Santa Ana, Patrona de Dos Hermanas, es ya una vecina más de la calle Divina Pastora a raíz del descubrimiento y bendición en la tarde de ayer, día 28 de abril, de un azulejo con su imagen y con el recuerdo escrito con el que se quiere perpetuar la primera vez en la historia de esta calle en la que una hermandad pasó ella.
La calle Divina Pastora se viene distinguiendo desde los años de la dura pandemia por la entrega a sus fiestas y tradiciones, convirtiendo la larga línea recta que dibujan sus casas en un espacio entregado a la alegría y a la fiesta, y en la que sus vecinos dan todo lo mejor de ellos para adornarla con motivos que aludieran a las mismas. Y, claro, es algo que no pasa desapercibido en una Dos Hermanas que ya ha tenido la ocasión de reconocer esta singular labor y la entrega por entero de sus vecinos.
Por eso, la Hermandad de Santa Ana decidió, con motivo de la salida procesional de la Patrona el pasado 26 de julio, su festividad, recorrer un lugar que, curiosamente, ha visto pasar de largo en multitud de ocasiones a pasos con nuestros santos y vírgenes a través del Callejón Cruz que la atraviesa, pero nunca recorrerla en su totalidad, para de esta forma disfrutarla llenándose de sus adornos y de la entrega de la totalidad de sus vecinos.
Y así fue. “Nosotros”, dijo ayer la hermana mayor de Santa Ana, Eva María Ramírez, “después de aquello, pensamos: “De alguna manera le tenemos que agradecer a esta calle lo que han hecho por nosotros”. Y qué mejor manera de hacerlo que llevarles hasta allí a la Patrona”. Una calle que recibió a la Santa perfectamente engalanada con banderolas y guirnaldas alusivas a Ella.
“Cuando les comunicamos a sus vecinos que íbamos a pasar por su calle, se volcaron de una manera impresionante, y de verdad que lo que nosotros vivimos ese día queda para los que lo pudimos disfrutar”, añadió la hermana mayor de Santa Ana, quien continuó: “Fue algo muy difícil de describir, pero muy fácil de recordar, porque esta calle era un hervidero de emociones. Aquí lloramos, reímos, se dieron vivas, y disfrutamos de tal manera que no queríamos que la calle se terminara. Como Santa Ana tampoco quiso que se acabara, porque cuando llegó a la esquina del callejón Cruz, se volvió sobre los pasos de sus costaleros porque no se quería ir”.
Descubrimiento del azulejo
Todo este cruce de emociones y de recuerdos por lo que sucedió aquel 26 de julio de 2022 es lo que se ha tratado de plasmar en el azulejo que se descubrió en la tarde de ayer en la calle Divina Pastora y con el que la Hermandad de Santa Ana ha querido que quede perpetuado el paso, por primera vez en la historia de esta calle, de una hermandad. Presidido por una imagen de la Patrona, el texto que se puede leer en dicho azulejo es el siguiente: “En recuerdo del paso de la Patrona Santa Ana la noche del 26 de julio de 2022, siendo la primera Hermandad en la historia de esta calle que procesiona por ella. V Centenario de la Hermandad de Santa Ana. Dos Hermanas, año 20232”.
Y, claro, la expectativa de nuevo en la calle en la tarde de ayer fue grande, porque el tramo más próximo a donde se descubrió la placa se volvió a engalanar y en torno a él se volvieron a concentrar sus vecinos para vivir lo que para ellos era igualmente otro día histórico. Allí estuvo por supuesto la Hermandad de Santa Ana, con la citada hermana mayor al frente, pero tampoco quiso perderse este momento el párroco de Santa María Magdalena, don Manuel Sánchez de Heredia, ni el alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez.
Por eso, uno de los vecinos de la calle Divina Pastora, José Antonio Motilla Escudero, quiso agradecer en nombre de todos a la Hermandad de Santa Ana que hubieran hecho posible que la Patrona pasara por este lugar, “algo que nosotros disfrutamos muchísimo”. “Como sabéis”, añadió, “en esta calle somos una familia que queremos que todo el mundo se sienta aquí como en su casa. Por eso queremos agradecer este hermoso gesto de la Hermandad”.
“Hoy, en la calle Divina Pastora, gracias a Dios, podemos decir que nos juntamos para todo y no tenemos ningún problema para hacer cualquier cosa. Nuestra calle tuvo en cuenta que Santa Ana es la patrona de Dos Hermanas, de ahí que pensemos que esto que hacemos nosotros deberían hacerlo todas las calles, que se volcaran con su patrona lo mismo que se vuelcan los vecinos en todos los pueblos y ciudades”.
Una pequeña historia de amor
A los pies del azulejo que se iba a descubrir instantes después, la hermana mayor de Santa Ana tomó la palabra para, en primer lugar, mostrar su “agradecimiento” por el recibimiento de la calle en la tarde de ayer, algo que añadió que “esperábamos con mucha ilusión porque es materializar algo que ya viene de lejos. Esto es una pequeña historia de amor entre esta calle y la Hermandad de Santa Ana que comenzó precisamente a raíz de algo bastante negativo, como fue la pandemia”.
Eva María Ramírez recordó el dolor de aquellos días de confinamiento, en los que “nos robaron lo que nosotros creíamos que teníamos seguro: la vida, nuestras fiestas, nuestras tradiciones, nuestra libertad de poder salir a la calle, y nos confinó en nuestras casas y nos hizo plantearnos muchas cosas, que somos muy débiles y las cosas hay que disfrutarlas cuando podamos hacerlo”.
Por eso no pasó desapercibido por ellos ni casi por nadie en Dos Hermanas en aquellos días cómo a través de las redes sociales les llegaban imágenes de la labor que se estaba realizando en la calle Divina Pastora. “Recuerdo que, cada vez que llegaba una fiesta, engalanaban la calle como si no pasara nada, como si siguiéramos con nuestras tradiciones, como dándonos esperanza para decirnos que de esto vamos a salir, y hacerlo además con más fuerza y teniendo conciencia de lo afortunados que somos”, dijo Eva María Ramírez, de ahí que todo ese esfuerzo y toda esa entrega la quisieran compensar con la llegada hasta ella de la Patrona.
Y después de todo lo vivido, se dijeron en la Hermandad: “Pues que Santa Ana no se vaya de la calle. Que se quede como una vecina más de la calle Divina Pastora. Y eso es lo que hemos hecho: poner este azulejo para que Santa Ana sea una vecina más de Divina Pastora. Y para agradecerle a la calle que nos haya devuelto el sabor de pueblo, donde los vecinos se sentaban en la puerta de sus casas como hacéis vosotros, y charlaban, y hacían flores y se cuidaban unos a otros y nunca se sentían solos. Así que, por todo eso, muchísimas gracias y disfrutar a Santa Ana como lo que es: una vecina más de la calle Divina Pastora”.
La calle Divina Pastora se viene distinguiendo desde los años de la dura pandemia por la entrega a sus fiestas y tradiciones, convirtiendo la larga línea recta que dibujan sus casas en un espacio entregado a la alegría y a la fiesta, y en la que sus vecinos dan todo lo mejor de ellos para adornarla con motivos que aludieran a las mismas. Y, claro, es algo que no pasa desapercibido en una Dos Hermanas que ya ha tenido la ocasión de reconocer esta singular labor y la entrega por entero de sus vecinos.
Por eso, la Hermandad de Santa Ana decidió, con motivo de la salida procesional de la Patrona el pasado 26 de julio, su festividad, recorrer un lugar que, curiosamente, ha visto pasar de largo en multitud de ocasiones a pasos con nuestros santos y vírgenes a través del Callejón Cruz que la atraviesa, pero nunca recorrerla en su totalidad, para de esta forma disfrutarla llenándose de sus adornos y de la entrega de la totalidad de sus vecinos.
Y así fue. “Nosotros”, dijo ayer la hermana mayor de Santa Ana, Eva María Ramírez, “después de aquello, pensamos: “De alguna manera le tenemos que agradecer a esta calle lo que han hecho por nosotros”. Y qué mejor manera de hacerlo que llevarles hasta allí a la Patrona”. Una calle que recibió a la Santa perfectamente engalanada con banderolas y guirnaldas alusivas a Ella.
“Cuando les comunicamos a sus vecinos que íbamos a pasar por su calle, se volcaron de una manera impresionante, y de verdad que lo que nosotros vivimos ese día queda para los que lo pudimos disfrutar”, añadió la hermana mayor de Santa Ana, quien continuó: “Fue algo muy difícil de describir, pero muy fácil de recordar, porque esta calle era un hervidero de emociones. Aquí lloramos, reímos, se dieron vivas, y disfrutamos de tal manera que no queríamos que la calle se terminara. Como Santa Ana tampoco quiso que se acabara, porque cuando llegó a la esquina del callejón Cruz, se volvió sobre los pasos de sus costaleros porque no se quería ir”.
Descubrimiento del azulejo
Todo este cruce de emociones y de recuerdos por lo que sucedió aquel 26 de julio de 2022 es lo que se ha tratado de plasmar en el azulejo que se descubrió en la tarde de ayer en la calle Divina Pastora y con el que la Hermandad de Santa Ana ha querido que quede perpetuado el paso, por primera vez en la historia de esta calle, de una hermandad. Presidido por una imagen de la Patrona, el texto que se puede leer en dicho azulejo es el siguiente: “En recuerdo del paso de la Patrona Santa Ana la noche del 26 de julio de 2022, siendo la primera Hermandad en la historia de esta calle que procesiona por ella. V Centenario de la Hermandad de Santa Ana. Dos Hermanas, año 20232”.
Y, claro, la expectativa de nuevo en la calle en la tarde de ayer fue grande, porque el tramo más próximo a donde se descubrió la placa se volvió a engalanar y en torno a él se volvieron a concentrar sus vecinos para vivir lo que para ellos era igualmente otro día histórico. Allí estuvo por supuesto la Hermandad de Santa Ana, con la citada hermana mayor al frente, pero tampoco quiso perderse este momento el párroco de Santa María Magdalena, don Manuel Sánchez de Heredia, ni el alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez.
Por eso, uno de los vecinos de la calle Divina Pastora, José Antonio Motilla Escudero, quiso agradecer en nombre de todos a la Hermandad de Santa Ana que hubieran hecho posible que la Patrona pasara por este lugar, “algo que nosotros disfrutamos muchísimo”. “Como sabéis”, añadió, “en esta calle somos una familia que queremos que todo el mundo se sienta aquí como en su casa. Por eso queremos agradecer este hermoso gesto de la Hermandad”.
“Hoy, en la calle Divina Pastora, gracias a Dios, podemos decir que nos juntamos para todo y no tenemos ningún problema para hacer cualquier cosa. Nuestra calle tuvo en cuenta que Santa Ana es la patrona de Dos Hermanas, de ahí que pensemos que esto que hacemos nosotros deberían hacerlo todas las calles, que se volcaran con su patrona lo mismo que se vuelcan los vecinos en todos los pueblos y ciudades”.
Una pequeña historia de amor
A los pies del azulejo que se iba a descubrir instantes después, la hermana mayor de Santa Ana tomó la palabra para, en primer lugar, mostrar su “agradecimiento” por el recibimiento de la calle en la tarde de ayer, algo que añadió que “esperábamos con mucha ilusión porque es materializar algo que ya viene de lejos. Esto es una pequeña historia de amor entre esta calle y la Hermandad de Santa Ana que comenzó precisamente a raíz de algo bastante negativo, como fue la pandemia”.
Eva María Ramírez recordó el dolor de aquellos días de confinamiento, en los que “nos robaron lo que nosotros creíamos que teníamos seguro: la vida, nuestras fiestas, nuestras tradiciones, nuestra libertad de poder salir a la calle, y nos confinó en nuestras casas y nos hizo plantearnos muchas cosas, que somos muy débiles y las cosas hay que disfrutarlas cuando podamos hacerlo”.
Por eso no pasó desapercibido por ellos ni casi por nadie en Dos Hermanas en aquellos días cómo a través de las redes sociales les llegaban imágenes de la labor que se estaba realizando en la calle Divina Pastora. “Recuerdo que, cada vez que llegaba una fiesta, engalanaban la calle como si no pasara nada, como si siguiéramos con nuestras tradiciones, como dándonos esperanza para decirnos que de esto vamos a salir, y hacerlo además con más fuerza y teniendo conciencia de lo afortunados que somos”, dijo Eva María Ramírez, de ahí que todo ese esfuerzo y toda esa entrega la quisieran compensar con la llegada hasta ella de la Patrona.
Y después de todo lo vivido, se dijeron en la Hermandad: “Pues que Santa Ana no se vaya de la calle. Que se quede como una vecina más de la calle Divina Pastora. Y eso es lo que hemos hecho: poner este azulejo para que Santa Ana sea una vecina más de Divina Pastora. Y para agradecerle a la calle que nos haya devuelto el sabor de pueblo, donde los vecinos se sentaban en la puerta de sus casas como hacéis vosotros, y charlaban, y hacían flores y se cuidaban unos a otros y nunca se sentían solos. Así que, por todo eso, muchísimas gracias y disfrutar a Santa Ana como lo que es: una vecina más de la calle Divina Pastora”.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL