Ir al contenido principal

El Belén más nazareno está en la calle Aníbal González

La torre de la Parroquia de Santa María Magdalena, la Ermita de la Virgen de Valme en el Cortijo de Cuarto, las capillas del Gran Poder, de La Amargura o de la Oración en el Huerto, el Parque de La Alquería o el tablao de música de la antigua Plaza del Arenal son algunos de las reproducciones de lugares simbólicos con los que un vecino de Dos Hermanas, Rodolfo Jiménez Díaz, completa el que es sin duda el Belén más nazareno.


Cuenta Rodolfo, que en la actualidad cuenta con 69 años de edad, que empezó poco a poco, sin nada preconcebido, y como una afición que nació después de tener que jubilarse antes de tiempo tras las dos operaciones de espalda que tuvo que sufrir cuando trabajaba como personal de mantenimiento en la panadería Sainpan. Al principio empezó con la pintura, acudiendo a cursos y perfeccionando una técnica que le ha llevado a ganar varios premios en la Muestra de Pintura al Aire Libre de Dos Hermanas, entre ellos algunos de adquisición.

Rodolfo vive en la céntrica calle Aníbal González. Y, justo al lado, en el número 26, cuenta con un local, que en tiempo tuvo alquilado como peluquería, y cuyo interior dedica ahora a cumplir con la tradición de montar cada año su particular Belén, sin duda el más nazareno de cuantos se puedan encontrar en Dos Hermanas.

“La verdad es que yo no tenía al principio ni idea de que podría llegar a esto”, dice Rodolfo, “porque todo empezó un día que puse un Misterio encima del televisor de casa. Recuerdo que al año siguiente compré a los Reyes Magos, al otro unos pastores, y como ya no me cabían en este sitio, cogí una mesa de ping-pong que tengo en casa y comencé a montarlo allí. Primero ocupé media mesa, luego, la mesa entera, y ya fue cuando comenzaron algunos vecinos a venir a casa a verlo, porque era muy bonito”. Hasta que se le quedó libre el local que tenía alquilado, y no se lo pensó.

El caso es que en la actualidad, y desde hace unos tres años aproximadamente, monta cada otoño un Belén que ocupa una superficie de unos 24 metros cuadrados, situado sobre una plataforma, consiguiendo recrear un espacio que ha hecho que sean muchos los vecinos de Dos Hermanas que acuden a verlo atraídos por su espectacularidad, e incluso personas venidas de fuera, como han sido los casos de familias que llegaron procedentes de Castilleja de la Cuesta, El Arahal o incluso de Málaga, a donde ha llegado ya su fama.


Por su casa del número 26 de la calle Aníbal González han pasado incluso numerosos colegios, que, nada más plantarse delante del Belén, comienzan rápido a reconocer lugares y espacios simbólicos de Dos Hermanas. “Mira, esa es la capilla del Gran Poder, y la que está detrás es la Ermita de Valme, y la carreta de la Virgen que está al lado”, comentan, mientras a su alrededor se muestran los bueyes y los pastores que esperan a la Virgen que aguarda en su interior. Más allá está la capilla de La Amargura, y, acompañando al Misterio, la torre de la Parroquia de Santa María Magdalena.

En otro lado destaca la capilla de Santa Ana o la de la Oración en el Huerto y, sobre el gran escenario, otras estampas típicas de Dos Hermanas, como la antigua Plaza del Arenal o el Parque de La Alquería, e incluso de otros lugares de la tierra andaluza, como una choza del Rocío acompañada de sus caballos salvajes, y numerosas escenas propias de los belenes, como un herrero o un alfarero y hasta una pequeña catarata o pequeños lagos en los que incluso se pueden observar a peces de colores. Y todo acompañado de un gran juego de luces.

Rodolfo dice que, al principio, estas maquetas las comenzó a realizar con porexpan, pero como resultaba muy sucio, se pasó al cartón, que es el material con el que sigue trabajando. La verdad es que la producción de este original belenista es ya tan amplia, que hay maquetas que este año se ha visto obligado a dejarlas fuera porque no caben, entre ellas, por ejemplo, la capilla de la Vera-Cruz o la reproducción de la antigua Huerta Palacios, pero que ya estuvieron en belenes anteriores.

Y, aunque Rodolfo es el alma máter de toda esta obra maravillosa, él destaca que siempre ha contado con la ayuda inestimable de su amigo Rafael, el del Paquino, que se llega por allí cada tarde y que lo mismo le echa una mano con algún montaje, que atiende a los grupos de personas que llegan para explicarles todo en relación con el Belén.

Como es de imaginar, este singular Belén no se monta en dos días. Los primeros trabajos los empieza justo el 1 ó 2 de noviembre, y acaba en las fechas navideñas para que los disfruten cuantos quieran visitarlo, que cada vez son más, “porque la aceptación es de verdad tremenda”, dice Rodolfo, quien llega cada tarde sobre las cinco y media a su local, lo abre, le pone la estrella iluminada sobre la fachada, enciende su aparato de música, de donde salen villancicos, y permanece allí “hasta que ya no haya nadie en la calle”.

Dice con orgullo que su Belén “es seguramente el más visitado de Dos Hermanas”. Y no es de extrañar, porque a todos sorprende su composición y su espacio. “Creo además que, salvo alguna maqueta suelta, es el único Belén que reproduce lugares simbólicos de Dos Hermanas”. La entrada y la explicación de quien lo solicita es gratuita. Se trata de su hobby. Se trata de algo que no hay que perderse.

Otras imágenes del Belén




FRANCISCO GIL / ANDALUCÍA DIGITAL
© 2020 Dos Hermanas Diario Digital · Quiénes somos · montilladigital@gmail.com

Designed by Open Themes & Nahuatl.mx.