La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), el colectivo mayoritario en el seno del Instituto Armado y que representa a más de 30.000 agentes de todas las escalas, ha reclamado al Gobierno que "habilite medidas" para frenar los suicidios en el seno de la Benemérita, un "drama que no cesa" y que en los últimos 17 años –de 2005 a 2022– se ha cobrado la vida de 216 agentes.
"Este drama incesante golpeó más fuerte en 2005, 2008 y 2021, pero en cada uno de los años que recoge la estadística ha habido que lamentar fatales desenlaces", sostienen desde la AUGC, que lleva insistiendo desde 1994 para que esta realidad "se aborde de forma urgente", mediante la constitución de una comisión de estudio multidisciplinar "y no únicamente con los mecanismos internos de la Guardia Civil".
El Instituto Armado activó el II Plan de Prevención de Conductas Suicidas, vigente entre 2005 y 2009, y habilitó un protocolo en 2018 para adoptar medidas específicas psiquiátricas, psicológicas y de conductas anómalas. Sin embargo, según la AUGC, "el problema sigue latente y no cabe restarle importancia, postura que ha adoptado tradicionalmente la Dirección General de la Guardia Civil".
AUGC lleva años reclamando diferentes medidas. "Son necesarios armeros en todas las dependencias de la Guardia Civil, así como la ayuda psicológica, la externalización y refuerzo de los servicios de psicología, y normalizar todo lo relativo a la salud mental", reclaman.
A juicio del colectivo, el suicidio "no puede continuar siendo un tema tabú dentro de la Guardia Civil ni suponer una mancha en el expediente profesional si trasciende que se precisa atención psicológica". De hecho, sostienen que "es algo que perjudica ante ascensos o especializaciones", de ahí que defiendan que "los mandos no deberían tener acceso a ese tipo de información médica personal de los agentes y, ni mucho menos, tendría que utilizarse para tales fines".
"La Dirección General no puede limitarse a la retirada del arma reglamentaria por motivos psicológicos, que también es preciso, sino que debería aumentar el número de psicólogos dentro de los servicios de prevención, externalizar dichos servicios de psicología para que los facultativos no pertenezcan a la escala de mando, además de permitir que los agentes puedan elegir un tratamiento con especialistas ajenos al Cuerpo, elaborar un buen protocolo antisuicidios e implantar un plan de prevención frente este tipo de conductas", defienden.
Según la AUGC, "los guardias civiles viven continuas situaciones conflictivas derivadas de la labor policial que no toda persona es capaz de llevar con normalidad, repercutiendo en el ámbito laboral y personal y sin la comprensión de algunos mandos".
"A ello se añade la dificultad para conciliar ante la ausencia de turnos o el movimiento de destinos", añaden desde AUGC, que insta a la Dirección General de la Guardia Civil a atender las necesidades y "actuar consecuentemente ante el problema". Del mismo modo, reclaman al Gobierno "medidas para evitar que esta lacra se siga repitiendo año tras año".
"Este drama incesante golpeó más fuerte en 2005, 2008 y 2021, pero en cada uno de los años que recoge la estadística ha habido que lamentar fatales desenlaces", sostienen desde la AUGC, que lleva insistiendo desde 1994 para que esta realidad "se aborde de forma urgente", mediante la constitución de una comisión de estudio multidisciplinar "y no únicamente con los mecanismos internos de la Guardia Civil".
El Instituto Armado activó el II Plan de Prevención de Conductas Suicidas, vigente entre 2005 y 2009, y habilitó un protocolo en 2018 para adoptar medidas específicas psiquiátricas, psicológicas y de conductas anómalas. Sin embargo, según la AUGC, "el problema sigue latente y no cabe restarle importancia, postura que ha adoptado tradicionalmente la Dirección General de la Guardia Civil".
AUGC lleva años reclamando diferentes medidas. "Son necesarios armeros en todas las dependencias de la Guardia Civil, así como la ayuda psicológica, la externalización y refuerzo de los servicios de psicología, y normalizar todo lo relativo a la salud mental", reclaman.
A juicio del colectivo, el suicidio "no puede continuar siendo un tema tabú dentro de la Guardia Civil ni suponer una mancha en el expediente profesional si trasciende que se precisa atención psicológica". De hecho, sostienen que "es algo que perjudica ante ascensos o especializaciones", de ahí que defiendan que "los mandos no deberían tener acceso a ese tipo de información médica personal de los agentes y, ni mucho menos, tendría que utilizarse para tales fines".
"La Dirección General no puede limitarse a la retirada del arma reglamentaria por motivos psicológicos, que también es preciso, sino que debería aumentar el número de psicólogos dentro de los servicios de prevención, externalizar dichos servicios de psicología para que los facultativos no pertenezcan a la escala de mando, además de permitir que los agentes puedan elegir un tratamiento con especialistas ajenos al Cuerpo, elaborar un buen protocolo antisuicidios e implantar un plan de prevención frente este tipo de conductas", defienden.
Según la AUGC, "los guardias civiles viven continuas situaciones conflictivas derivadas de la labor policial que no toda persona es capaz de llevar con normalidad, repercutiendo en el ámbito laboral y personal y sin la comprensión de algunos mandos".
"A ello se añade la dificultad para conciliar ante la ausencia de turnos o el movimiento de destinos", añaden desde AUGC, que insta a la Dirección General de la Guardia Civil a atender las necesidades y "actuar consecuentemente ante el problema". Del mismo modo, reclaman al Gobierno "medidas para evitar que esta lacra se siga repitiendo año tras año".
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: ARCHIVO
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