“Estaba ciega, quería matarlos y que acabara la pesadilla”. Estas fueron las palabras que pronunció este martes, día 11 de abril, la acusada del asesinato de dos de sus vecinos en un hecho ocurrido en julio de 2020 en Dos Hermanas y que está siendo juzgado esta semana en la Audiencia Provincial de Sevilla. El fiscal solicita para esta persona casi 16 años de cárcel.
En la segunda de las sesiones del juicio contra Joyce G.G.S., ésta ha reconocido los hechos, ocurridos en el interior de la Huerta San José, en la zona de Viztazul, de los que ha mostrado su "arrepentimiento", pero, como ha recogido Europa Press en su crónica, con respecto a "Dios, los hijos y los familiares" de las víctimas del crimen.
Según dijo, ella llevaba unos "tres años" residiendo allí junto a sus tres hijos, en una convivencia que fue a peor porque su vecina "quería echarla" de la parcela, la "insultaba", la denunciaba constantemente ante la Policía con acusaciones "falsas" y le "amenazaba" también de manera constante para conseguir que le fuese retirada la custodia de sus hijos. "Perdí la cuenta de cuántas veces me amenazó con quitarme a mis hijos", ha dicho, llegando a sufrir "depresión y ansiedad" en una época en la que fumaba hachís "a diario".
En ese sentido, la acusada narró que aquel día había fumado unos "diez porros" de hachís y había salido de su vivienda, situada en la primera planta del inmueble de dicha parcela, ubicada en la calle Padre Fernando Trejo, mientras sus vecinos residían en la vivienda de la planta baja; y coincidió con ellos "en la puerta" de su propia casa, subiendo al coche para emprender un trayecto.
Ya en el coche, se percató de los "gestos" de sus vecinos, en alusión a cómo "sonreían y se cachondeaban" a su entender de ella, a modo de "provocación", y, tras más de "cuatro meses y medio aguantando a esa señora", dijo que se le "cruzaron los cables", dio "un volantazo" al coche y arremetió con el mismo contra sus vecinos "acelerando lo máximo posible". "En ese momento no pensaba. Estaba ciega. Quería matarlos, estrujarlos contra la pared y que acabara la pesadilla", ha aseverado, rememorando cómo maniobraba "hacia adelante y hacia atrás" con el coche para embestir a sus vecinos.
"No sé cómo llegué a ese extremo", ha dicho exponiendo que aunque ella "odiaba" a su vecina por lo que le estaba "haciendo" en el día a día, "nunca" se había "planteado" matarla a ella y a su pareja. Según sus palabras, en el momento de los hechos "no sentía nada" porque estaba "perdida", si bien tras invocar la fiscal las diligencias de investigación, ha reconocido que en la fase de instrucción manifestó que en el momento de los hechos sentía "mucho odio y rabia".
Incluso ha manifestado que cuando atacó a sus vecinos con un cuchillo que obtuvo de la vivienda de los mismos, "quería degollar" a su vecina, "arrancarle la cabeza y tirarla". "Ella iba a hacerme daño a mí y a mis hijos", ha asegurado.
En la segunda de las sesiones del juicio contra Joyce G.G.S., ésta ha reconocido los hechos, ocurridos en el interior de la Huerta San José, en la zona de Viztazul, de los que ha mostrado su "arrepentimiento", pero, como ha recogido Europa Press en su crónica, con respecto a "Dios, los hijos y los familiares" de las víctimas del crimen.
Según dijo, ella llevaba unos "tres años" residiendo allí junto a sus tres hijos, en una convivencia que fue a peor porque su vecina "quería echarla" de la parcela, la "insultaba", la denunciaba constantemente ante la Policía con acusaciones "falsas" y le "amenazaba" también de manera constante para conseguir que le fuese retirada la custodia de sus hijos. "Perdí la cuenta de cuántas veces me amenazó con quitarme a mis hijos", ha dicho, llegando a sufrir "depresión y ansiedad" en una época en la que fumaba hachís "a diario".
En ese sentido, la acusada narró que aquel día había fumado unos "diez porros" de hachís y había salido de su vivienda, situada en la primera planta del inmueble de dicha parcela, ubicada en la calle Padre Fernando Trejo, mientras sus vecinos residían en la vivienda de la planta baja; y coincidió con ellos "en la puerta" de su propia casa, subiendo al coche para emprender un trayecto.
Ya en el coche, se percató de los "gestos" de sus vecinos, en alusión a cómo "sonreían y se cachondeaban" a su entender de ella, a modo de "provocación", y, tras más de "cuatro meses y medio aguantando a esa señora", dijo que se le "cruzaron los cables", dio "un volantazo" al coche y arremetió con el mismo contra sus vecinos "acelerando lo máximo posible". "En ese momento no pensaba. Estaba ciega. Quería matarlos, estrujarlos contra la pared y que acabara la pesadilla", ha aseverado, rememorando cómo maniobraba "hacia adelante y hacia atrás" con el coche para embestir a sus vecinos.
"No sé cómo llegué a ese extremo", ha dicho exponiendo que aunque ella "odiaba" a su vecina por lo que le estaba "haciendo" en el día a día, "nunca" se había "planteado" matarla a ella y a su pareja. Según sus palabras, en el momento de los hechos "no sentía nada" porque estaba "perdida", si bien tras invocar la fiscal las diligencias de investigación, ha reconocido que en la fase de instrucción manifestó que en el momento de los hechos sentía "mucho odio y rabia".
Incluso ha manifestado que cuando atacó a sus vecinos con un cuchillo que obtuvo de la vivienda de los mismos, "quería degollar" a su vecina, "arrancarle la cabeza y tirarla". "Ella iba a hacerme daño a mí y a mis hijos", ha asegurado.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL