El viñedo ecológico con el que Bodegas Robles cuenta junto a sus instalaciones, ubicadas en la carretera nacional N-331, entre los términos municipales de Montilla y Aguilar de la Frontera, asistió ayer al inicio de la vendimia 2022, la más temprana de la Europa continental, con la recolección de la uva Pedro Ximénez que permitirá elaborar el Agraz-Verjus, un aliño inspirado en la cocina tradicional de los imperios almohades y almorávides que Bodegas Robles ideó en colaboración con el chef cordobés Paco Morales.
Desde las 6.30 de la mañana, una cuadrilla formada por diez personas se desplegó por los holgados liños que conforman el viñedo ecológico de Robles, tapizado por una peculiar cubierta vegetal que, además de aportar una "cualidad diferenciada" a sus vinos, representa la "primera línea de defensa contra el cambio climático".
En efecto, el viñedo familiar de Bodegas Robles ha desarrollado una cubierta vegetal de especies silvestres autóctonas de raíz corta y fijadoras de nitrógeno, como las trebolinas, las amapolas o las leguminosas, que aportan nutrientes a las cepas de forma natural y protegen el suelo de la escorrentía y de la erosión.
“A largo plazo, la cubierta vegetal contribuye notablemente a fijar el dióxido de carbono, lo que se traduce en un aumento de los niveles de carbono orgánico del suelo y en una reducción significativa de las emisiones de CO2 a la atmósfera", apuntó el responsable de la firma, Francisco Robles, quien se mostró satisfecho por el desarrollo de la primera jornada de vendimia.
“En total se han recolectado unos 900 kilos de uva, que es una cantidad considerable teniendo en cuenta el pequeño tamaño de los racimos, que se cosechan cuando las uvas están en estado agraz para así aprovechar mejor y de manera natural su alto contenido de ácido tartárico y málico, esencial para elaborar nuestro aliño”, explicó Francisco Robles.
Para evitar los estragos que provoca el inclemente sol de la Campiña Sur cordobesa, la cuadrilla de vendimiadores de Bodegas Robles suele dar de mano en torno a las 12.30 del mediodía. Pero el ciclo vital en la vendimia no tiene fin y, de nuevo, al despuntar el sol, los trabajadores se repartirán mañana por los ondulados terrenos de Cantarranas, un paraje situado a escasos metros de la Fuente de La Higuera, entre los términos municipales de Montilla y Aguilar de la Frontera, para continuar con la recolección manual de la uva Pedro Ximénez.
Una aventura que comenzó en 1927
La familia Robles se ha dedicado en Montilla a la elaboración de vinos desde 1927. A finales de los años noventa, la tercera generación toma el relevo en la bodega e instaura el desarrollo sostenible como eje estratégico de la bodega. A partir de ese momento, se ponen en marcha diversos proyectos de investigación con el objeto de establecer los principios del manejo del viñedo ecológico con cubierta vegetal; la elaboración de vinos generosos ecológicos que expresen la identidad de la tierra y la variedad de la uva.
En este sentido, desde finales del siglo XX, Bodegas Robles apuesta por un proceso ecológico, siendo a día de hoy la primera y única bodega dentro de una Denominación de Origen en Andalucía que produce vino ecológico certificado con manejos de cubierta vegetal en viñedos y, desde 2009, desarrolla también alimentos artesanales a partir de sus vinos y vinagres ecológicos.
Este camino ha sido reconocido dos veces por el Ministerio de Medio Ambiente. Así, en el año 2006, Bodegas Robles recibió el premio como Mejor Empresa Productiva Ecológica en el Mercado Español; y en el año 2014, con el Premio Alimentos de España a la Producción Ecológica.
Desde las 6.30 de la mañana, una cuadrilla formada por diez personas se desplegó por los holgados liños que conforman el viñedo ecológico de Robles, tapizado por una peculiar cubierta vegetal que, además de aportar una "cualidad diferenciada" a sus vinos, representa la "primera línea de defensa contra el cambio climático".
En efecto, el viñedo familiar de Bodegas Robles ha desarrollado una cubierta vegetal de especies silvestres autóctonas de raíz corta y fijadoras de nitrógeno, como las trebolinas, las amapolas o las leguminosas, que aportan nutrientes a las cepas de forma natural y protegen el suelo de la escorrentía y de la erosión.
“A largo plazo, la cubierta vegetal contribuye notablemente a fijar el dióxido de carbono, lo que se traduce en un aumento de los niveles de carbono orgánico del suelo y en una reducción significativa de las emisiones de CO2 a la atmósfera", apuntó el responsable de la firma, Francisco Robles, quien se mostró satisfecho por el desarrollo de la primera jornada de vendimia.
“En total se han recolectado unos 900 kilos de uva, que es una cantidad considerable teniendo en cuenta el pequeño tamaño de los racimos, que se cosechan cuando las uvas están en estado agraz para así aprovechar mejor y de manera natural su alto contenido de ácido tartárico y málico, esencial para elaborar nuestro aliño”, explicó Francisco Robles.
Para evitar los estragos que provoca el inclemente sol de la Campiña Sur cordobesa, la cuadrilla de vendimiadores de Bodegas Robles suele dar de mano en torno a las 12.30 del mediodía. Pero el ciclo vital en la vendimia no tiene fin y, de nuevo, al despuntar el sol, los trabajadores se repartirán mañana por los ondulados terrenos de Cantarranas, un paraje situado a escasos metros de la Fuente de La Higuera, entre los términos municipales de Montilla y Aguilar de la Frontera, para continuar con la recolección manual de la uva Pedro Ximénez.
Una aventura que comenzó en 1927
La familia Robles se ha dedicado en Montilla a la elaboración de vinos desde 1927. A finales de los años noventa, la tercera generación toma el relevo en la bodega e instaura el desarrollo sostenible como eje estratégico de la bodega. A partir de ese momento, se ponen en marcha diversos proyectos de investigación con el objeto de establecer los principios del manejo del viñedo ecológico con cubierta vegetal; la elaboración de vinos generosos ecológicos que expresen la identidad de la tierra y la variedad de la uva.
En este sentido, desde finales del siglo XX, Bodegas Robles apuesta por un proceso ecológico, siendo a día de hoy la primera y única bodega dentro de una Denominación de Origen en Andalucía que produce vino ecológico certificado con manejos de cubierta vegetal en viñedos y, desde 2009, desarrolla también alimentos artesanales a partir de sus vinos y vinagres ecológicos.
Este camino ha sido reconocido dos veces por el Ministerio de Medio Ambiente. Así, en el año 2006, Bodegas Robles recibió el premio como Mejor Empresa Productiva Ecológica en el Mercado Español; y en el año 2014, con el Premio Alimentos de España a la Producción Ecológica.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN