Las imágenes del Santísimo Cristo de la Misericordia y de Nuestra Señora de las Angustias no salieron a la calle este Viernes de Dolores desde su barrio, pero la gente de su barrio no los abandonó en ningún momento. Es más, se volcó por supuesto en las calles del centro de Dos Hermanas, pero más si cabe aún entre las de Julio Carrasco y las de la feligresía de la Parroquia del Amparo.
En una tarde auténticamente primaveral, en la que por momentos el olor a incienso se mezcló con el azahar que brota de los naranjos, inició la Agrupación Parroquial de la Misericordia su recorrido, en esta ocasión, y de forma provisional, realizando su salida desde la casa hermandad del Santo Entierro, en plena calle Nuestra Señora de Valme, cuya estrechez hizo dibujar una salida perfecta de sus pasos en medio de los fieles y devotos que abarrotaban este lugar.
Saetas al Señor y a la Virgen nada más salir y la búsqueda rápida de las calles de su barrio, pero pasando previamente por Santa María Magdalena para mostrarse ambos ante el monumento a la Virgen de Valme, que este año celebra el 50 aniversario de su coronación canónica. Y, a partir de ahí, a serpentear por sus calles, por esas donde los esperaban con los brazos abiertos, viviéndose momentos de gran emoción, al igual que ocurriera en el entorno de la feligresía de la Parroquia del Amparo.
Ya entrada la madrugada, los pasos del Señor y de la Virgen se deleitaron con una recogida que dejó a las claras el buen hacer de los capataces Ismael Domínguez y Antonio Durán, tremendamente bien escoltados por unas jóvenes cuadrillas que lo dieron todo y que hicieron lucir a sus pasos con esplendor. Como igualmente hicieron las bandas de la Presentación al Pueblo y de Dos Hermanas junto a los pasos del Señor y de la Virgen. De ahí los abrazos de felicidad que se sucedieron ya dentro y fuera de la casa hermandad del Santo Entierro.
Secuencia gráfica de la salida
En una tarde auténticamente primaveral, en la que por momentos el olor a incienso se mezcló con el azahar que brota de los naranjos, inició la Agrupación Parroquial de la Misericordia su recorrido, en esta ocasión, y de forma provisional, realizando su salida desde la casa hermandad del Santo Entierro, en plena calle Nuestra Señora de Valme, cuya estrechez hizo dibujar una salida perfecta de sus pasos en medio de los fieles y devotos que abarrotaban este lugar.
Saetas al Señor y a la Virgen nada más salir y la búsqueda rápida de las calles de su barrio, pero pasando previamente por Santa María Magdalena para mostrarse ambos ante el monumento a la Virgen de Valme, que este año celebra el 50 aniversario de su coronación canónica. Y, a partir de ahí, a serpentear por sus calles, por esas donde los esperaban con los brazos abiertos, viviéndose momentos de gran emoción, al igual que ocurriera en el entorno de la feligresía de la Parroquia del Amparo.
Ya entrada la madrugada, los pasos del Señor y de la Virgen se deleitaron con una recogida que dejó a las claras el buen hacer de los capataces Ismael Domínguez y Antonio Durán, tremendamente bien escoltados por unas jóvenes cuadrillas que lo dieron todo y que hicieron lucir a sus pasos con esplendor. Como igualmente hicieron las bandas de la Presentación al Pueblo y de Dos Hermanas junto a los pasos del Señor y de la Virgen. De ahí los abrazos de felicidad que se sucedieron ya dentro y fuera de la casa hermandad del Santo Entierro.
Secuencia gráfica de la salida
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
