El sorteo de fin de semana de la ONCE de este sábado ha repartido 1,7 millones de euros entre diez vecinos de Montequinto, donde un acertante se ha llevado el mayor premio de 300.000 euros al contado y 5.000 euros al mes durante 20 años, y otros nueve 20.000 euros cada uno.
José Guillén, vendedor de la ONCE desde hace cuatro años, ha vuelto a dar el mismo premio, 1.680.000 euros, en el mismo sitio, en la avenida de los Pintos en Montequinto, un sábado en lugar de un domingo, a sus vecinos. La última vez fue el Domingo de Resurrección, 9 de abril. Y la alegría -asegura- es la misma.
En Semana Santa dijo que cada día piensa que va a dar el premio a sus clientes y contaba que el 23 es el número que le persigue toda la vida. Y se está cumpliendo su pronóstico, el 23 está resultando su año.
“Tenía la esperanza de dar otro premio grande en lo que queda de año, pero el mismo no -reconoce esta mañana entre las felicitaciones de sus clientes-. Ya tengo dos estrellas, la de la selección masculina y la femenina, ahora voy a por la tercera”, dice feliz. Pepe, como le conocen en Montequinto, reconoce que los clientes le quieren más desde que dio el primer Sueldazo. “La suerte es así de caprichosa”, afirma.
Él se considera un vendedor con suerte. “Para la gente sí, para mí no, que llevaba cuatro números diferentes y no me ha tocado”, dice entre risas. A su juicio, la clave para triunfar como vendedor de la ONCE está en la empatía que genera con sus clientes. “´Mi madre me decía: trata a la gente como te gustaría que te trataran a ti, con amabilidad, y siempre teniendo una sonrisa para ellos. Eso es lo que hago”, comenta orgulloso.
José Guillén, vendedor de la ONCE desde hace cuatro años, ha vuelto a dar el mismo premio, 1.680.000 euros, en el mismo sitio, en la avenida de los Pintos en Montequinto, un sábado en lugar de un domingo, a sus vecinos. La última vez fue el Domingo de Resurrección, 9 de abril. Y la alegría -asegura- es la misma.
En Semana Santa dijo que cada día piensa que va a dar el premio a sus clientes y contaba que el 23 es el número que le persigue toda la vida. Y se está cumpliendo su pronóstico, el 23 está resultando su año.
“Tenía la esperanza de dar otro premio grande en lo que queda de año, pero el mismo no -reconoce esta mañana entre las felicitaciones de sus clientes-. Ya tengo dos estrellas, la de la selección masculina y la femenina, ahora voy a por la tercera”, dice feliz. Pepe, como le conocen en Montequinto, reconoce que los clientes le quieren más desde que dio el primer Sueldazo. “La suerte es así de caprichosa”, afirma.
Él se considera un vendedor con suerte. “Para la gente sí, para mí no, que llevaba cuatro números diferentes y no me ha tocado”, dice entre risas. A su juicio, la clave para triunfar como vendedor de la ONCE está en la empatía que genera con sus clientes. “´Mi madre me decía: trata a la gente como te gustaría que te trataran a ti, con amabilidad, y siempre teniendo una sonrisa para ellos. Eso es lo que hago”, comenta orgulloso.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL