La Guardia Civil ha logrado desarticular una banda internacional que estafaba a personas mediante el conocido como "timo del amor". El Grupo de Delitos Telemáticos (GDT) de Córdoba ha desarrollado la Operación Romance, que ha permitido la desarticulación de una organización dedicada a estafas mediante el método Romance Scam.
Las actuaciones se iniciaron a finales del pasado año, cuando el Instituto Armado recibió una denuncia de una persona que, tras convencerse de que mantenía una relación afectiva a través de internet con otra persona residente en el extranjero, le enviaba periódicamente diversas cantidades de dinero.
Y es que los presuntos autores de la estafa hacían creer a sus víctimas que ostentaban una buena situación económica pero que, sin embargo, no podían disponer de su capital en ese momento. Según la Guardia Civil, la banda desarticulada habría llegado a estafar más de 100.000 euros.
El avance de las investigaciones permitió saber que el dinero estafado se había transferido a cuentas bancarias, tanto de origen nacional como internacional, algunas de las cuales se habrían abierto utilizando documentación falsificada en diferentes provincias españolas, "para dificultar su localización y así poder eludir la acción policial".
La Guardia Civil pudo averiguar que estas estafas estaban siendo presuntamente cometidas por un grupo delictivo formado, al menos, por cinco personas: tres de origen nigeriano, otra de origen sudafricano y, la última, con pasaporte británico.
De este modo, el GDT de la Benemérita destapó un entramado criminal en el que, además del delito de estafa investigado inicialmente, se identificaron otros delitos de falsedad documental. Durante el desarrollo de la operación, se han investigado los medios utilizados por los estafadores, hallándose siete teléfonos móviles, nueve cuentas bancarias españolas y dos extranjeras.
"Para dificultar la labor policial, los integrantes de la organización intercambiaban constantemente los recursos utilizados, así como sus roles de actuación como anunciantes, interlocutores o receptores del dinero", detalla la Guardia Civil, que todavía mantiene abierta la operación y, por tanto, no descarta nuevas investigaciones.
El Instituto Armado recomienda no realizar envíos de dinero "sin tener la total certeza de que son personas de confianza" y, en caso de ser víctima de un delito de estas características, recomienda que "se ponga en conocimiento de los cuerpos policiales, ya que, en muchas ocasiones, no se llega a interponer denuncia al pensar que no existe delito o deciden no contarlo por vergüenza de lo ocurrido".
Las actuaciones se iniciaron a finales del pasado año, cuando el Instituto Armado recibió una denuncia de una persona que, tras convencerse de que mantenía una relación afectiva a través de internet con otra persona residente en el extranjero, le enviaba periódicamente diversas cantidades de dinero.
Y es que los presuntos autores de la estafa hacían creer a sus víctimas que ostentaban una buena situación económica pero que, sin embargo, no podían disponer de su capital en ese momento. Según la Guardia Civil, la banda desarticulada habría llegado a estafar más de 100.000 euros.
El avance de las investigaciones permitió saber que el dinero estafado se había transferido a cuentas bancarias, tanto de origen nacional como internacional, algunas de las cuales se habrían abierto utilizando documentación falsificada en diferentes provincias españolas, "para dificultar su localización y así poder eludir la acción policial".
La Guardia Civil pudo averiguar que estas estafas estaban siendo presuntamente cometidas por un grupo delictivo formado, al menos, por cinco personas: tres de origen nigeriano, otra de origen sudafricano y, la última, con pasaporte británico.
De este modo, el GDT de la Benemérita destapó un entramado criminal en el que, además del delito de estafa investigado inicialmente, se identificaron otros delitos de falsedad documental. Durante el desarrollo de la operación, se han investigado los medios utilizados por los estafadores, hallándose siete teléfonos móviles, nueve cuentas bancarias españolas y dos extranjeras.
"Para dificultar la labor policial, los integrantes de la organización intercambiaban constantemente los recursos utilizados, así como sus roles de actuación como anunciantes, interlocutores o receptores del dinero", detalla la Guardia Civil, que todavía mantiene abierta la operación y, por tanto, no descarta nuevas investigaciones.
El Instituto Armado recomienda no realizar envíos de dinero "sin tener la total certeza de que son personas de confianza" y, en caso de ser víctima de un delito de estas características, recomienda que "se ponga en conocimiento de los cuerpos policiales, ya que, en muchas ocasiones, no se llega a interponer denuncia al pensar que no existe delito o deciden no contarlo por vergüenza de lo ocurrido".
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN