La Hermandad del Rocío regresó en la noche de este jueves a Dos Hermanas, y lo hizo con rostros de cansancio pero también de agradecimiento por todo lo vivido. De ahí la felicidad de cuantos han podido completar esta peregrinación hasta la aldea almonteña. El primero de ellos, José Antonio Alonso Cardona, que completaba además su primer camino como hermano mayor.
La entrada de los romeros y de sus carretas, con el Simpecado como referente, se hizo de forma muy directa, siguiendo el mismo camino que el de la ida, pero en este caso con la mayoría de los rocieros nazarenos que los aguardaban concentrados en torno a la Plazoleta de Valme, donde la parada era obligatoria para rezar una vez más en comunión y mostrar el agradecimiento por un camino que se ha completado sin incidencias.
El primero que destacaba este aspecto era el propio hermano mayor del Rocío de Dos Hermanas, que, mientras caminaba ya con la vista puesta en la Parroquia de Santa María Magdalena, afirmaba que se había realizado un camino perfecto. De ahí que de su boca no saliera otra palabra que la de “agradecimiento”.
“Es que no me sale otra palabra. Agradecimiento a mi Junta de Gobierno, a mi familia, a mi reunión rociera, a todos los que colaboran con la hermandad sin pertenecer a la junta, a los que nos han acompañado durante el camino... A todos ellos, gracias”, dijo José Antonio Alonso Cardona, quien además mostraba su satisfacción por ver cumplido “ese sueño que yo tenía desde pequeño”. “Unos sueñan con ser futbolistas y otros con toreros”, añadió, “pero yo siempre soñé con ser hermano mayor de la Hermandad del Rocío de mi pueblo. Y ese sueño se ha cumplido”.
De esta peregrinación, José Antonio Alonso se queda con ese momento histórico en el que se encontraron en El Rocío con sus hermanos de la filial de Montequinto, y con esos momentos tan emocionantes que vivieron. Y es que los sentimientos afloran cuando se aúnan Rocío, romeros y seres queridos, y, sobre todo, vivencias.
Como decíamos, la carreta con el Simpecado fue recibida por numerosos nazarenos y nazarenas, viviéndose de nuevo esos momentos que se ofrecen con las sevillanas rocieras que se le dedicaron mientras se caminaba en busca de Santa María Magdalena o durante la presentación ante el monumento a la Virgen de Valme, a cuyos pies se encontraba un año más el párroco de Santa María Magdalena, don Manuel Sánchez de Heredia; la delegada de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento, Rosario Sánchez; el delegado de Movilidad, Antonio Morán, y el hermano mayor de Valme, Hugo Santos Gil.
Y desde allí hasta la Parroquia, donde el Simpecado llegó en torno a las nueve y media de una tarde que ya caía poco a poco, y donde volvieron todos a encontrarse con esos vecinos que añoran el camino pero que no han podido hacerlo por tantos motivos. De ahí las emociones que volvieron a vivirse.
Secuencia gráfica de la llegada
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La entrada de los romeros y de sus carretas, con el Simpecado como referente, se hizo de forma muy directa, siguiendo el mismo camino que el de la ida, pero en este caso con la mayoría de los rocieros nazarenos que los aguardaban concentrados en torno a la Plazoleta de Valme, donde la parada era obligatoria para rezar una vez más en comunión y mostrar el agradecimiento por un camino que se ha completado sin incidencias.
El primero que destacaba este aspecto era el propio hermano mayor del Rocío de Dos Hermanas, que, mientras caminaba ya con la vista puesta en la Parroquia de Santa María Magdalena, afirmaba que se había realizado un camino perfecto. De ahí que de su boca no saliera otra palabra que la de “agradecimiento”.
“Es que no me sale otra palabra. Agradecimiento a mi Junta de Gobierno, a mi familia, a mi reunión rociera, a todos los que colaboran con la hermandad sin pertenecer a la junta, a los que nos han acompañado durante el camino... A todos ellos, gracias”, dijo José Antonio Alonso Cardona, quien además mostraba su satisfacción por ver cumplido “ese sueño que yo tenía desde pequeño”. “Unos sueñan con ser futbolistas y otros con toreros”, añadió, “pero yo siempre soñé con ser hermano mayor de la Hermandad del Rocío de mi pueblo. Y ese sueño se ha cumplido”.
De esta peregrinación, José Antonio Alonso se queda con ese momento histórico en el que se encontraron en El Rocío con sus hermanos de la filial de Montequinto, y con esos momentos tan emocionantes que vivieron. Y es que los sentimientos afloran cuando se aúnan Rocío, romeros y seres queridos, y, sobre todo, vivencias.
Como decíamos, la carreta con el Simpecado fue recibida por numerosos nazarenos y nazarenas, viviéndose de nuevo esos momentos que se ofrecen con las sevillanas rocieras que se le dedicaron mientras se caminaba en busca de Santa María Magdalena o durante la presentación ante el monumento a la Virgen de Valme, a cuyos pies se encontraba un año más el párroco de Santa María Magdalena, don Manuel Sánchez de Heredia; la delegada de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento, Rosario Sánchez; el delegado de Movilidad, Antonio Morán, y el hermano mayor de Valme, Hugo Santos Gil.
Y desde allí hasta la Parroquia, donde el Simpecado llegó en torno a las nueve y media de una tarde que ya caía poco a poco, y donde volvieron todos a encontrarse con esos vecinos que añoran el camino pero que no han podido hacerlo por tantos motivos. De ahí las emociones que volvieron a vivirse.
Secuencia gráfica de la llegada
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REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
