A Manu Sánchez se le puede ver ya con apariencia casi normal por las calles de Dos Hermanas. Tras anunciar el pasado mes de mayo que sufría un cáncer testicular y pasar por un proceso, aún no concluido, con largas sesiones de quimioterapia, el humorista, presentador y empresario nazareno ha asegurado en una entrevista con Dos Hermanas Diario Digital que ya está viendo el final feliz a esta “fea” enfermedad.
Cuando Manu Sánchez anunció en mayo, mediante una carta titulada ‘Los límites del tumor’, que padecía un cáncer testicular con metástasis, que le fue diagnosticado el pasado 19 de abril, y del que fue intervenido quirúrgicamente con urgencia, las emociones, no sólo de sus familiares, amigos y compañeros, sino de todos los nazarenos y nazarenas que lo conocen y aprecian, se vieron bastante deprimidas.
Pero su lucha constante durante las largas sesiones de quimioterapia a las que ha tenido que ser sometido, ha hecho que, casi sin perder su particular humor, vaya superando paso a paso las etapas que le dirigen ya hacia el camino de la normalidad.
El pasado 3 de noviembre, el nazareno Manu Sánchez acudió a la sede de la Hermandad de la Oración en el Huerto para, como hermano que es, depositar su voto con motivo del Cabildo General de Elecciones que se estaba desarrollando en esa jornada. Y allí fue dando parte de su estado a todos cuantos se acercaron a él y se interesaron por su estado de salud.
Con una apariencia que denotaba su clara recuperación, manifestada de forma especial en un rostro que mostraba su creciente pelo, barba y bigote, sonreía y agradecía a todos y todas las muestras de cariño que le trasladaban. Y eso fue lo que hizo en esta breve conversación con este Diario Digital:
- Hola Manu. ¿Cómo te encuentras?
- Pues vamos dando los pasos oportunos, superándolo todo con nota y ganando pequeñas grandes batalla hacia la normalidad. Esta pelea está siendo larga, está siendo dura, pero ya vamos viéndole el final feliz a todo esto. Estamos a la espera de un par de pasitos más para poder decir en mayúscula que hemos superado este mal trago, pero de momento todo tiene muy buena pinta. Hemos pasado etapas que eran importantes pasarlas con nota, y las hemos superado.
- Es notable el número de personas que se acercan para interesarse por tu estado de salud.
- Sí, por eso quiero aprovechar esta oportunidad de dirigirme a este bonito pueblo, que es el mío de Dos Hermanas, para darle las gracias por tanto cariño, tanta energía, tanto acompañamiento y tanta empatía, y no sólo a mí sino también a mis padres y familiares. No ha habido nazareno o nazarena que no se haya parado un ratito a ponerse en mi pellejo y a desearme lo mejor, así que aprovecho una vez más para dar las gracias por el cariño que Dos Hermanas siempre me tiene, y que creo que no voy a tener vida para agradecérselo.
- La verdad es que se te ve ya con buen aspecto.
- Esta es una de las cosas que tiene esta enfermedad fea, que te cambia el físico, aunque ya esa parte la hemos pasado. Ha habido momentos de perder el pelo completamente, el flequillo, la barba, el bigote… Bueno, pues sí, es un cambio que hay que asumir. He tenido un cambio físico en el momento más complicado, que ha sido durante toda la quimio, pero, una vez terminada, todo ha vuelto a la normalidad. Ya ando con barba, con bigote y a punto de peinarme flequillo.
- ¿Ha sido tal vez el peor momento?
- La quimioterapia ha sido como bajar un poquito hasta el fondo, como ponerte peor, pero para curarte luego. Por desgracia, hay muchas personas que no tienen la posibilidad de recibir quimioterapia por distintas circunstancias. Entonces, ver esos cambios físicos son para mí como un ejemplo de curación. Creo que tenemos que decir fuerte y en voz alta que cuando veamos a alguien afectado por el tratamiento, con la cara hinchada, sin pelo…, que seamos conscientes de que es motivo de enhorabuena porque querrá decir que esa persona está en proceso de curación. Así me lo he tomado y así he intentado que me pasaran los días de una forma llevadera. Y ahora es verdad que ya he vuelto a recuperar mi aspecto habitual. Un signo de mejoría es que la gente, en cuanto te ve, ya notas que le cambia la cara de felicidad porque entienden que hemos vuelto a dar esos pasitos hacia adelante.
- ¿Esta recuperación te ha permitido ya regresar al trabajo en tu productora ’16 Escalones’?
- Profesionalmente estoy en la etapa que nos tomamos desde que me diagnosticaron el cáncer. Pese a que no esté yo como cara visible, mi equipo ha seguido trabajando en todos nuestros proyectos. Pero desde que estoy fuerte, ya he vuelto a trabajar algo, sobre todo en labores más empresariales, más de productor ejecutivo y algo incluso de escritura. Pero para volver a la pantalla y a los escenarios, vamos a tener que esperar unos meses más a que todo esté ya perfecto, porque ni el público merece ver a nadie sufriendo, ni uno entiende que disfrute tampoco estando en el escenario sin encontrarme en plenitud de facultades. Así que ya he vuelto al tajo, he vuelto al curro, y dentro de poco tocará volver a los escenarios. La verdad es que estamos deseando ya asomarnos a las teles y a los teatros para todo aquel que quiera echarnos un vistazo.
Cuando Manu Sánchez anunció en mayo, mediante una carta titulada ‘Los límites del tumor’, que padecía un cáncer testicular con metástasis, que le fue diagnosticado el pasado 19 de abril, y del que fue intervenido quirúrgicamente con urgencia, las emociones, no sólo de sus familiares, amigos y compañeros, sino de todos los nazarenos y nazarenas que lo conocen y aprecian, se vieron bastante deprimidas.
Pero su lucha constante durante las largas sesiones de quimioterapia a las que ha tenido que ser sometido, ha hecho que, casi sin perder su particular humor, vaya superando paso a paso las etapas que le dirigen ya hacia el camino de la normalidad.
El pasado 3 de noviembre, el nazareno Manu Sánchez acudió a la sede de la Hermandad de la Oración en el Huerto para, como hermano que es, depositar su voto con motivo del Cabildo General de Elecciones que se estaba desarrollando en esa jornada. Y allí fue dando parte de su estado a todos cuantos se acercaron a él y se interesaron por su estado de salud.
Con una apariencia que denotaba su clara recuperación, manifestada de forma especial en un rostro que mostraba su creciente pelo, barba y bigote, sonreía y agradecía a todos y todas las muestras de cariño que le trasladaban. Y eso fue lo que hizo en esta breve conversación con este Diario Digital:
- Hola Manu. ¿Cómo te encuentras?
- Pues vamos dando los pasos oportunos, superándolo todo con nota y ganando pequeñas grandes batalla hacia la normalidad. Esta pelea está siendo larga, está siendo dura, pero ya vamos viéndole el final feliz a todo esto. Estamos a la espera de un par de pasitos más para poder decir en mayúscula que hemos superado este mal trago, pero de momento todo tiene muy buena pinta. Hemos pasado etapas que eran importantes pasarlas con nota, y las hemos superado.
- Es notable el número de personas que se acercan para interesarse por tu estado de salud.
- Sí, por eso quiero aprovechar esta oportunidad de dirigirme a este bonito pueblo, que es el mío de Dos Hermanas, para darle las gracias por tanto cariño, tanta energía, tanto acompañamiento y tanta empatía, y no sólo a mí sino también a mis padres y familiares. No ha habido nazareno o nazarena que no se haya parado un ratito a ponerse en mi pellejo y a desearme lo mejor, así que aprovecho una vez más para dar las gracias por el cariño que Dos Hermanas siempre me tiene, y que creo que no voy a tener vida para agradecérselo.
- La verdad es que se te ve ya con buen aspecto.
- Esta es una de las cosas que tiene esta enfermedad fea, que te cambia el físico, aunque ya esa parte la hemos pasado. Ha habido momentos de perder el pelo completamente, el flequillo, la barba, el bigote… Bueno, pues sí, es un cambio que hay que asumir. He tenido un cambio físico en el momento más complicado, que ha sido durante toda la quimio, pero, una vez terminada, todo ha vuelto a la normalidad. Ya ando con barba, con bigote y a punto de peinarme flequillo.
- ¿Ha sido tal vez el peor momento?
- La quimioterapia ha sido como bajar un poquito hasta el fondo, como ponerte peor, pero para curarte luego. Por desgracia, hay muchas personas que no tienen la posibilidad de recibir quimioterapia por distintas circunstancias. Entonces, ver esos cambios físicos son para mí como un ejemplo de curación. Creo que tenemos que decir fuerte y en voz alta que cuando veamos a alguien afectado por el tratamiento, con la cara hinchada, sin pelo…, que seamos conscientes de que es motivo de enhorabuena porque querrá decir que esa persona está en proceso de curación. Así me lo he tomado y así he intentado que me pasaran los días de una forma llevadera. Y ahora es verdad que ya he vuelto a recuperar mi aspecto habitual. Un signo de mejoría es que la gente, en cuanto te ve, ya notas que le cambia la cara de felicidad porque entienden que hemos vuelto a dar esos pasitos hacia adelante.
- ¿Esta recuperación te ha permitido ya regresar al trabajo en tu productora ’16 Escalones’?
- Profesionalmente estoy en la etapa que nos tomamos desde que me diagnosticaron el cáncer. Pese a que no esté yo como cara visible, mi equipo ha seguido trabajando en todos nuestros proyectos. Pero desde que estoy fuerte, ya he vuelto a trabajar algo, sobre todo en labores más empresariales, más de productor ejecutivo y algo incluso de escritura. Pero para volver a la pantalla y a los escenarios, vamos a tener que esperar unos meses más a que todo esté ya perfecto, porque ni el público merece ver a nadie sufriendo, ni uno entiende que disfrute tampoco estando en el escenario sin encontrarme en plenitud de facultades. Así que ya he vuelto al tajo, he vuelto al curro, y dentro de poco tocará volver a los escenarios. La verdad es que estamos deseando ya asomarnos a las teles y a los teatros para todo aquel que quiera echarnos un vistazo.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL