La Hermandad de Santa Ana presentó en la noche de este martes el nuevo juego de coronas que se ha encargado al taller sevillano Orfebrería Ramón León para la Patrona, la Virgen y el Niño Jesús, y que se estrenarán durante la procesión extraordinaria que protagonizarán el próximo 23 de septiembre con motivo de la celebración del V Centenario Fundacional de esta Corporación.
El acto de presentación de este nuevo juego de coronas se desarrolló en el interior de la Parroquia de Santa María Magdalena, en presencia de su titular, don Manuel Sánchez de Heredia, y ante las imágenes de Santa Ana y Valme, que permanecen en dicho templo tras la procesión extraordinaria que ambas protagonizaron el pasado sábado, día 9 de septiembre.
En el transcurso de la misma, fue la hermana mayor de Santa Ana, Eva María Ramírez, la encargada de su presentación, explicando que se trataba de un encargo que se había realizado con el deseo de que perdurara para las generaciones futuras como patrimonio material de la Hermandad.
Eva María Ramírez contó que cuando se pusieron en marcha los actos conmemorativos por los quinientos años de las primeras reglas de la Hermandad, se plantearon la celebración de distintos actos, “que son efímeros”, dijo, pero también con el de la realización “de algún patrimonio material que quedara para generaciones futuras y que pasaran a formar parte para siempre del ajuar de Santa Ana”.
“Nosotros somos una hermandad pequeña, sencilla, humilde”, afirmó la hermana mayor, pero dentro de su premisa de ‘Poquito, pero bueno’, que les ha llevado a contar poco a poco con un importante patrimonio material, como fue el caso del sillón sobre el que procesiona la Patrona de Dos Hermanas, la mayoría del mismo desarrollado por el taller Orfebrería Ramón León, de Sevilla, y que ha sido el encargado de realizar “este maravilloso juego de coronas que les encargamos con motivo del V Centenario de la Hermandad”.
Descripción del nuevo juego de coronas
Este nuevo juego de coronas, una para Santa Ana, otra para la Virgen María y una diadema para el Niño Jesús, se han realizado inspiradas en una decoración a caballo entre el estilo gótico de alrededores del 1300 y el barroco para la ráfaga de puntas que posee la imagen de la Santa.
Para llevarlas a cabo se han empleado 830 gramos de plata con chapado en oro de 24 quilates, constando de 32 esmeraldas, 32 zafiros, 153 rubíes, 30 perlas y 5 rubíes en las piezas decoradas que sujetan ambas coronas a las imágenes, la de la Virgen siendo una rosa con resplandor y la de Santa Ana, una granada.
“Las obras”, según ha recogido el propio taller de orfebrería, “consisten en una corona con ráfaga para la imagen de Santa Ana, en la cual en el aro que asienta sobre la cabeza se reproducen arcos ojivales de estilo gótico, siendo estos vanos ocupados por piedras azules y verdes, y cogidas mediante argollas al aro para que permitan su movimiento”.
“Sobre este aro descansa el canasto a base de decoración más en consonancia a la de la ráfaga de la imagen, pero con mucha transparencia con múltiples zonas caladas y rematándose sus ocho parchetes por ramas de granados que nacen de aquí y presentan los distintos estadios de maduración del fruto desde la flor hasta la granada abierta, símbolo de la fertilidad, mostrando sus granos. Todo ello enriquecido con pedrería de rubíes”.
“El resplandor de la corona es a base de rayos flamígeros y en punta, terminando unos en estrellas con rubíes y otros en perlas. En el centro, una forma de media luna que descansa sus puntas sobre el borde del canasto con decoración vegetal y un sol central donde va en relieve el anagrama de Ana”.
“La corona de la Virgen es de iguales características a esta, pero sin resplandor ni las ramas de granados siendo sustituidos por perlas. Por último, la diadema del niño Jesús reproduce la media luna de la corona de la Santa, llevando en su centro el criptograma JHS. De esta forma se crea un conjunto donde todas las preseas armonizan con el resto”.
El acto de presentación de este nuevo juego de coronas se desarrolló en el interior de la Parroquia de Santa María Magdalena, en presencia de su titular, don Manuel Sánchez de Heredia, y ante las imágenes de Santa Ana y Valme, que permanecen en dicho templo tras la procesión extraordinaria que ambas protagonizaron el pasado sábado, día 9 de septiembre.
En el transcurso de la misma, fue la hermana mayor de Santa Ana, Eva María Ramírez, la encargada de su presentación, explicando que se trataba de un encargo que se había realizado con el deseo de que perdurara para las generaciones futuras como patrimonio material de la Hermandad.
Eva María Ramírez contó que cuando se pusieron en marcha los actos conmemorativos por los quinientos años de las primeras reglas de la Hermandad, se plantearon la celebración de distintos actos, “que son efímeros”, dijo, pero también con el de la realización “de algún patrimonio material que quedara para generaciones futuras y que pasaran a formar parte para siempre del ajuar de Santa Ana”.
“Nosotros somos una hermandad pequeña, sencilla, humilde”, afirmó la hermana mayor, pero dentro de su premisa de ‘Poquito, pero bueno’, que les ha llevado a contar poco a poco con un importante patrimonio material, como fue el caso del sillón sobre el que procesiona la Patrona de Dos Hermanas, la mayoría del mismo desarrollado por el taller Orfebrería Ramón León, de Sevilla, y que ha sido el encargado de realizar “este maravilloso juego de coronas que les encargamos con motivo del V Centenario de la Hermandad”.
Descripción del nuevo juego de coronas
Este nuevo juego de coronas, una para Santa Ana, otra para la Virgen María y una diadema para el Niño Jesús, se han realizado inspiradas en una decoración a caballo entre el estilo gótico de alrededores del 1300 y el barroco para la ráfaga de puntas que posee la imagen de la Santa.
Para llevarlas a cabo se han empleado 830 gramos de plata con chapado en oro de 24 quilates, constando de 32 esmeraldas, 32 zafiros, 153 rubíes, 30 perlas y 5 rubíes en las piezas decoradas que sujetan ambas coronas a las imágenes, la de la Virgen siendo una rosa con resplandor y la de Santa Ana, una granada.
“Las obras”, según ha recogido el propio taller de orfebrería, “consisten en una corona con ráfaga para la imagen de Santa Ana, en la cual en el aro que asienta sobre la cabeza se reproducen arcos ojivales de estilo gótico, siendo estos vanos ocupados por piedras azules y verdes, y cogidas mediante argollas al aro para que permitan su movimiento”.
“Sobre este aro descansa el canasto a base de decoración más en consonancia a la de la ráfaga de la imagen, pero con mucha transparencia con múltiples zonas caladas y rematándose sus ocho parchetes por ramas de granados que nacen de aquí y presentan los distintos estadios de maduración del fruto desde la flor hasta la granada abierta, símbolo de la fertilidad, mostrando sus granos. Todo ello enriquecido con pedrería de rubíes”.
“El resplandor de la corona es a base de rayos flamígeros y en punta, terminando unos en estrellas con rubíes y otros en perlas. En el centro, una forma de media luna que descansa sus puntas sobre el borde del canasto con decoración vegetal y un sol central donde va en relieve el anagrama de Ana”.
“La corona de la Virgen es de iguales características a esta, pero sin resplandor ni las ramas de granados siendo sustituidos por perlas. Por último, la diadema del niño Jesús reproduce la media luna de la corona de la Santa, llevando en su centro el criptograma JHS. De esta forma se crea un conjunto donde todas las preseas armonizan con el resto”.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
