Parece que siempre se vive la misma estampa, que la impronta es la misma, y hasta los personajes, pero siempre es distinta por más que nos lo imaginemos igual, por más que los recuerdos del ayer se mantengan frescos. Y así ha sucedido hoy, cuando bien temprano la Hermandad del Rocío de Dos Hermanas se puso en marcha nuevamente para dirigirse hasta la aldea almonteña.
El propio hermano mayor del Rocío de Dos Hermanas lo destacaba poco después de iniciar el camino: “No recordaba en los últimos años una Misa de Romeros con tanta afluencia de hermanos. La respuesta además en la calle ha sido espectacular, lo que hace que podamos vivir un día muy bonito. Ojalá que todos lo podamos disfrutar”. Y es que ha sido así. Un interior de la Parroquia de Santa María Magdalena que estuvo repleta para asistir a una Misa de Romeros que empezó sobre las seis y media de la mañana, y un exterior, donde aguardaba la carreta del Simpecado, que ya empezaba a vivir una auténtica fiesta.
Con tanto tiempo se han hecho las cosas este año, que, al contrario que en los anteriores, hasta hubo que hacer alguna que otra espera para tratar de cumplir con los horarios previstos. Es más, con el Simpecado ya colocado en su carreta, hasta hubo que hacer algo de tiempo para tampoco adelantarse mucho al inicio que estaba marcado para dar los primeros pasos; que, con todo, se iniciaron unos cinco minutos antes de las ocho.
Y ya a partir de ahí todo fue fluido. El Coro de la Hermandad rompiendo el frío con sus sevillanas, las romeras con sus cómodos pero vistosos trajes rocieros, los caballistas abriendo el camino, las carretas preparadas para cerrar el discurrir de los romeros, y muchos nazarenos y nazarenas a un lado y otro del recorrido con el móvil en mano tratando de captar alguna estampa que llevarse de recuerdo.
Y, entre todos, las autoridades civiles, eclesiásticas y policiales de la ciudad. Junto al hermano mayor de Dos Hermanas estuvo en todo momento el alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez, y en medio de todos ellos, el párroco de Santa María Magdalena, don Manuel Sánchez de Heredia. Pero además estaban el presidente del Consejo de Hermandades Cofradías, Francisco Alba, así como el hermano mayor de Valme, quien los acompañó a todos hasta que la carreta con el Simpecado se plantó a los pies del monumento a la Virgen de Valme en la Plazoleta, donde se rezó la Salve. Y unos pasos por delante, el comisario jefe de la Policía Nacional, Francisco Javier Vidal, y el jefe de la Policía Local, Francisco Monge.
Y, a partir de ahí, fue el discurrir por la estrecha calle Santa María Magdalena, por el que transcurrió el río de romeros en busca de la nueva ‘Rotonda de la Carreta’, donde se produjo la despedida oficial de Dos Hermanas y donde unos continuaron la marcha y otros ya se dieron la vuelta para sus empezar con sus tareas del día.
Junto a esta rotonda se cantó la Salve de la Hermandad nazarena y se dieron los últimos abrazos, algunos emocionados, sobre todo los que entrecruzó José Antonio Alonso Cardona, que se enfrentaba ya a su primera romería como hermano mayor, y con esos sentimientos de “ilusión” y “responsabilidad” que le embargaban.
Y la verdad es que no era para menos. Justo instantes antes, este nazareno, que nació hace casi 50 años un Domingo de Pentecostés, también abría su corazón para mostrar su orgullo por cumplirse un nuevo sueño, de ese que perdura en el seno de su familia desde los tiempos en los que su abuelo, Antonio Alonso Madueño, se convirtió en uno de los fundadores de la Hermandad del Rocío de Dos Hermanas; o en aquellos, andando por el año 1974, en los que su padre, Antonio Alonso Muñoz ‘El Pelao’ se convirtió en hermano mayor, o en los que su tía Pepita Alonso Muñoz, la famosa ‘Pepita La Camarera’, también se convirtió en una de las hermanas más recordadas de esta corporación. “Es inevitable que me acuerde en estos momentos de mi familia, porque mi relación con la Hermandad del Rocío de Dos Hermanas es algo que llevo en la sangre. Como se suele decir, yo he echado los dientes en la Hermandad, que es mi vida”.
A partir de la ‘Rotonda de la Carreta’, el objetivo de la Hermandad es ir cumpliendo con los compromisos adquiridos en cuanto a horarios y recorrido, y que las casi setecientas personas que la acompañan puedan disfrutar del nuevo camino que les queda por delante.
Secuencia gráfica de la salida
El propio hermano mayor del Rocío de Dos Hermanas lo destacaba poco después de iniciar el camino: “No recordaba en los últimos años una Misa de Romeros con tanta afluencia de hermanos. La respuesta además en la calle ha sido espectacular, lo que hace que podamos vivir un día muy bonito. Ojalá que todos lo podamos disfrutar”. Y es que ha sido así. Un interior de la Parroquia de Santa María Magdalena que estuvo repleta para asistir a una Misa de Romeros que empezó sobre las seis y media de la mañana, y un exterior, donde aguardaba la carreta del Simpecado, que ya empezaba a vivir una auténtica fiesta.
Con tanto tiempo se han hecho las cosas este año, que, al contrario que en los anteriores, hasta hubo que hacer alguna que otra espera para tratar de cumplir con los horarios previstos. Es más, con el Simpecado ya colocado en su carreta, hasta hubo que hacer algo de tiempo para tampoco adelantarse mucho al inicio que estaba marcado para dar los primeros pasos; que, con todo, se iniciaron unos cinco minutos antes de las ocho.
Y ya a partir de ahí todo fue fluido. El Coro de la Hermandad rompiendo el frío con sus sevillanas, las romeras con sus cómodos pero vistosos trajes rocieros, los caballistas abriendo el camino, las carretas preparadas para cerrar el discurrir de los romeros, y muchos nazarenos y nazarenas a un lado y otro del recorrido con el móvil en mano tratando de captar alguna estampa que llevarse de recuerdo.
Y, entre todos, las autoridades civiles, eclesiásticas y policiales de la ciudad. Junto al hermano mayor de Dos Hermanas estuvo en todo momento el alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez, y en medio de todos ellos, el párroco de Santa María Magdalena, don Manuel Sánchez de Heredia. Pero además estaban el presidente del Consejo de Hermandades Cofradías, Francisco Alba, así como el hermano mayor de Valme, quien los acompañó a todos hasta que la carreta con el Simpecado se plantó a los pies del monumento a la Virgen de Valme en la Plazoleta, donde se rezó la Salve. Y unos pasos por delante, el comisario jefe de la Policía Nacional, Francisco Javier Vidal, y el jefe de la Policía Local, Francisco Monge.
Y, a partir de ahí, fue el discurrir por la estrecha calle Santa María Magdalena, por el que transcurrió el río de romeros en busca de la nueva ‘Rotonda de la Carreta’, donde se produjo la despedida oficial de Dos Hermanas y donde unos continuaron la marcha y otros ya se dieron la vuelta para sus empezar con sus tareas del día.
Junto a esta rotonda se cantó la Salve de la Hermandad nazarena y se dieron los últimos abrazos, algunos emocionados, sobre todo los que entrecruzó José Antonio Alonso Cardona, que se enfrentaba ya a su primera romería como hermano mayor, y con esos sentimientos de “ilusión” y “responsabilidad” que le embargaban.
Y la verdad es que no era para menos. Justo instantes antes, este nazareno, que nació hace casi 50 años un Domingo de Pentecostés, también abría su corazón para mostrar su orgullo por cumplirse un nuevo sueño, de ese que perdura en el seno de su familia desde los tiempos en los que su abuelo, Antonio Alonso Madueño, se convirtió en uno de los fundadores de la Hermandad del Rocío de Dos Hermanas; o en aquellos, andando por el año 1974, en los que su padre, Antonio Alonso Muñoz ‘El Pelao’ se convirtió en hermano mayor, o en los que su tía Pepita Alonso Muñoz, la famosa ‘Pepita La Camarera’, también se convirtió en una de las hermanas más recordadas de esta corporación. “Es inevitable que me acuerde en estos momentos de mi familia, porque mi relación con la Hermandad del Rocío de Dos Hermanas es algo que llevo en la sangre. Como se suele decir, yo he echado los dientes en la Hermandad, que es mi vida”.
A partir de la ‘Rotonda de la Carreta’, el objetivo de la Hermandad es ir cumpliendo con los compromisos adquiridos en cuanto a horarios y recorrido, y que las casi setecientas personas que la acompañan puedan disfrutar del nuevo camino que les queda por delante.
Secuencia gráfica de la salida
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL