La Santa Sede ha
concedido a la Hermandad de Valme la celebración de un Año Jubilar por el 50º
aniversario de la coronación canónica de su titular. Los actos centrales se
llevarán a cabo entre los días 19 y 24 de junio de 2023, culminando con la
Solemne Misa Estacional en la Plaza del Arenal y la posterior procesión
extraordinaria por las calles de Dos Hermanas.
Por vez primera en la
historia, la localidad nazarena acogerá una celebración jubilar. El anuncio de
dicha concesión se hizo público anoche, a la finalización de la Solemne Función
conmemorativa el 49º aniversario de la coronación canónica de la Protectora de
Dos Hermanas, que presidió monseñor Juan José Asenjo, arzobispo emérito de
Sevilla y a quien le fue concedida la Medalla de Oro esta Hermandad en gratitud
por su fecunda labor al servicio de la Iglesia diocesana y su especial atención
hacia esta corporación.
Con motivo de la
efeméride que esta Hermandad celebrará en 2023, recientemente llevó a cabo un
proceso mediante el que hermanos, fieles y devotos de la Virgen de Valme
pudieron aportar ideas y propuestas para dicha conmemoración. Entre las
numerosas propuestas recibidas, junto a las ya citadas de la Misa Estacional en
la Plaza del Arenal y la posterior procesión extraordinaria, muchas
coincidieron en proponer la visita de esta venerada imagen a distintas
parroquias y feligresías de Dos Hermanas con un propósito evangelizador, así
como la realización de diversas actividades de carácter religioso, social y
cultural, a las cuales esta Hermandad tratará de dar cabida en el programa de
actos y cultos que presentará próximamente.
Un Año Jubilar, o Año
Santo, es un tiempo de gracia y salvación, un tiempo en el que la Iglesia
concede especiales gracias espirituales con motivo de un determinado
acontecimiento eclesial, en este caso la celebración del 50º aniversario de la
coronación canónica de Nuestra Señora de Valme, uno de los acontecimientos más
relevantes vividos en Dos Hermanas durante el siglo XX.
Durante este periodo los fieles que acudan a las celebraciones jubilares que se celebren en la Parroquia de Santa María Magdalena de la ciudad, bien personalmente o bien en grupos de fieles y peregrinos, y cumplan los requisitos establecidos, podrán beneficiarse de una forma especial de la indulgencia plenaria y el perdón de sus pecados.