El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, volvió a confirmar ayer que "el futuro del vino pasa por la sostenibilidad competitiva como única respuesta posible". Junto a Francisco Robles, gerente de Bodegas Robles, santo y seña de la producción ecológica en Andalucía y referente de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles, el titular de Agricultura definió como "gran reto" la lucha contra el cambio climático y la preservación del suelo.
Luis Planas visitó la décima edición de la Feria Nacional del Vino (Fenavin), que se ha celebrado esta semana en Ciudad Real, y mantuvo un encuentro en el stand de Spanish Organic Wines (SOW), una iniciativa que agrupa a cerca de 40 bodegas familiares que trabajan en ecológico.
La presidenta de SOW y propietaria de Bodegas Pinuaga, Esther Pinuaga, confirmó que todas las bodegas de la asociación trabajan en ecológico "porque queremos dejar un mundo mejor a la próxima generación de viticultores". En este sentido, el objetivo de SOW es "aunar esfuerzos sobre la necesidad de hacer más sostenible la elaboración de los vinos, tejiendo una nueva cultura del vino".
Por su parte, Francisco Robles, hizo hincapié en que "la cubierta vegetal es la primera línea de defensa contra el cambio climático". Y es que la mayoría de los viñedos en España son de secano y la pérdida de suelo y de carbono orgánico representan el mayor problema medioambiental.
De esta forma, Robles propone "propiciar procesos naturales de agricultura regenerativa que repongan los nutrientes, capten el agua y abonen el suelo". No en vano, en el viñedo familiar de esta bodega montillana, se ha desarrollado una cubierta vegetal de especies silvestres autóctonas de raíz corta y fijadoras de nitrógeno, como las trebolinas, las amapolas o las leguminosas.
"Esta cubierta vegetal aporta nutrientes a la vid de forma natural y protege el suelo de la escorrentía y la erosión", indicó el responsable de Bodegas Robles, quien añadió que, "a largo plazo, aumenta notablemente la fijación de dióxido de carbono, que se traduce en un aumento de los niveles de carbono orgánico del suelo y una reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera".
Para Francisco Robles, "la fertilidad del suelo no se compra, sino que la construimos cada año", una filosofía de vida y de trabajo que implica considerar el vino como "cultura, ecología y sostenibilidad", elementos que conforman la nueva identidad contemporánea del sector. Porque, como sostienen desde Bodegas Robles, "un buen vino debe contar su historia, presentar calidad organoléptica y, ya definitivamente, tiene que ser sostenible".
Una firma referente en España
La familia Robles se ha dedicado a la elaboración de vinos desde 1927. A finales de los años noventa, la tercera generación toma el relevo en la bodega e instaura el desarrollo sostenible como eje estratégico de la bodega. A partir de ese momento, se ponen en marcha diversos proyectos de investigación con el objeto de establecer los principios del manejo del viñedo ecológico con cubierta vegetal; la elaboración de vinos generosos ecológicos que expresen la identidad de la tierra y la variedad de la uva.
Desde finales del siglo XX, Bodegas Robles se ha caracterizado por su apuesta por un proceso ecológico, siendo a día de hoy la primera y única bodega con Denominación de Origen en Andalucía que produce vino ecológico certificado con manejos de cubierta vegetal en viñedos.
Este camino ha sido reconocido dos veces por el Ministerio de Medio Ambiente. Así,en el año 2006, Bodegas Robles recibió el premio como Mejor Empresa Productiva Ecológica en el Mercado Español; y en el año 2014, con el Premio Alimentos de España a la Producción Ecológica. A su vez, en los dos últimos años ha obtenido el Premio Enoturismo «Rutas del Vino de España» de manos de la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) y del Instituto de Turismo de España (Turespaña) y uno de los Premios Andalucía de Agricultura y Pesca 2017, promovidos por la Junta de Andalucía.
Luis Planas visitó la décima edición de la Feria Nacional del Vino (Fenavin), que se ha celebrado esta semana en Ciudad Real, y mantuvo un encuentro en el stand de Spanish Organic Wines (SOW), una iniciativa que agrupa a cerca de 40 bodegas familiares que trabajan en ecológico.
La presidenta de SOW y propietaria de Bodegas Pinuaga, Esther Pinuaga, confirmó que todas las bodegas de la asociación trabajan en ecológico "porque queremos dejar un mundo mejor a la próxima generación de viticultores". En este sentido, el objetivo de SOW es "aunar esfuerzos sobre la necesidad de hacer más sostenible la elaboración de los vinos, tejiendo una nueva cultura del vino".
Por su parte, Francisco Robles, hizo hincapié en que "la cubierta vegetal es la primera línea de defensa contra el cambio climático". Y es que la mayoría de los viñedos en España son de secano y la pérdida de suelo y de carbono orgánico representan el mayor problema medioambiental.
De esta forma, Robles propone "propiciar procesos naturales de agricultura regenerativa que repongan los nutrientes, capten el agua y abonen el suelo". No en vano, en el viñedo familiar de esta bodega montillana, se ha desarrollado una cubierta vegetal de especies silvestres autóctonas de raíz corta y fijadoras de nitrógeno, como las trebolinas, las amapolas o las leguminosas.
"Esta cubierta vegetal aporta nutrientes a la vid de forma natural y protege el suelo de la escorrentía y la erosión", indicó el responsable de Bodegas Robles, quien añadió que, "a largo plazo, aumenta notablemente la fijación de dióxido de carbono, que se traduce en un aumento de los niveles de carbono orgánico del suelo y una reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera".
Para Francisco Robles, "la fertilidad del suelo no se compra, sino que la construimos cada año", una filosofía de vida y de trabajo que implica considerar el vino como "cultura, ecología y sostenibilidad", elementos que conforman la nueva identidad contemporánea del sector. Porque, como sostienen desde Bodegas Robles, "un buen vino debe contar su historia, presentar calidad organoléptica y, ya definitivamente, tiene que ser sostenible".
Una firma referente en España
La familia Robles se ha dedicado a la elaboración de vinos desde 1927. A finales de los años noventa, la tercera generación toma el relevo en la bodega e instaura el desarrollo sostenible como eje estratégico de la bodega. A partir de ese momento, se ponen en marcha diversos proyectos de investigación con el objeto de establecer los principios del manejo del viñedo ecológico con cubierta vegetal; la elaboración de vinos generosos ecológicos que expresen la identidad de la tierra y la variedad de la uva.
Desde finales del siglo XX, Bodegas Robles se ha caracterizado por su apuesta por un proceso ecológico, siendo a día de hoy la primera y única bodega con Denominación de Origen en Andalucía que produce vino ecológico certificado con manejos de cubierta vegetal en viñedos.
Este camino ha sido reconocido dos veces por el Ministerio de Medio Ambiente. Así,en el año 2006, Bodegas Robles recibió el premio como Mejor Empresa Productiva Ecológica en el Mercado Español; y en el año 2014, con el Premio Alimentos de España a la Producción Ecológica. A su vez, en los dos últimos años ha obtenido el Premio Enoturismo «Rutas del Vino de España» de manos de la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) y del Instituto de Turismo de España (Turespaña) y uno de los Premios Andalucía de Agricultura y Pesca 2017, promovidos por la Junta de Andalucía.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN