José Carlos Romero ‘Checa’, tras colgar las botas a sus 39 años, se encuentra al frente del Dos Hermanas 1971 en su primera experiencia como entrenador y viviendo hasta ahora un momento muy ilusionante. Satisfecho tras proclamarse campeón de invierno en Segunda Andaluza, el técnico nazareno asegura, sin embargo, que no se conforma con eso y que van a darlo todo para conseguir el ascenso “sí o sí”.
La trayectoria de Checa como futbolista la verdad es que ha sido espectacular. Tras pasar por los escalafones inferiores de La Motilla, Vistazul, Ibarburu, Rociera y Dos Hermanas, jugó en los juveniles del Betis y recorrió un largo y fructífero camino que le llevó por equipos como Las Palmas, Mallorca, Hércules, UCAM Murcia, Cacereño, Baleares o Algeciras.
En la presente temporada, cogió al Dos Hermanas tras un pequeño bajón y, de la mano de su presidente, Joaquín Morales, y de una directiva y cuerpo técnico que le han apoyado desde el primer momento, ha sido uno de los responsables de haber despertado una nueva ilusión entre los aficionados.
- En tu última etapa como futbolista decidiste hacer el curso de entrenador. ¿Por qué?
- Cuando eres futbolista nunca piensas qué vas a ser en el futuro, pero estando en Murcia nos dieron la oportunidad de estudiar y decidí sacarme el título de entrenador porque me interesaba mucho. Me gusta ver partidos de fútbol, analizarlos, y decidí dar ese paso. Y la verdad que es lo mejor que he hecho, porque me encanta lo que hago.
- ¿Cómo te llega la oportunidad de entrenar al Dos Hermanas?
- Me llegó a través de Germán González y de Sergio Castaño. El año pasado hicieron una gran temporada, que culminaron con el ascenso, y moviendo además a una gran afición. Yo he seguido siempre al club, porque es el de mi pueblo, y tras unos malos partidos Sergio decidió dar un paso al lado. El caso es que un día, hablando de fútbol, me dijeron que si era capaz de coger al equipo. Yo estaba jugando al fútbol todavía, en el Villafranco, con el que el año pasado ascendimos a División de Honor. Yo por entonces, a pesar de que pensaba ya en retirarme, seguí jugando porque allí en Villafranco estaba un entrenador que me ha marcado bastante, Diego Román, que es también de Dos Hermanas, y fue cuando decido aceptarlo. Hablé con Joaquín Morales, que es una persona súper motivadora, y me dijo que para adelante.
- ¿Y qué has cambiado de un equipo que seguramente lo cogiste en un momento de cierto bajón?
- Siempre he intentado ser yo. Para empezar, ver las cosas en positivo, reforzar todo lo bueno que tienen los futbolistas, que son muchas, e intentar levantarles el ánimo y hacerles ver que ellos podían sacar esto para adelante. El club ha hecho un esfuerzo grande por ellos, están moviendo a mucha gente, gracias sobre todo al esfuerzo que están haciendo Joaquín Morales y su familia, hasta el punto de que han creado una nueva ilusión entre los aficionados. Yo creo bastante en mis jugadores y veo que tienen nivel suficiente como para estar peleando ahora por los primeros puestos.
- ¿Cuál es tu sello como entrenador?
- A mí lo que me gusta es dominar el partido, y para ello hay veces en las que hay que presionar arriba, otras en las que hay que entregarle más el campo al rival, pero lo que quiero es que mi equipo tenga el balón, y, sobre todo, que lo tenga en campo contrario. Me gusta que mi equipo haga daño, robar muy lejos de nuestra portería y que mi defensa esté también muy alejada de nuestra área. Para ello, trabajamos mucho físicamente porque durante los partidos tienen bastante desgaste, pero de momento nos está yendo bastante bien.
- Ver la grada del Miguel Román prácticamente llena será algo además que os motivará mucho.
- Está claro que los chavales están sintiendo el calor de la gente. Es verdad que en Dos Hermanas, desde la anterior época de Joaquín Morales y José Manuel Moreno Soto se perdió un poco la afición. En Dos Hermanas hubo además otros equipos que crecieron, como la Rociera, mientras nuestro club iba de capa caída. Hasta que Joaquín cogió otra vez el toro por los cuernos y ahí está el resultado y lo que ha hecho en un año con un equipo que estaba prácticamente olvidado y al que ha resucitado con una fuerza increíble. Y lo bueno es que creo que tiene un futuro muy bonito. Es verdad que hay que estar con los pies en el suelo y tener claro que en el fútbol dos más dos nunca son cuatro, pero creo que lo que queda por delante es bastante bonito.
- ¿Qué plantilla te encontraste?
- Yo estoy muy satisfecho con mi plantilla. El club ha hecho un esfuerzo bastante grande, mantuvo muchos jugadores importantes del ascenso del año pasado y luego vinieron otros refuerzos importante, junto con el trabajo que estamos haciendo para recuperar a algunos jugadores lesionados. Está claro que con el cambio de categoría es normal que al principio costara trabajo adaptarse y, aunque Sergio decidió dar un paso al lado, no creo que el trabajo que hiciera fuera malo.
- ¿Habías visto en tu época de futbolista en el Dos Hermanas unas gradas tan ambientadas?
- Yo la verdad es que tuve la suerte de vivir aquí como futbolista varios ascensos y jugar en Segunda B, pero es verdad que en los últimos dieciocho o diecinueve años, que yo he estado fuera, pues no ha sido así. En esos años la entrada estaba en cien o ciento cincuenta personas, y las gradas el otro día registraron un récord con casi tres mil personas.
- ¿Y ver esas gradas tan entregadas te asusta?
- No. Yo la verdad es que tengo los pies en el suelo, que sé que al final todo depende de los resultados, y lo que intento es trabajar el día a día. Lo he vivido así como jugador y he tenido la suerte en mi primera experiencia como entrenador poder coger al Dos Hermanas. Yo miedo no tengo a nada. Está claro que en el fútbol son los resultados los que mandan, pero sé que trabajando bien y haciendo las cosas como se están haciendo aquí, los resultados acaban llegando. Y lo que tenemos que hacer es seguir mirándonos a nosotros mismos, sabiendo, claro, que hay rivales muy complicados.
- Campeones de invierno. ¿Te dice algo o es pronto todavía?
- Está bien, pero no me conformo con eso. Lo único que quiero es que llegue el día 8 contra el Osuna y ganarle, porque al final lo que tenemos que hacer es ascender sí o sí, y todos los que estamos en este club sabemos a lo que hemos venido. Al final, el objetivo no es otro que ese. Si no se consigue, para mí sería un fracaso.
- Pero como va la trayectoria hasta ahora mismo, es para estar satisfecho, ¿no?
- La verdad es que estamos muy contentos. Ha sido difícil, porque también nos han quitado tres puntos por una alineación indebida, que estamos intentando recurrir, que ha sido un hándicap para nosotros, porque con esos puntos estaríamos ahora a cuatro del segundo.
- ¿De momento te planteas metas como entrenador?
- Al igual que hice en mi etapa como futbolista, lo que quiero es estar muy tranquilo, viviendo el día a día y sin ponerme ningún objetivo concreto, salvo ganar todos los domingos, porque sé que al final voy a seguir creciendo.
La trayectoria de Checa como futbolista la verdad es que ha sido espectacular. Tras pasar por los escalafones inferiores de La Motilla, Vistazul, Ibarburu, Rociera y Dos Hermanas, jugó en los juveniles del Betis y recorrió un largo y fructífero camino que le llevó por equipos como Las Palmas, Mallorca, Hércules, UCAM Murcia, Cacereño, Baleares o Algeciras.
En la presente temporada, cogió al Dos Hermanas tras un pequeño bajón y, de la mano de su presidente, Joaquín Morales, y de una directiva y cuerpo técnico que le han apoyado desde el primer momento, ha sido uno de los responsables de haber despertado una nueva ilusión entre los aficionados.
- En tu última etapa como futbolista decidiste hacer el curso de entrenador. ¿Por qué?
- Cuando eres futbolista nunca piensas qué vas a ser en el futuro, pero estando en Murcia nos dieron la oportunidad de estudiar y decidí sacarme el título de entrenador porque me interesaba mucho. Me gusta ver partidos de fútbol, analizarlos, y decidí dar ese paso. Y la verdad que es lo mejor que he hecho, porque me encanta lo que hago.
- ¿Cómo te llega la oportunidad de entrenar al Dos Hermanas?
- Me llegó a través de Germán González y de Sergio Castaño. El año pasado hicieron una gran temporada, que culminaron con el ascenso, y moviendo además a una gran afición. Yo he seguido siempre al club, porque es el de mi pueblo, y tras unos malos partidos Sergio decidió dar un paso al lado. El caso es que un día, hablando de fútbol, me dijeron que si era capaz de coger al equipo. Yo estaba jugando al fútbol todavía, en el Villafranco, con el que el año pasado ascendimos a División de Honor. Yo por entonces, a pesar de que pensaba ya en retirarme, seguí jugando porque allí en Villafranco estaba un entrenador que me ha marcado bastante, Diego Román, que es también de Dos Hermanas, y fue cuando decido aceptarlo. Hablé con Joaquín Morales, que es una persona súper motivadora, y me dijo que para adelante.
- ¿Y qué has cambiado de un equipo que seguramente lo cogiste en un momento de cierto bajón?
- Siempre he intentado ser yo. Para empezar, ver las cosas en positivo, reforzar todo lo bueno que tienen los futbolistas, que son muchas, e intentar levantarles el ánimo y hacerles ver que ellos podían sacar esto para adelante. El club ha hecho un esfuerzo grande por ellos, están moviendo a mucha gente, gracias sobre todo al esfuerzo que están haciendo Joaquín Morales y su familia, hasta el punto de que han creado una nueva ilusión entre los aficionados. Yo creo bastante en mis jugadores y veo que tienen nivel suficiente como para estar peleando ahora por los primeros puestos.
- ¿Cuál es tu sello como entrenador?
- A mí lo que me gusta es dominar el partido, y para ello hay veces en las que hay que presionar arriba, otras en las que hay que entregarle más el campo al rival, pero lo que quiero es que mi equipo tenga el balón, y, sobre todo, que lo tenga en campo contrario. Me gusta que mi equipo haga daño, robar muy lejos de nuestra portería y que mi defensa esté también muy alejada de nuestra área. Para ello, trabajamos mucho físicamente porque durante los partidos tienen bastante desgaste, pero de momento nos está yendo bastante bien.
- Ver la grada del Miguel Román prácticamente llena será algo además que os motivará mucho.
- Está claro que los chavales están sintiendo el calor de la gente. Es verdad que en Dos Hermanas, desde la anterior época de Joaquín Morales y José Manuel Moreno Soto se perdió un poco la afición. En Dos Hermanas hubo además otros equipos que crecieron, como la Rociera, mientras nuestro club iba de capa caída. Hasta que Joaquín cogió otra vez el toro por los cuernos y ahí está el resultado y lo que ha hecho en un año con un equipo que estaba prácticamente olvidado y al que ha resucitado con una fuerza increíble. Y lo bueno es que creo que tiene un futuro muy bonito. Es verdad que hay que estar con los pies en el suelo y tener claro que en el fútbol dos más dos nunca son cuatro, pero creo que lo que queda por delante es bastante bonito.
- ¿Qué plantilla te encontraste?
- Yo estoy muy satisfecho con mi plantilla. El club ha hecho un esfuerzo bastante grande, mantuvo muchos jugadores importantes del ascenso del año pasado y luego vinieron otros refuerzos importante, junto con el trabajo que estamos haciendo para recuperar a algunos jugadores lesionados. Está claro que con el cambio de categoría es normal que al principio costara trabajo adaptarse y, aunque Sergio decidió dar un paso al lado, no creo que el trabajo que hiciera fuera malo.
- ¿Habías visto en tu época de futbolista en el Dos Hermanas unas gradas tan ambientadas?
- Yo la verdad es que tuve la suerte de vivir aquí como futbolista varios ascensos y jugar en Segunda B, pero es verdad que en los últimos dieciocho o diecinueve años, que yo he estado fuera, pues no ha sido así. En esos años la entrada estaba en cien o ciento cincuenta personas, y las gradas el otro día registraron un récord con casi tres mil personas.
- ¿Y ver esas gradas tan entregadas te asusta?
- No. Yo la verdad es que tengo los pies en el suelo, que sé que al final todo depende de los resultados, y lo que intento es trabajar el día a día. Lo he vivido así como jugador y he tenido la suerte en mi primera experiencia como entrenador poder coger al Dos Hermanas. Yo miedo no tengo a nada. Está claro que en el fútbol son los resultados los que mandan, pero sé que trabajando bien y haciendo las cosas como se están haciendo aquí, los resultados acaban llegando. Y lo que tenemos que hacer es seguir mirándonos a nosotros mismos, sabiendo, claro, que hay rivales muy complicados.
- Campeones de invierno. ¿Te dice algo o es pronto todavía?
- Está bien, pero no me conformo con eso. Lo único que quiero es que llegue el día 8 contra el Osuna y ganarle, porque al final lo que tenemos que hacer es ascender sí o sí, y todos los que estamos en este club sabemos a lo que hemos venido. Al final, el objetivo no es otro que ese. Si no se consigue, para mí sería un fracaso.
- Pero como va la trayectoria hasta ahora mismo, es para estar satisfecho, ¿no?
- La verdad es que estamos muy contentos. Ha sido difícil, porque también nos han quitado tres puntos por una alineación indebida, que estamos intentando recurrir, que ha sido un hándicap para nosotros, porque con esos puntos estaríamos ahora a cuatro del segundo.
- ¿De momento te planteas metas como entrenador?
- Al igual que hice en mi etapa como futbolista, lo que quiero es estar muy tranquilo, viviendo el día a día y sin ponerme ningún objetivo concreto, salvo ganar todos los domingos, porque sé que al final voy a seguir creciendo.
FRANCISCO GIL / ANDALUCÍA DIGITAL