El Jueves Santo nazarena pareció echar la mirada atrás por unos instantes para recordar y, sobre todo, para celebrar que el camino que se inició hace ahora 25 años sigue con pulso y pie firmes. Y que el corazón, seguro que nervioso por el estreno de aquel entonces, ya se siente fuerte y bien protegido. Y así de segura y de feliz discurrió ayer la Hermandad de la Sagrada Cena por las calles de Dos Hermanas.
La Hermandad tiene aprobada la celebración de un amplio programa de actos, cultos y actividades para este 2023 por su XXV Aniversario fundacional y por su primera salida procesional, pero, por encima de todas ellas, la más importante de todas se vivió este Jueves Santo, porque es el momento en el que se abre a sus fieles y a toda una ciudad para celebrar todos juntos este feliz acontecimiento. Y se hizo en plena calle, que es la casa de todos y todas.
Por eso la barriada del Amparo se levantó de fiesta ayer, porque todos sabían que estaban de cumpleaños, y se preparó para recibir a su cofradía, con sus titulares al frente, y celebrarlos todos juntos en comunión. Abrió la comitiva el gran paso en el que se representa el pasaje de la Sagrada Cena, con un misterio imponente que fue recibido por los inconfundibles sones de la Banda de la Presentación al Pueblo.
Majestuoso, repleto de detalles y de los rostros de los apóstoles y, claro, del Señor que bendice la mesa, realizó su salida entre los aplausos de los allí presentes, al que siguió poco después el de Jesús Humillado, sobre un paso sencillo que le erige como único protagonista, y que discurrió de forma pausada a los sones de la música de capilla que del trío Laudare Dominum.
Y, tras estos dos, el Palio con la Virgen del Amparo y Esperanza, que, como es tradicional, fue recibido en medio de una lluvia de pétalos y que cerró una comitiva, tras la que marchaba la Banda de Música Ciudad de Dos Hermanas, que fue dejando su particular impronta, primero por las calles de su barrio y luego por el centro de la ciudad, donde fue seguido por el mucho público que salió ayer a la calle.
Secuencia gráfica de la salida
La Hermandad tiene aprobada la celebración de un amplio programa de actos, cultos y actividades para este 2023 por su XXV Aniversario fundacional y por su primera salida procesional, pero, por encima de todas ellas, la más importante de todas se vivió este Jueves Santo, porque es el momento en el que se abre a sus fieles y a toda una ciudad para celebrar todos juntos este feliz acontecimiento. Y se hizo en plena calle, que es la casa de todos y todas.
Por eso la barriada del Amparo se levantó de fiesta ayer, porque todos sabían que estaban de cumpleaños, y se preparó para recibir a su cofradía, con sus titulares al frente, y celebrarlos todos juntos en comunión. Abrió la comitiva el gran paso en el que se representa el pasaje de la Sagrada Cena, con un misterio imponente que fue recibido por los inconfundibles sones de la Banda de la Presentación al Pueblo.
Majestuoso, repleto de detalles y de los rostros de los apóstoles y, claro, del Señor que bendice la mesa, realizó su salida entre los aplausos de los allí presentes, al que siguió poco después el de Jesús Humillado, sobre un paso sencillo que le erige como único protagonista, y que discurrió de forma pausada a los sones de la música de capilla que del trío Laudare Dominum.
Y, tras estos dos, el Palio con la Virgen del Amparo y Esperanza, que, como es tradicional, fue recibido en medio de una lluvia de pétalos y que cerró una comitiva, tras la que marchaba la Banda de Música Ciudad de Dos Hermanas, que fue dejando su particular impronta, primero por las calles de su barrio y luego por el centro de la ciudad, donde fue seguido por el mucho público que salió ayer a la calle.
Secuencia gráfica de la salida
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL