Dos Hermanas salió ayer al encuentro con su Patrona, y lo hizo consciente de que no era una procesión más, de que las casi cuatro horas que permaneció en la calle bien podían valer por los quinientos años que Santa Ana lleva ya al menos bajo su corona. Y la entrega por parte de unos y de otros fue absoluta.
Como se ha repetido tanto en estos días de efemérides y de celebraciones, Santa Ana es Dos Hermanas y Dos Hermanas es Santa Ana. Y con ese espíritu fue con el que muchos nazarenos y nazarenas, más seguramente de lo habitual para el pleno verano en el que nos encontramos, se decidieron a acudir a la llamada centenaria de su Patrona, haciendo que el lucimiento del paso se enalteciera aún mucho más.
Y hasta el tiempo, bastante llevadero cuando poco después de las ocho y media de la tarde el paso de la Santa se asomó a la Plaza de la Constitución, se quiso sumar a esta fiesta, haciendo que el dibujo de la tarde y de la noche que le siguió fuera tan perfecta que nadie se acordó del calor.
Porque si acaso el calor lo puso en esta ocasión la procesión, con sus dos bandas nazarenas, la de Cornetas y Tambores de la Presentación al Pueblo que quiso reivindicarse con una entrega absoluta tanto de sus titulares como de los invitados a participar en la celebración, también, de su 35 aniversario, y la de Santa Ana, señera igualmente, y que permitió el lucimiento de los costaleros que portaron el paso, que no escatimaron ni un solo esfuerzo para enaltecer a su Patrona.
La comitiva, con las representaciones de las hermandades nazarenas, contó con la presencia de la corporación de Santa Ana y su hermana mayor, Eva María Ramírez, a la cabeza, además de con los miembros de la Junta Superior del Consejo de Hermandades y Cofradías, con la presencia del párroco de Santa María Magdalena, don Manuel Sánchez de Heredia, y, en la parte política, con el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Rodríguez, quien estuvo acompañado por varios miembros de su equipo de gobierno y por concejales de los grupos del PP y Vox.
Y donde pudiera parecer que se trataba de una celebración de la festividad de Santa Ana como la de otras tantas, en el espíritu y por las calles se entendía perfectamente que no era así, que la gente pensaba en esos quinientos años y las distintas colgaduras que así lo recordaban además. Un acontecimiento que ha llevado a la Hermandad a vivir un año vertiginoso con la organización de distintos actos y que, tras el parón que les ha supuesto la organización de los cultos en honor a la Abuela y esta salida procesional, volverán a retomar con fuerza a partir del mes de septiembre.
Pero también en la procesión de ayer destacó el protagonismo de la presencia de un conjunto de Santas Reliquias de la Sagrada Familia, que les acompañó durante la Función Principal de Instituto y que luego fueron portadas por el historiador nazareno y hermano de dicha Corporación Jesús Barbero Rodríguez, quien se encontrará escoltado por los actuales propietarios de dichas reliquias, Nicolás Callejas y Sánchez y Dámaris Fernández Portero.
Así que todo transcurrió entre el lucimiento, el embellecimiento y la renovación de la devoción de los nazarenos y nazarenas hacia su Patrona, que, con los sones del Himno Nacional, realizó su entrada en el templo en los primeros minutos de la madrugada de este jueves.
Secuencia gráfica de la salida
Como se ha repetido tanto en estos días de efemérides y de celebraciones, Santa Ana es Dos Hermanas y Dos Hermanas es Santa Ana. Y con ese espíritu fue con el que muchos nazarenos y nazarenas, más seguramente de lo habitual para el pleno verano en el que nos encontramos, se decidieron a acudir a la llamada centenaria de su Patrona, haciendo que el lucimiento del paso se enalteciera aún mucho más.
Y hasta el tiempo, bastante llevadero cuando poco después de las ocho y media de la tarde el paso de la Santa se asomó a la Plaza de la Constitución, se quiso sumar a esta fiesta, haciendo que el dibujo de la tarde y de la noche que le siguió fuera tan perfecta que nadie se acordó del calor.
Porque si acaso el calor lo puso en esta ocasión la procesión, con sus dos bandas nazarenas, la de Cornetas y Tambores de la Presentación al Pueblo que quiso reivindicarse con una entrega absoluta tanto de sus titulares como de los invitados a participar en la celebración, también, de su 35 aniversario, y la de Santa Ana, señera igualmente, y que permitió el lucimiento de los costaleros que portaron el paso, que no escatimaron ni un solo esfuerzo para enaltecer a su Patrona.
La comitiva, con las representaciones de las hermandades nazarenas, contó con la presencia de la corporación de Santa Ana y su hermana mayor, Eva María Ramírez, a la cabeza, además de con los miembros de la Junta Superior del Consejo de Hermandades y Cofradías, con la presencia del párroco de Santa María Magdalena, don Manuel Sánchez de Heredia, y, en la parte política, con el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Rodríguez, quien estuvo acompañado por varios miembros de su equipo de gobierno y por concejales de los grupos del PP y Vox.
Y donde pudiera parecer que se trataba de una celebración de la festividad de Santa Ana como la de otras tantas, en el espíritu y por las calles se entendía perfectamente que no era así, que la gente pensaba en esos quinientos años y las distintas colgaduras que así lo recordaban además. Un acontecimiento que ha llevado a la Hermandad a vivir un año vertiginoso con la organización de distintos actos y que, tras el parón que les ha supuesto la organización de los cultos en honor a la Abuela y esta salida procesional, volverán a retomar con fuerza a partir del mes de septiembre.
Pero también en la procesión de ayer destacó el protagonismo de la presencia de un conjunto de Santas Reliquias de la Sagrada Familia, que les acompañó durante la Función Principal de Instituto y que luego fueron portadas por el historiador nazareno y hermano de dicha Corporación Jesús Barbero Rodríguez, quien se encontrará escoltado por los actuales propietarios de dichas reliquias, Nicolás Callejas y Sánchez y Dámaris Fernández Portero.
Así que todo transcurrió entre el lucimiento, el embellecimiento y la renovación de la devoción de los nazarenos y nazarenas hacia su Patrona, que, con los sones del Himno Nacional, realizó su entrada en el templo en los primeros minutos de la madrugada de este jueves.
Secuencia gráfica de la salida
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL