Las calles del centro de Dos Hermanas se vistieron de nuevo de fiesta, esta vez con motivo de una conmemoración histórica. Y sus gentes salieron a la calle para vestir de ambiente una celebración que estaban teniendo la suerte de poder vivir junto a su Patrona. Y durante la larga noche y parte de la madrugada acompañaron no sólo a Santa Ana, sino a los que hoy encarnan a aquellos que dieron el primer paso hace ahora quinientos años.
El rostro alegre, radiante, de la hermana mayor de Santa Ana, Eva María Ramírez, era fiel reflejo de la alegría que los miembros de la Junta de Gobierno de esta Corporación estaban sintiendo con motivo de la procesión extraordinaria que recorrió el centro de Dos Hermanas durante la noche de ayer y madrugada de hoy. Y es que Eva María Ramírez, sus compañeros de Junta de Gobierno, los integrantes del Grupo Joven y cuantos han hecho posible esta conmemoración estaban siendo más que conscientes de la jornada histórica que estaban viviendo. Porque, aunque sea difícil la traslación, todos ellos encarnaban de alguna forma a las personas que en el año 1523 aprobaron las primeras Reglas de la Hermandad de Santa Ana.
Y todo ello se reflejó de alguna forma no sólo en todos ellos, sino en el pueblo nazareno que salió al encuentro con su Patrona y con su Hermandad. Por eso se pudo vivir una fiesta que quedará también para los anales de la ciudad.
Al principio, toda la atención con este motivo se concentró en el interior de la Parroquia de Santa María Magdalena, donde a partir de las siete de la tarde se iba a oficiar la ceremonia religiosa que presidiría el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses. Ya para entonces, la Santa, luciendo su nuevo juego de corona, al igual que la Virgen y su Hijo, y el manto creado con motivo del V Centenario Fundacional, se mostraba majestuosa sobre su paso, mientras en el exterior comenzaron a concentrarse poco a poco cuantos devotos, o no, quisieron ser testigos de esta salida procesional histórica.
Sobre las nueve menos cuarto, en la hora prevista, comenzaron a salir por la puerta de la Parroquia todos cuantos componían el cortejo, con las distintas representaciones de las hermandades de penitencia, gloria y agrupaciones parroquiales, además de las representaciones de la vida en la ciudad tanto municipal, con el alcalde Francisco Rodríguez al frente; como religiosa, con el arzobispo en sus primeros pasos y luego siempre con el párroco don Manuel Sánchez de Heredia, policial y militar. Y ya sería pasados unos minutos las nueve de la noche cuando lo hacía el paso con Santa Ana, magníficamente llevado por los capataces Jesús García Ramírez y José Antonio Sánchez Reguera, quienes a lo largo del recorrido que completaron hicieron que el paso luciera de forma esplendorosa.
Tras rodear la Plaza de la Constitución, la comitiva, que en estos primeros momentos abrió la Banda de Cornetas y Tambores de la Presentación al Pueblo y que cerraba la Banda de Música Santa Ana de Dos Hermanas, se dirigió hacia la calle Real Utrera, pasando muy cerca de su capilla, y de allí hasta la Mina, donde las representaciones de las hermandades y agrupaciones completaron un largo pasillo antes de dejar ya sólo a la Hermandad el peso de la procesión. Y allí se despidieron mientras que la Banda de la Presentación se lució de nuevo en un encuentro cara a cara con la Santa.
Y a partir de ahí, callejeando, se fueron sucediendo los encuentros con las distintas bandas de música de la ciudad, que quisieron sumarse con sus sones a la fiesta conmemorativa que se estaba celebrando. Así, se pudieron escuchar las marchas que interpretaron la Banda de Cornetas y Tambores Entre Azahares, por la zona de la calle Antonia Díaz; la Banda de Música Ciudad de Dos Hermanas, por la calle Rivas; la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Estrella, por Melliza; y la Agrupación Musical Nuestra Señora de Valme, por Santa María Magdalena.
Entre estos sones musicales, por calles muchas de ellas adornadas para la ocasión con banderitas de España o colgaduras en los balcones, fue transcurriendo la procesión hasta otro de los momentos más esperados, su entrada en la calle Divina Pastora, bellamente engalanada de nuevo por sus vecinos por suelo y cielo, y que quisieron agradecer la presencia de su Patrona con el lanzamiento incluso de fuegos artificiales.
Ya durante la madrugada, se fueron sucediendo música y aplausos ante el paso que portaba a la Patrona, culminando un recorrido por una calle Real especialmente embellecida que incluso mostró para la ocasión arcos iluminados, dibujando de nuevo unas estampas únicas que quedarán para el recuerdo de todos.
Tras estos fastos, la ‘normalidad’ en la Hermandad de Santa Ana volverá a su día a día, eso sí, en espera de los nuevos acontecimientos que se irán sucediendo más adelante hasta que acabe este histórico 2023. De momento, Santa Ana regresará esta noche a su capilla, en un breve recorrido que se iniciará a las 21:00 horas, seguramente con ya todo más en la intimidad, pero con el grato sabor de la histórica procesión vivida tan sólo unas horas antes.
Secuencia gráfica de la salida
El rostro alegre, radiante, de la hermana mayor de Santa Ana, Eva María Ramírez, era fiel reflejo de la alegría que los miembros de la Junta de Gobierno de esta Corporación estaban sintiendo con motivo de la procesión extraordinaria que recorrió el centro de Dos Hermanas durante la noche de ayer y madrugada de hoy. Y es que Eva María Ramírez, sus compañeros de Junta de Gobierno, los integrantes del Grupo Joven y cuantos han hecho posible esta conmemoración estaban siendo más que conscientes de la jornada histórica que estaban viviendo. Porque, aunque sea difícil la traslación, todos ellos encarnaban de alguna forma a las personas que en el año 1523 aprobaron las primeras Reglas de la Hermandad de Santa Ana.
Y todo ello se reflejó de alguna forma no sólo en todos ellos, sino en el pueblo nazareno que salió al encuentro con su Patrona y con su Hermandad. Por eso se pudo vivir una fiesta que quedará también para los anales de la ciudad.
Al principio, toda la atención con este motivo se concentró en el interior de la Parroquia de Santa María Magdalena, donde a partir de las siete de la tarde se iba a oficiar la ceremonia religiosa que presidiría el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses. Ya para entonces, la Santa, luciendo su nuevo juego de corona, al igual que la Virgen y su Hijo, y el manto creado con motivo del V Centenario Fundacional, se mostraba majestuosa sobre su paso, mientras en el exterior comenzaron a concentrarse poco a poco cuantos devotos, o no, quisieron ser testigos de esta salida procesional histórica.
Sobre las nueve menos cuarto, en la hora prevista, comenzaron a salir por la puerta de la Parroquia todos cuantos componían el cortejo, con las distintas representaciones de las hermandades de penitencia, gloria y agrupaciones parroquiales, además de las representaciones de la vida en la ciudad tanto municipal, con el alcalde Francisco Rodríguez al frente; como religiosa, con el arzobispo en sus primeros pasos y luego siempre con el párroco don Manuel Sánchez de Heredia, policial y militar. Y ya sería pasados unos minutos las nueve de la noche cuando lo hacía el paso con Santa Ana, magníficamente llevado por los capataces Jesús García Ramírez y José Antonio Sánchez Reguera, quienes a lo largo del recorrido que completaron hicieron que el paso luciera de forma esplendorosa.
Tras rodear la Plaza de la Constitución, la comitiva, que en estos primeros momentos abrió la Banda de Cornetas y Tambores de la Presentación al Pueblo y que cerraba la Banda de Música Santa Ana de Dos Hermanas, se dirigió hacia la calle Real Utrera, pasando muy cerca de su capilla, y de allí hasta la Mina, donde las representaciones de las hermandades y agrupaciones completaron un largo pasillo antes de dejar ya sólo a la Hermandad el peso de la procesión. Y allí se despidieron mientras que la Banda de la Presentación se lució de nuevo en un encuentro cara a cara con la Santa.
Y a partir de ahí, callejeando, se fueron sucediendo los encuentros con las distintas bandas de música de la ciudad, que quisieron sumarse con sus sones a la fiesta conmemorativa que se estaba celebrando. Así, se pudieron escuchar las marchas que interpretaron la Banda de Cornetas y Tambores Entre Azahares, por la zona de la calle Antonia Díaz; la Banda de Música Ciudad de Dos Hermanas, por la calle Rivas; la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Estrella, por Melliza; y la Agrupación Musical Nuestra Señora de Valme, por Santa María Magdalena.
Entre estos sones musicales, por calles muchas de ellas adornadas para la ocasión con banderitas de España o colgaduras en los balcones, fue transcurriendo la procesión hasta otro de los momentos más esperados, su entrada en la calle Divina Pastora, bellamente engalanada de nuevo por sus vecinos por suelo y cielo, y que quisieron agradecer la presencia de su Patrona con el lanzamiento incluso de fuegos artificiales.
Ya durante la madrugada, se fueron sucediendo música y aplausos ante el paso que portaba a la Patrona, culminando un recorrido por una calle Real especialmente embellecida que incluso mostró para la ocasión arcos iluminados, dibujando de nuevo unas estampas únicas que quedarán para el recuerdo de todos.
Tras estos fastos, la ‘normalidad’ en la Hermandad de Santa Ana volverá a su día a día, eso sí, en espera de los nuevos acontecimientos que se irán sucediendo más adelante hasta que acabe este histórico 2023. De momento, Santa Ana regresará esta noche a su capilla, en un breve recorrido que se iniciará a las 21:00 horas, seguramente con ya todo más en la intimidad, pero con el grato sabor de la histórica procesión vivida tan sólo unas horas antes.
Secuencia gráfica de la salida
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL