La dificultad de controlar la ciberviolencia, además del gran desconocimiento que hay aún en torno a esta forma de violencia y las muchas deficiencias existentes en el marco legal, quedaron patentes durante la celebración este jueves en el Centro Cultural La Almona de la III Jornada Profesional de Intervención ante la Violencia de Género y, de forma específica, en la ciberviolencia como una de las nuevas caras de la violencia machista.
Gran asistencia de público a esta III Jornada, que se enmarca dentro de las numerosas actividades que la Delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Dos Hermanas ha programado, junto con la Comisión Local de Coordinación y Cooperación Institucional para la Mejora en la Actuación ante la Violencia de Género en Andalucía, con motivo de la celebración el 25 de Noviembre del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres.
Entre el público, numerosos representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de distintas asociaciones y colectivos feministas, en un acto que contó con la presencia de la delegada de Igualdad, Reyes Garrido, quien fue la encargada de abrir el acto con una intervención en la que ya dejó patente que este tipo de jornada era fundamental para aumentar el conocimiento en torno a esta nueva forma de violencia de género.
Pero antes, la propia Reyes Garrido pidió que se guardara un minuto de silencio por las 93 mujeres asesinadas sólo a lo largo de este año y por las 1.234 que perdieron su vida a manos de sus parejas o ex parejas desde el año 2003, que es el primero en el que éstas se empezaron a contabilizar; un minuto de silencio que fue secundado por todos los presentes puestos en pie.
La delegada se encontraba acompañada en la mesa inaugural por expertas en violencia de género, como Julia Torres Visiga, responsable de la Unidad contra la Violencia sobre la Mujer de la Subdelegación del Gobierno de Sevilla; Mónica Domínguez Serrano, delegada del Rector de la Universidad Pablo de Olavide para la Igualdad de Género, y Beatriz Ubago Molina, profesora y coordinadora de Coeducación del IES Vistazul de Dos Hermanas.
Fue la propia delegada de Igualdad la que puso de manifiesto el primer apunte en torno al cual casi se centraría la jornada, que se prolongó durante toda la mañana, al afirmar que “la realidad de la ciberdelincuencia es que es de momento invisible y difícil de controlar”, añadiendo que era un grave problema en una etapa “fundamental para el desarrollo personal y profesional de la mujer”.
Pero Reyes Garrido también dirigió unas palabras para referirse a las personas que siguen negando la existencia de la violencia de género, “algo que no entiendo”, dijo, y acusando a los negacionistas de ser “cómplices de este tipo de violencia”.
Durante el acto, las distintas integrantes de la mesa pusieron de manifiesto cuestiones como que la ciberviolencia es un problema grave, que los casos que se conocen son sólo la punta del iceberg de lo que realmente ocurre, la necesidad –algo con lo que de momento no se cuenta mucho- de que existan datos estadísticos para así poder estudiar este problema y la realización de un buen diagnóstico, además de ponerse de manifiesto que, según algunos estudios, el 50% de los niños y niñas de entre los 11 y los 13 años han visto pornografía a través de internet, en la mayoría de los casos mostrando incluso violaciones.
Intervención de la experta Eleonora Espósito
Uno de los momentos más esperados por todos los asistentes fue la ponencia marco pronunciada por Eleonora Espósito, investigadora del Instituto de Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra, experta en la Dirección General de Redes de Comunicación, Contenido y Tecnologías de la Comisión Europea y del Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE).
La ponencia de esta experta giró en torno a la ‘Ciberviolencia contra Mujeres y Niñas: Definiciones, legislaciones y políticas en la UE-27’, quien ya para empezar aseguró que estaba claro que el uso de internet había contribuido a la aparición de este problema en torno a las mujeres y las niñas, aunque tampoco de forma exclusiva por cuanto los hombres también son víctimas de esta forma de acoso.
Eleonora Espósito puso en evidencia que en Europa aún se desconoce todo en torno a la ciberviolencia, y, por tanto, a cómo se tiene que abordar este problema y a cómo se tiene que enmarcar en relación con todo el trabajo ya realizado sobre la violencia de género, destacando a su vez que resultaba muy difícil de identificarlo, afirmando que conforme avanzaba la tecnología “avanza la violencia”.
Esta experta aseguró igualmente que aún hay mucha deficiencia en torno al marco legal que la debe vigilar y controlar, careciéndose no sólo de una definición unitaria, por discrepancias entre los estados miembros de la Unión Europea, así como también de estadísticas, lo que facilitaría su diagnóstico.
Esta falta de definición –“cada Estado lo ve de una manera distinta”, aseguró-, ha hecho que vayan surgiendo nuevas definiciones en torno a la ciberviolencia, con términos en unos casos como ‘ciberacoso’, ‘ciberacecho’ o ‘bullying’, además de ‘discurso de odio’ o ‘abuso sexual basado en imágenes’.
Eleonora Espósito concluyó asegurando que la ciberviolencia es un fenómeno de género e interseccional, que los instrumentos jurídicos son generales y no armonizados, que la recopilación de datos es limitada y no sistemática, y que las definiciones carecían de armonización y alineación, enviando a todos los presentes un mensaje final: “Lo que se mide se vuelve visible, lo visible se puede monitorear y lo que se monitorea se mejora”.
