Carolina Robles asegura que se encuentra ahora mismo “en el mejor momento de mi carrera profesional”, y lo dice estando en las puertas de participar en el Campeonato del Mundo que se va a celebrar del 19 al 27 de agosto en Budapest, a donde acude con grandes esperanzas de hacer un gran papel.
Pero, además, esta atleta quinteña es protagonista este mes de agosto porque es la cara visible del Calendario ‘Agárrate a la Vida’ que edita la Delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Dos Hermanas, lo que asegura que es algo que le llena de orgullo, además de una prueba del compromiso del municipio con la igualdad entre hombres y mujeres.
Como también le llena de orgullo, tanto a ella como a sus paisanos quiteños, los logros que ha conseguido como atleta de primer nivel. Carolina Robles Campos, 31 años, casada con Daniel Manzanares y perteneciente en estos momentos al club BM Bilbao, es actual campeona de España de 3.000 metros obstáculos, fue olímpica en Tokio y finalista en el Europeo 2021. Ahora, tras lograr su mejor marca personal, se encuentra a punto de participar en un nuevo Mundial, el que acoge la próxima semana la ciudad de Budapest, y con el sueño en el horizonte de acudir a otra cita olímpica, en esta ocasión en París 2024.
De todo lo logrado y de los sueños que tiene para el futuro, incluido el de seguir haciendo crecer la Escuela de Atletismo para niños y niñas y el Club de Atletismo, ambos en Montequinto, que ha creado junto con su marido, habla a partir de ahora en primera persona, sin olvidar incluso la posibilidad de ser madre y, por qué no, de seguir compitiendo al máximo nivel.
“Cuando me comunicaron que me habían propuesto para integrar el Calendario ‘Agárrate a la Vida’, que lo hizo la propia delegada de Deportes, Victoria Tirsa Hervás, con quien tengo un especial vínculo, pues contesté que por supuesto, que estaba encantada de formar parte de un calendario de mujeres nazarenas. Por eso, que hayan contado conmigo mientras estoy en activo y poder disfrutarlo, pues es algo que agradezco mucho. Además, pocas veces he visto un calendario en el que aparezcan en exclusiva mujeres, lo que quiere decir que el Ayuntamiento de Dos Hermanas se preocupa mucho por la igualdad”.
“La ilusión que tenía cuando era niña por conseguir ser atleta no la he perdido en ningún momento, incluso diría que se ha ido incrementando. Cuando eres niña te creas tus ilusiones, tienes tus sueños, y esa ilusión se va alimentando con aquello que vas consiguiendo y que vas viviendo. Es verdad que desde pequeña siempre tuve el objetivo de ser olímpica. Cuando veía unos Juegos Olímpicos, me decía que yo quería estar ahí. Entonces, el hecho de haberlo conseguido me dio al principio un poco de miedo, porque cuando llegué a casa me pregunté qué iba a ser ahora de mí, porque era algo que yo veía como la razón de mi vida, pero, lejos de la realidad, lo que hizo fue alimentar ese deseo de volver estar allí y de hacerlo mejor aún si cabe. Quiero eso, vivir otros juegos porque cada uno son distintos. A mí me tocó vivir uno en un momento en el que todos estábamos confinados prácticamente y con muchas limitaciones, y ahora, por ejemplo, en París va a ser totalmente distinto y, además, con público en las gradas. Por eso quiero vivirlo”.
“De mi primera experiencia olímpica me voy a quedar siempre con el recuerdo de estar en la cámara de llamadas previa a la final. Yo tuve la mala o buena suerte de caerme en la semifinal, y pese a que tenía tocada la cadera, porque no sé ni cómo la pude terminar, recuerdo estar allí y me decía: “¡Madre mía, a las que tengo al lado, que son mis ídolos!”. E incluso me tocó justo detrás de la atleta estadounidense Emma Coburn, que fue campeona del mundo de 3000 obstáculos en 2017, y que era mi ídolo. Entonces, era una sensación… parecía como si estuviera en un sueño. Y cuando abrieron la puerta de salida al estadio, pese a que estaba vacío, esa sensación te transmite al alma algo muy bonito. Ese fue el mejor recuerdo que conservo”.
“Ahora mismo diría que me encuentro en el mejor momento de mi carrera profesional. El año pasado ya lo alcancé en el campeonato del Mundo que se celebró en Oregón. Este año he tenido muchísimos percances a lo largo de la temporada, porque empecé el año nuevo con una lesión que he estado lastrando durante todo el mes de mayo. Fueron muchísimos meses de lesión y me daba miedo ver que no mejoraba porque, además, el campeonato del Mundo se echaba encima y las clasificaciones tenían que hacerse un mes antes. Y no sé cómo lo hicimos, pero al final logré mi mejor marca personal, además por bastante, lo que me permitió clasificarme para el Campeonato del Mundo que se va a celebrar del 19 al 27 de agosto en Budapest. Y estas últimas semanas estoy haciendo unos entrenamientos increíbles, lo que me hace pensar muy positivamente de cara a este Mundial. Para allá me voy el día 20 de agosto y compito el día 23 en la semifinal. Y si todo sale bien, estaría en la final del día 27. Y, además, con público”.
“Y si ya consigo llegar a los Juegos Olímpicos de París, eso seguro que marcará un antes y después en mi carrera deportiva. Es verdad que el hecho de ir a la de Tokio ya me sirvió para decir que lo logré después de 22 años entrenando, pero ahora en París sí que lo marcaría porque la atleta que fue a Tokio fue un poquito inocente y ahora sí que tengo bastante más experiencia porque he vivido ya más campeonatos internacionales”.
“Yo siempre he sido una enamorada del 1500. Siempre digo que soy una mediofondista frustrada, pero llegó un momento en el que vi que ya tenía 25 años, que había hecho marca personal, pero que estaba muy lejos de hacer esas marcas que me pudieran llevar a unos juegos olímpicos. Y fue precisamente mi marido, que probó un día en los 3.000 metros obstáculos, el que me comentó esta posibilidad. Probé al año siguiente, con la cosa de que bajé de los diez minutos, que eso es una barrera que te lleva mucho tiempo conseguir, logrando además ser medallista nacional, en la que fue mi primera medalla en un nacional absoluto, y entonces ya me dije que esta era mi prueba. Y ya, mirando al horizonte, me gustaría probar con las maratones. A veces, cuando lo pienso, me da un poco de vértigo porque es una distancia muy larga y para llegar a estar en la élite hay que ir a un ritmo muy alto. Yo ahora mismo estoy entrenando entre 120 y 130 kilómetros a la semana, distancia que probablemente será la mitad de lo que tenga que hacer cuando sea maratoniana. Es verdad que es un objetivo que me gusta, pero cuando haga mi primera maratón ya veré si sirvo o no para ello”.
“De todos los títulos conseguidos, del que me siento más satisfecha fue el campeonato de España que gané el año pasado en Nerja. Fue un gustazo por fin ser campeona de España, porque era algo que llevaba persiguiendo desde hacía muchos años. Había sido campeona de España en todas las categorías posibles, pero se me resistía el título a nivel absoluto, y encima éste lo logré en Andalucía, con mis padres presentes, mi hermana, mi novio y muchísima gente que me conocía. Por todo esto fue espectacular, la verdad. Y además es que fue una final muy bonita”.
“Pensando también en el futuro, el inicio tanto con el Club como con la Escuela fue mirando eso. Cuando salí de la universidad, vi que el que era mi club se había disuelto, algo que me daba mucha pena, y entonces empecé poco a poco a intentar educar a los niños y niñas en el atletismo, a lo que luego se sumaron los adultos, de forma que hemos ido creciendo en familia. Y cada vez somos más. Es verdad que al principio lo hicimos como algo lúdico, pero lo que me gustaría es ir un poco más hacia el alto rendimiento y llegar, como me ha pasado a mí, a vivir un sueño. Y en un futuro nos gustaría a mi marido y a mí seguir trabajando en ello y contar con un centro bien preparado y dotado para lograr hacer avanzar al máximo a los atletas”.
“Pero, por otra parte, quiero tener hijos, aunque ahora mismo no sea oportuno. Tal vez lo buscaré cuando pasen los próximos Juegos Olímpicos de París, pero va a depender de mi rendimiento el próximo año y de los objetivos, de si debo esperar a dar el paso a la maratón y tentar un poco la suerte todavía con mi alto rendimiento. En cuanto a mi vida profesional, espero que me quede aún mucha cuerda. La suerte que tenemos hoy en día es que, por lo menos en cuanto al Consejo Superior de Deportes, existen una serie de ayudas para las atletas una vez que nos llega la edad de ser madres, que nos permite, estando en alto rendimiento, seguir percibiéndolas. Y gracias a esto, hoy en día se ven más atletas que pueden ser madres y seguir compitiendo, como ha ocurrido, por ejemplo, con Ana Peleteiro. En cualquier caso, yo me sigo viendo atleta prácticamente de por vida, por eso me gustaría estar en alto rendimiento el máximo tiempo posible”.
Pero, además, esta atleta quinteña es protagonista este mes de agosto porque es la cara visible del Calendario ‘Agárrate a la Vida’ que edita la Delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Dos Hermanas, lo que asegura que es algo que le llena de orgullo, además de una prueba del compromiso del municipio con la igualdad entre hombres y mujeres.
Como también le llena de orgullo, tanto a ella como a sus paisanos quiteños, los logros que ha conseguido como atleta de primer nivel. Carolina Robles Campos, 31 años, casada con Daniel Manzanares y perteneciente en estos momentos al club BM Bilbao, es actual campeona de España de 3.000 metros obstáculos, fue olímpica en Tokio y finalista en el Europeo 2021. Ahora, tras lograr su mejor marca personal, se encuentra a punto de participar en un nuevo Mundial, el que acoge la próxima semana la ciudad de Budapest, y con el sueño en el horizonte de acudir a otra cita olímpica, en esta ocasión en París 2024.
De todo lo logrado y de los sueños que tiene para el futuro, incluido el de seguir haciendo crecer la Escuela de Atletismo para niños y niñas y el Club de Atletismo, ambos en Montequinto, que ha creado junto con su marido, habla a partir de ahora en primera persona, sin olvidar incluso la posibilidad de ser madre y, por qué no, de seguir compitiendo al máximo nivel.
“Cuando me comunicaron que me habían propuesto para integrar el Calendario ‘Agárrate a la Vida’, que lo hizo la propia delegada de Deportes, Victoria Tirsa Hervás, con quien tengo un especial vínculo, pues contesté que por supuesto, que estaba encantada de formar parte de un calendario de mujeres nazarenas. Por eso, que hayan contado conmigo mientras estoy en activo y poder disfrutarlo, pues es algo que agradezco mucho. Además, pocas veces he visto un calendario en el que aparezcan en exclusiva mujeres, lo que quiere decir que el Ayuntamiento de Dos Hermanas se preocupa mucho por la igualdad”.
“La ilusión que tenía cuando era niña por conseguir ser atleta no la he perdido en ningún momento, incluso diría que se ha ido incrementando. Cuando eres niña te creas tus ilusiones, tienes tus sueños, y esa ilusión se va alimentando con aquello que vas consiguiendo y que vas viviendo. Es verdad que desde pequeña siempre tuve el objetivo de ser olímpica. Cuando veía unos Juegos Olímpicos, me decía que yo quería estar ahí. Entonces, el hecho de haberlo conseguido me dio al principio un poco de miedo, porque cuando llegué a casa me pregunté qué iba a ser ahora de mí, porque era algo que yo veía como la razón de mi vida, pero, lejos de la realidad, lo que hizo fue alimentar ese deseo de volver estar allí y de hacerlo mejor aún si cabe. Quiero eso, vivir otros juegos porque cada uno son distintos. A mí me tocó vivir uno en un momento en el que todos estábamos confinados prácticamente y con muchas limitaciones, y ahora, por ejemplo, en París va a ser totalmente distinto y, además, con público en las gradas. Por eso quiero vivirlo”.
“De mi primera experiencia olímpica me voy a quedar siempre con el recuerdo de estar en la cámara de llamadas previa a la final. Yo tuve la mala o buena suerte de caerme en la semifinal, y pese a que tenía tocada la cadera, porque no sé ni cómo la pude terminar, recuerdo estar allí y me decía: “¡Madre mía, a las que tengo al lado, que son mis ídolos!”. E incluso me tocó justo detrás de la atleta estadounidense Emma Coburn, que fue campeona del mundo de 3000 obstáculos en 2017, y que era mi ídolo. Entonces, era una sensación… parecía como si estuviera en un sueño. Y cuando abrieron la puerta de salida al estadio, pese a que estaba vacío, esa sensación te transmite al alma algo muy bonito. Ese fue el mejor recuerdo que conservo”.
“Ahora mismo diría que me encuentro en el mejor momento de mi carrera profesional. El año pasado ya lo alcancé en el campeonato del Mundo que se celebró en Oregón. Este año he tenido muchísimos percances a lo largo de la temporada, porque empecé el año nuevo con una lesión que he estado lastrando durante todo el mes de mayo. Fueron muchísimos meses de lesión y me daba miedo ver que no mejoraba porque, además, el campeonato del Mundo se echaba encima y las clasificaciones tenían que hacerse un mes antes. Y no sé cómo lo hicimos, pero al final logré mi mejor marca personal, además por bastante, lo que me permitió clasificarme para el Campeonato del Mundo que se va a celebrar del 19 al 27 de agosto en Budapest. Y estas últimas semanas estoy haciendo unos entrenamientos increíbles, lo que me hace pensar muy positivamente de cara a este Mundial. Para allá me voy el día 20 de agosto y compito el día 23 en la semifinal. Y si todo sale bien, estaría en la final del día 27. Y, además, con público”.
“Y si ya consigo llegar a los Juegos Olímpicos de París, eso seguro que marcará un antes y después en mi carrera deportiva. Es verdad que el hecho de ir a la de Tokio ya me sirvió para decir que lo logré después de 22 años entrenando, pero ahora en París sí que lo marcaría porque la atleta que fue a Tokio fue un poquito inocente y ahora sí que tengo bastante más experiencia porque he vivido ya más campeonatos internacionales”.
“Yo siempre he sido una enamorada del 1500. Siempre digo que soy una mediofondista frustrada, pero llegó un momento en el que vi que ya tenía 25 años, que había hecho marca personal, pero que estaba muy lejos de hacer esas marcas que me pudieran llevar a unos juegos olímpicos. Y fue precisamente mi marido, que probó un día en los 3.000 metros obstáculos, el que me comentó esta posibilidad. Probé al año siguiente, con la cosa de que bajé de los diez minutos, que eso es una barrera que te lleva mucho tiempo conseguir, logrando además ser medallista nacional, en la que fue mi primera medalla en un nacional absoluto, y entonces ya me dije que esta era mi prueba. Y ya, mirando al horizonte, me gustaría probar con las maratones. A veces, cuando lo pienso, me da un poco de vértigo porque es una distancia muy larga y para llegar a estar en la élite hay que ir a un ritmo muy alto. Yo ahora mismo estoy entrenando entre 120 y 130 kilómetros a la semana, distancia que probablemente será la mitad de lo que tenga que hacer cuando sea maratoniana. Es verdad que es un objetivo que me gusta, pero cuando haga mi primera maratón ya veré si sirvo o no para ello”.
“De todos los títulos conseguidos, del que me siento más satisfecha fue el campeonato de España que gané el año pasado en Nerja. Fue un gustazo por fin ser campeona de España, porque era algo que llevaba persiguiendo desde hacía muchos años. Había sido campeona de España en todas las categorías posibles, pero se me resistía el título a nivel absoluto, y encima éste lo logré en Andalucía, con mis padres presentes, mi hermana, mi novio y muchísima gente que me conocía. Por todo esto fue espectacular, la verdad. Y además es que fue una final muy bonita”.
“Pensando también en el futuro, el inicio tanto con el Club como con la Escuela fue mirando eso. Cuando salí de la universidad, vi que el que era mi club se había disuelto, algo que me daba mucha pena, y entonces empecé poco a poco a intentar educar a los niños y niñas en el atletismo, a lo que luego se sumaron los adultos, de forma que hemos ido creciendo en familia. Y cada vez somos más. Es verdad que al principio lo hicimos como algo lúdico, pero lo que me gustaría es ir un poco más hacia el alto rendimiento y llegar, como me ha pasado a mí, a vivir un sueño. Y en un futuro nos gustaría a mi marido y a mí seguir trabajando en ello y contar con un centro bien preparado y dotado para lograr hacer avanzar al máximo a los atletas”.
“Pero, por otra parte, quiero tener hijos, aunque ahora mismo no sea oportuno. Tal vez lo buscaré cuando pasen los próximos Juegos Olímpicos de París, pero va a depender de mi rendimiento el próximo año y de los objetivos, de si debo esperar a dar el paso a la maratón y tentar un poco la suerte todavía con mi alto rendimiento. En cuanto a mi vida profesional, espero que me quede aún mucha cuerda. La suerte que tenemos hoy en día es que, por lo menos en cuanto al Consejo Superior de Deportes, existen una serie de ayudas para las atletas una vez que nos llega la edad de ser madres, que nos permite, estando en alto rendimiento, seguir percibiéndolas. Y gracias a esto, hoy en día se ven más atletas que pueden ser madres y seguir compitiendo, como ha ocurrido, por ejemplo, con Ana Peleteiro. En cualquier caso, yo me sigo viendo atleta prácticamente de por vida, por eso me gustaría estar en alto rendimiento el máximo tiempo posible”.
FRANCISCO GIL / ANDALUCÍA DIGITAL