El BSR Vistazul tiene
ante sí uno de los retos más difíciles desde que comenzó su andadura en 1999.
Su Junta Directiva hace un llamamiento “desesperado” a patrocinadores privados
que se impliquen en este proyecto de marcado carácter social. La situación
económica por la que pasa el único club de baloncesto en silla de ruedas de la
provincia tiene su reflejo en el aspecto deportivo marcado por una gran
incertidumbre.
La ausencia de
patrocinadores privados hace que la institución se mantenga en la categoría de
plata de este deporte a duras penas. Las Administraciones Públicas aportan su
granito de arena (Junta de Andalucía y, sobre todo, Ayuntamiento de Dos
Hermanas).
Estos apoyos son a todas
luces insuficientes para dar un salto de calidad que permita la permanencia a
corto plazo de esta iniciativa cuyo fin es la integración de un colectivo
desfavorecido como es el de las personas con movilidad reducida a través del deporte.
La colaboración del tejido empresarial sería fundamental para desarrollar todos
los objetivos marcados.
La Escuela Deportiva,
pionera en Andalucía y una de las primeras en España que se puso en
funcionamiento, podría contar así, por ejemplo, con personas con discapacidad
interesadas de otras localidades que no pueden practicar esta modalidad
deportiva al no tener transporte parar sus desplazamientos a Dos Hermanas.
En cuanto a la plantilla,
se habría impedido la marcha esta Temporada de dos de sus pilares fundamentales
la pasada campaña, Fernando Valderrama e Israel Sánchez. En el primer caso
porque el UNES FC Barcelona lo ha fichado y el conjunto sevillano no ha podido
hacer nada ante la oferta recibida por su ya ex jugador franquicia.
El BSR Vistazul, que lleva una semana de entrenamientos para afrontar una Liga cuyo comienzo será a mediados de octubre, no quiere dejar de lado el desarrollo de su labor de sensibilización, exhibiciones, charlas y promoción del deporte adaptado, entre otras actividades. Han sido su seña de identidad a lo largo de toda su historia.