El Club Waterpolo Dos
Hermanas PQS clausuraba este fin de semana la temporada 21/22 de forma oficial
con su presencia en el Campeonato de España juvenil femenino, disputado desde
el pasado viernes en las instalaciones del CN Atletic-Barceloneta, donde
acarició la gesta de subir por segunda vez en su historia a un podio de una
cita nacional de base.
La séptima plaza final,
igualando el resultado de hace cuatro años y a solo uno de su mejor registro en
la categoría, lograda en 2013 y 2021, bien pudo ser una histórica medalla de no
mediar una polémica derrota en el choque de la primera fase ante las
anfitrionas que relegaba al cuadro sevillano a un cruce más complejo en los
cuartos de final.
El equipo nazareno,
vigente campeón andaluz y que había cumplido en el duelo regional del estreno
ante el CW Marbella, acariciaba la victoria y el liderato de grupo tras
protagonizar la campanada hasta el momento de la competición ante el
Barceloneta, al que ganaba 11-10 a falta de 14 segundos para el bocinazo final,
con posesión incluida. Pero uno de los colegiados, para desconcierto de las
chicas dirigidas por Juan José Tomillo, señalaba juego pasivo para devolver así
el balón al equipo local, que aprovechó los cuatro segundos que restaban para
poner las tablas en el marcador y llevar el choque a los penaltis, que caían
del lado catalán 6-5.
La posterior reclamación
del CW Dos Hermanas PQS fue reconocida por la RFEN como error arbitral, pero
sin modificación del resultado, confirmando así su segunda plaza del grupo en
la liguilla previa y un consiguiente duelo de cuartos más complejo. Esperaba
entonces el CD Natación Boadilla, campeón madrileño y finalmente subcampeón de
España, que se imponía 7-15 para cerrar a las sevillanas las puertas de las
semifinales y la lucha por las posiciones de privilegio.
Ya en la fase de consolación por los puestos quinto al octavo, con la moral tocada por lo sucedido, la derrota inicial ante el Real Canoe por 9-7 tuvo respuesta en el cierre del campeonato ante el CW Elche, al que el Dos Hermanas PQS superaba por 8-5. Sellaba de esta forma el séptimo puesto definitivo en tierras barcelonesas, donde el equipo organizador, beneficiado por la citada decisión arbitral de la primera fase, era cuarto ante el Sabadell. El título se quedaba en Cataluña por medio del CN Mataró, vencedor por la mínima ante el Boadilla.