Más de la mitad de las personas trabajadoras de la provincia de Sevilla vive en una situación de "pobreza salarial". Así se desprende del Informe de rentas salariales y desigualdad presentado por el secretario general de Comisiones Obreras (CCOO) de Sevilla, Carlos Aristu, quien ha asegurado que “en el mapa salarial sevillano se ha consolidado la figura del trabajador o trabajadora pobre”.
Y es que, desde el año 2010, los trabajadores y trabajadoras que cobran el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o menos han aumentado en un 11 por ciento y, en 2020, ingresaron 2.700 euros menos al año en comparación con otras provincias españolas.
“Volvemos a encontrarnos con brechas territoriales que se explican en gran medida por la estructura productiva sevillana, en la que se genera principalmente empleo precario, y que acaba condenando a la población a sufrir una pobreza estructural de la que es muy difícil salir”, ha señalado Aristu.
Así, la brecha salarial con respecto a la media del país llega a alcanzar el 30 por ciento en el sector del campo, pero también supera el 16 por ciento en otros sectores como información y comunicaciones, construcción y actividad inmobiliaria o comercio.
Por edades, los menores de 26 años son quienes más sufren los bajos salarios, pues cobran de media apenas 330 euros mensuales, “lo que obliga a esta generación al exilio a otros territorios o a resignarse a no poder poner en marcha un proyecto de vida”, ha apuntado Aristu.
Ante esta situación el secretario general de CCOO de Sevilla ha hecho un llamamiento a los empresarios. “Estamos a las puertas de la negociación de convenios colectivos importantísimos para esta provincia como el de limpieza, hostelería, comercio o ayuda a domicilio. En ellos se engloban 100.000 trabajadores y trabajadoras que, en muchos casos, son quienes se ven afectados por esa pobreza estructural. Por eso, pedimos a las patronales responsabilidad social para que se sienten a negociar salarios justos con los que mejorar la vida de las personas y ayudar a Sevilla a salir de los peores indicadores económicos que siempre lidera”.
Y es que, desde el año 2010, los trabajadores y trabajadoras que cobran el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o menos han aumentado en un 11 por ciento y, en 2020, ingresaron 2.700 euros menos al año en comparación con otras provincias españolas.
“Volvemos a encontrarnos con brechas territoriales que se explican en gran medida por la estructura productiva sevillana, en la que se genera principalmente empleo precario, y que acaba condenando a la población a sufrir una pobreza estructural de la que es muy difícil salir”, ha señalado Aristu.
Así, la brecha salarial con respecto a la media del país llega a alcanzar el 30 por ciento en el sector del campo, pero también supera el 16 por ciento en otros sectores como información y comunicaciones, construcción y actividad inmobiliaria o comercio.
Por edades, los menores de 26 años son quienes más sufren los bajos salarios, pues cobran de media apenas 330 euros mensuales, “lo que obliga a esta generación al exilio a otros territorios o a resignarse a no poder poner en marcha un proyecto de vida”, ha apuntado Aristu.
Ante esta situación el secretario general de CCOO de Sevilla ha hecho un llamamiento a los empresarios. “Estamos a las puertas de la negociación de convenios colectivos importantísimos para esta provincia como el de limpieza, hostelería, comercio o ayuda a domicilio. En ellos se engloban 100.000 trabajadores y trabajadoras que, en muchos casos, son quienes se ven afectados por esa pobreza estructural. Por eso, pedimos a las patronales responsabilidad social para que se sienten a negociar salarios justos con los que mejorar la vida de las personas y ayudar a Sevilla a salir de los peores indicadores económicos que siempre lidera”.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL