara sobre el cielo de Dos Hermanas una gran ráfaga de fuegos artificiales, que dieron sin duda otro motivo de admiración por las escenas que se estaban viviendo. Un Rey Gaspar que se distinguió además por vivir prácticamente de pie todo el recorrido, lanzando una gran cantidad de caramelos y regalos.
Otro de los reyes que destacó fue Melchor –Curri Toscano-, que tal vez se convirtiera en el más entregado a la hora de lanzar caramelos y regalos, en un esfuerzo físico descomunal, mientras que el Rey Baltasar –Manuel Mendizábal- se sumaba por momento también de pie a quienes le pedían que saltara.
Uno de los gestos solidarios igualmente más llamativos ocurrió cuando, justo a la salida de la Cabalgata, la Estrella de la Ilusión, la joven Estrella Millán, lanzó un globo blanco al cielo de Dos Hermanas en recuerdo de su primo Cayetano, fallecido muy joven debido a una grave enfermedad, y que fue el germen del nacimiento de la Asociación Solidaria Acaye, de la que ella misma y su familia forman parte destacada.
En definitiva, una Cabalgata que ha vuelto a dejar huella entre los nazarenos, que dibujó muy bellos momentos y que, salvo en el tramo final en el que se observaron grandes espacios entre unos tramos de las carrozas y otros, provocados, según han indicado fuentes municipales, por la gran cantidad de personas que la acompañaron en todo momento, quedará en el recuerdo de todos.
GALERÍA GRÁFICA
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL