El Ayuntamiento de Dos Hermanas está realizando, junto con las distintas asociaciones memorialistas nazarenas y con la Universidad Pablo de Olavide, un estudio en relación con las víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura franquista, cuya primera parte espera poder presentar próximamente como la forma de devolver la dignidad a todos los nazarenos y nazarenas que fueron víctimas de la represión.
Las heridas que quedaron abiertas tras la Guerra Civil y la dictadura franquista aún no se encuentran cerradas, al menos en Dos Hermanas, y buena prueba de ello es el tenso debate que se vivió en el último Pleno Municipal a raíz de la presentación de una moción por parte de la edil no adscrita Susana Carrera (Adelante Andalucía) en la que se pedía el nombramiento como hijos e hijas predilectos de Dos Hermanas a título póstumo a todos los represaliados por el franquismo, así como la colocación de las llamadas ‘piedras de la memoria’ (Remembrance Stones), similar a las llevadas a cabo en otros países europeos a raíz de la iniciativa del artista alemán Gunter Demnig consistente en la colocación de adoquines en el suelo ante los domicilios de las personas que fueron víctimas de guerras con sus nombres, como forma de integrarlas en el paisaje cotidiano y en la historia de sus ciudades.
Dicha moción no salió adelante (sólo votaron a favor la citada edil y Unidas Podemos, mientras que Ciudadanos se abstuvo y PSOE, PP, Vox y resto de ediles no adscritos lo hicieron en contra), entre otros motivos por cuanto, siendo un sentir general la necesidad de devolver la dignidad a todas las víctimas, se volvieron a palpar las diferencias entre aquellos que entendían que se debía dar carpetazo al asuntos para no reabrir viejas heridas (PP, Vox y el concejal no adscrito Fernando Carrillo); los que aseguraban, por el contrario, que las heridas aún no estaban cerradas (Susana Carrera y Unidas Podemos), y los que, reconociendo igualmente que las heridas seguían aún abiertas, entendían que la solución debiera estar, más que en la colocación de adoquines, en otras formas de dar dignidad a las víctimas.
Éste último fue el caso del Grupo Socialista, que, por boca de su portavoz, Agustín Morón, se comprometió a que se constituyera una comisión informativa para abordar esta cuestión, de la que podrían participar todos los grupos y ediles que quisieran, para conocer qué es lo que se estaba haciendo con las asociaciones memorialistas nazarenas en este sentido, y cuyo primer informe se podría conocer durante el mes de junio.
Palabras que fueron refrendadas seguidamente por el alcalde, Francisco Rodríguez, quien añadió que, además de las asociaciones memorialistas, se había implicado en la misma a la Universidad Pablo de Olavide, en su vertiente científica, “para determinar entre todos cualquier acto simbólico que se pueda llevar a cabo en Dos Hermanas”.
Las heridas que quedaron abiertas tras la Guerra Civil y la dictadura franquista aún no se encuentran cerradas, al menos en Dos Hermanas, y buena prueba de ello es el tenso debate que se vivió en el último Pleno Municipal a raíz de la presentación de una moción por parte de la edil no adscrita Susana Carrera (Adelante Andalucía) en la que se pedía el nombramiento como hijos e hijas predilectos de Dos Hermanas a título póstumo a todos los represaliados por el franquismo, así como la colocación de las llamadas ‘piedras de la memoria’ (Remembrance Stones), similar a las llevadas a cabo en otros países europeos a raíz de la iniciativa del artista alemán Gunter Demnig consistente en la colocación de adoquines en el suelo ante los domicilios de las personas que fueron víctimas de guerras con sus nombres, como forma de integrarlas en el paisaje cotidiano y en la historia de sus ciudades.
Dicha moción no salió adelante (sólo votaron a favor la citada edil y Unidas Podemos, mientras que Ciudadanos se abstuvo y PSOE, PP, Vox y resto de ediles no adscritos lo hicieron en contra), entre otros motivos por cuanto, siendo un sentir general la necesidad de devolver la dignidad a todas las víctimas, se volvieron a palpar las diferencias entre aquellos que entendían que se debía dar carpetazo al asuntos para no reabrir viejas heridas (PP, Vox y el concejal no adscrito Fernando Carrillo); los que aseguraban, por el contrario, que las heridas aún no estaban cerradas (Susana Carrera y Unidas Podemos), y los que, reconociendo igualmente que las heridas seguían aún abiertas, entendían que la solución debiera estar, más que en la colocación de adoquines, en otras formas de dar dignidad a las víctimas.
Éste último fue el caso del Grupo Socialista, que, por boca de su portavoz, Agustín Morón, se comprometió a que se constituyera una comisión informativa para abordar esta cuestión, de la que podrían participar todos los grupos y ediles que quisieran, para conocer qué es lo que se estaba haciendo con las asociaciones memorialistas nazarenas en este sentido, y cuyo primer informe se podría conocer durante el mes de junio.
Palabras que fueron refrendadas seguidamente por el alcalde, Francisco Rodríguez, quien añadió que, además de las asociaciones memorialistas, se había implicado en la misma a la Universidad Pablo de Olavide, en su vertiente científica, “para determinar entre todos cualquier acto simbólico que se pueda llevar a cabo en Dos Hermanas”.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
