¿Es tan importante tener razón? ¿Hay que tenerla en todas las circunstancias? ¿Debemos vivir furiosos siempre? Hay veces en que querer llevar la razón, aunque la tengas, puede provocar peleas que te hieran por dentro. Si es imposible ponerse de acuerdo, es el momento de utilizar la corteza frontal del cerebro y hacer un análisis rápido de dos columnas: en una ponemos lo que podemos conseguir si seguimos la discusión y en otra, lo que perdemos.
Si hemos aprendido de la experiencia, sabemos que las pérdidas son mayores que las ganancias.
Para una persona normal, las peleas restan energía, alegría, ganas de vivir y tiempo. Además, muchas veces traen dolor propio y ajeno y rupturas no deseadas. ¿Tú quieres ser feliz o tener razón? Esa es la cuestión. Ir por ahí con el estandarte de la verdad absoluta provoca vacío existencial y mucha soledad.
Otra vez creo que tenemos que hablar más de lo que nos une. Si excavamos, la esencia es común. Veo la guerra en la tele como si fuera una película con efectos especiales, pero es real, demasiado real. Siglo XXI y seguimos como en la Edad Media: saqueos, violaciones, disparos por odio...
Dentro del ser humano, especialmente del hombre, hay un equilibrio muy fácil de romper en el que, por tener la razón, se cosifica a la persona y se cometen crímenes abominables. Dejemos ya de tener razón y de joderle la vida a los otros, por favor.
Para una persona normal, las peleas restan energía, alegría, ganas de vivir y tiempo. Además, muchas veces traen dolor propio y ajeno y rupturas no deseadas. ¿Tú quieres ser feliz o tener razón? Esa es la cuestión. Ir por ahí con el estandarte de la verdad absoluta provoca vacío existencial y mucha soledad.
Otra vez creo que tenemos que hablar más de lo que nos une. Si excavamos, la esencia es común. Veo la guerra en la tele como si fuera una película con efectos especiales, pero es real, demasiado real. Siglo XXI y seguimos como en la Edad Media: saqueos, violaciones, disparos por odio...
Dentro del ser humano, especialmente del hombre, hay un equilibrio muy fácil de romper en el que, por tener la razón, se cosifica a la persona y se cometen crímenes abominables. Dejemos ya de tener razón y de joderle la vida a los otros, por favor.
MARÍA JESÚS SÁNCHEZ