Gran asistencia de público a esta III Jornada, que se enmarca dentro de las numerosas actividades que la Delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Dos Hermanas ha programado, junto con la Comisión Local de Coordinación y Cooperación Institucional para la Mejora en la Actuación ante la Violencia de Género en Andalucía, con motivo de la celebración el 25 de Noviembre del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres.
Entre el público, numerosos representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de distintas asociaciones y colectivos feministas, en un acto que contó con la presencia de la delegada de Igualdad, Reyes Garrido, quien fue la encargada de abrir el acto con una intervención en la que ya dejó patente que este tipo de jornada era fundamental para aumentar el conocimiento en torno a esta nueva forma de violencia de género.
Pero antes, la propia Reyes Garrido pidió que se guardara un minuto de silencio por las 93 mujeres asesinadas sólo a lo largo de este año y por las 1.234 que perdieron su vida a manos de sus parejas o ex parejas desde el año 2003, que es el primero en el que éstas se empezaron a contabilizar; un minuto de silencio que fue secundado por todos los presentes puestos en pie.
La delegada se encontraba acompañada en la mesa inaugural por expertas en violencia de género, como Julia Torres Visiga, responsable de la Unidad contra la Violencia sobre la Mujer de la Subdelegación del Gobierno de Sevilla; Mónica Domínguez Serrano, delegada del Rector de la Universidad Pablo de Olavide para la Igualdad de Género, y Beatriz Ubago Molina, profesora y coordinadora de Coeducación del IES Vistazul de Dos Hermanas.
Fue la propia delegada de Igualdad la que puso de manifiesto el primer apunte en torno al cual casi se centraría la jornada, que se prolongó durante toda la mañana, al afirmar que “la realidad de la ciberdelincuencia es que es de momento invisible y difícil de controlar”, añadiendo que era un grave problema en una etapa “fundamental para el desarrollo personal y profesional de la mujer”.
Pero Reyes Garrido también dirigió unas palabras para referirse a las personas que siguen negando la existencia de la violencia de género, “algo que no entiendo”, dijo, y acusando a los negacionistas de ser “cómplices de este tipo de violencia”.
Durante el acto, las distintas integrantes de la mesa pusieron de manifiesto cuestiones como que la ciberviolencia es un problema grave, que los casos que se conocen son sólo la punta del iceberg de lo que realmente ocurre, la necesidad –algo con lo que de momento no se cuenta mucho- de que existan datos estadísticos para así poder estudiar este problema y la realización de un buen diagnóstico, además de ponerse de manifiesto que, según algunos estudios, el 50% de los niños y niñas de entre los 11 y los 13 años han visto pornografía a través de internet, en la mayoría de los casos mostrando incluso violaciones.
Intervención de la experta Eleonora Espósito
Uno de los momentos más esperados por todos los asistentes fue la ponencia marco pronunciada por Eleonora Espósito, investigadora del Instituto de Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra, experta en la Dirección General de Redes de Comunicación, Contenido y Tecnologías de la Comisión Europea y del Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE).
La ponencia de esta experta giró en torno a la ‘Ciberviolencia contra Mujeres y Niñas: Definiciones, legislaciones y políticas en la UE-27’, quien ya para empezar aseguró que estaba claro que el uso de internet había contribuido a la aparición de este problema en torno a las mujeres y las niñas, aunque tampoco de forma exclusiva por cuanto los hombres también son víctimas de esta forma de acoso.
Eleonora Espósito puso en evidencia que en Europa aún se desconoce todo en torno a la ciberviolencia, y, por tanto, a cómo se tiene que abordar este problema y a cómo se tiene que enmarcar en relación con todo el trabajo ya realizado sobre la violencia de género, destacando a su vez que resultaba muy difícil de identificarlo, afirmando que conforme avanzaba la tecnología “avanza la violencia”.
Esta experta aseguró igualmente que aún hay mucha deficiencia en torno al marco legal que la debe vigilar y controlar, careciéndose no sólo de una definición unitaria, por discrepancias entre los estados miembros de la Unión Europea, así como también de estadísticas, lo que facilitaría su diagnóstico.
Esta falta de definición –“cada Estado lo ve de una manera distinta”, aseguró-, ha hecho que vayan surgiendo nuevas definiciones en torno a la ciberviolencia, con términos en unos casos como ‘ciberacoso’, ‘ciberacecho’ o ‘bullying’, además de ‘discurso de odio’ o ‘abuso sexual basado en imágenes’.
Eleonora Espósito concluyó asegurando que la ciberviolencia es un fenómeno de género e interseccional, que los instrumentos jurídicos son generales y no armonizados, que la recopilación de datos es limitada y no sistemática, y que las definiciones carecían de armonización y alineación, enviando a todos los presentes un mensaje final: “Lo que se mide se vuelve visible, lo visible se puede monitorear y lo que se monitorea se mejora”.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL