El Ministerio de Sanidad divulga, de cara al periodo estival, una serie de recomendaciones para evitar ahogamientos y lesiones en los medios acuáticos. Advierte, también, de los riesgos que suponen algunas conductas en torno a las playas, piscinas y similares, así como de la importancia de cumplir la normativa de prevención para evitar la propagación del COVID.
Los ahogamientos son la tercera causa de muerte por causas externas, es decir, aquellas producidas por accidentes, violencia, acontecimientos ambientales, envenenamientos y otros efectos adversos. Por otro lado, también se pueden producir lesiones graves en el medio acuático, como traumatismos craneoencefálicos y lesiones medulares.
Estas generalmente vienen provocadas por actuaciones como tratar de zambullirse desde gran altura, no comprobar la profundidad del agua o tirarse demasiado cerca del bordillo en las piscinas. Las víctimas son mayoritariamente hombres jóvenes.
En 2018, hubo 483 fallecidos en España a causa de ahogamientos accidentales (378 hombres y 105 mujeres), rompiendo la tendencia descendente de los años anteriores. Además, en 2019 fueron 60 las personas hospitalizadas como consecuencia de las lesiones producidas al saltar o tirarse de cabeza al agua, seis de ellas por lesión medular.
Factores de riesgo
Se identifican varios factores de riesgo relacionados con los ahogamientos, y tener conocimiento de los mismos puede ayudar a prevenir accidentes. Son principalmente la adopción de conductas de riesgo, los momentos de relajación en la vigilancia de menores, bañarse en zonas sin vigilancia, el consumo de alcohol y otras drogas cerca o dentro del agua, las condiciones médicas como la epilepsia y los turistas no familiarizados con las particularidades de las aguas locales.
Cabe recordar que se debe tener especial atención tanto con las personas mayores como con los menores de edad. La mejor prevención en el caso de los menores es la vigilancia, enseñarles a nadar y educarles para que respeten las normas de seguridad. Los ahogamientos se producen de forma rápida y silenciosa, la mayoría de las veces se había perdido de vista a la víctima durante menos de cinco minutos
Asimismo, Sanidad recomienda asegurarse de que la piscina a la que va con su familia cuente con socorrista, que los menores no accedan libremente a la piscina, no corran por el borde de la piscina, y se utilice un chaleco salvavidas para bañarse si no sabe nadar.
En la playa, Sanidad insiste en que se respete las banderas. Por otro lado, señala a que no se sobreestime su condición física ni la capacidad de nadar: en el mar, si se cansa o tiene dificultad para volver, nade de espaldas moviendo las piernas solamente hasta llegar cerca de la orilla. Por último, si siente que le arrastra una corriente, nade paralelamente a la playa y, una vez que haya salido de la misma, nade hacia la orilla.
Además, el Ministerio recuerda que tirarse de cabeza desde una gran altura, como puentes, árboles o balcones, puede producir lesiones muy graves, por lo que hay que asegurarse que hay suficiente profundidad y no existe ningún obstáculo. Además, recuerda, el conocimiento de primeros auxilios básicos en la población puede contribuir a una mejor respuesta ante este tipo de emergencias.
Precaución frente al covid-19
Cabe recordar que en las zonas de baño el riesgo asociado al covid-19 es tan alto como el de cualquier otro exterior. Por ello, se debe evitar las aglomeraciones y mantener una distancia interpersonal de al menos 1,5 metros entre no convivientes; usar la mascarilla higiénica cuando no se pueda mantener la distancia interpersonal y mantener una adecuada higiene respiratoria.
Además, Sanidad insiste en que no deben acudir a zonas de baño personas con síntomas compatibles o en aislamiento por covid-19, ni en cuarentena por contacto estrecho. Si alguna persona presenta síntomas durante su estancia en una zona de baño, se colocará una mascarilla, abandonará el espacio en el que se encuentre y contactará con su centro de salud, teléfono de referencia de la comunidad autónoma o con el 112 si tiene síntomas graves.
Los ahogamientos son la tercera causa de muerte por causas externas, es decir, aquellas producidas por accidentes, violencia, acontecimientos ambientales, envenenamientos y otros efectos adversos. Por otro lado, también se pueden producir lesiones graves en el medio acuático, como traumatismos craneoencefálicos y lesiones medulares.
Estas generalmente vienen provocadas por actuaciones como tratar de zambullirse desde gran altura, no comprobar la profundidad del agua o tirarse demasiado cerca del bordillo en las piscinas. Las víctimas son mayoritariamente hombres jóvenes.
En 2018, hubo 483 fallecidos en España a causa de ahogamientos accidentales (378 hombres y 105 mujeres), rompiendo la tendencia descendente de los años anteriores. Además, en 2019 fueron 60 las personas hospitalizadas como consecuencia de las lesiones producidas al saltar o tirarse de cabeza al agua, seis de ellas por lesión medular.
Factores de riesgo
Se identifican varios factores de riesgo relacionados con los ahogamientos, y tener conocimiento de los mismos puede ayudar a prevenir accidentes. Son principalmente la adopción de conductas de riesgo, los momentos de relajación en la vigilancia de menores, bañarse en zonas sin vigilancia, el consumo de alcohol y otras drogas cerca o dentro del agua, las condiciones médicas como la epilepsia y los turistas no familiarizados con las particularidades de las aguas locales.
Cabe recordar que se debe tener especial atención tanto con las personas mayores como con los menores de edad. La mejor prevención en el caso de los menores es la vigilancia, enseñarles a nadar y educarles para que respeten las normas de seguridad. Los ahogamientos se producen de forma rápida y silenciosa, la mayoría de las veces se había perdido de vista a la víctima durante menos de cinco minutos
Asimismo, Sanidad recomienda asegurarse de que la piscina a la que va con su familia cuente con socorrista, que los menores no accedan libremente a la piscina, no corran por el borde de la piscina, y se utilice un chaleco salvavidas para bañarse si no sabe nadar.
En la playa, Sanidad insiste en que se respete las banderas. Por otro lado, señala a que no se sobreestime su condición física ni la capacidad de nadar: en el mar, si se cansa o tiene dificultad para volver, nade de espaldas moviendo las piernas solamente hasta llegar cerca de la orilla. Por último, si siente que le arrastra una corriente, nade paralelamente a la playa y, una vez que haya salido de la misma, nade hacia la orilla.
Además, el Ministerio recuerda que tirarse de cabeza desde una gran altura, como puentes, árboles o balcones, puede producir lesiones muy graves, por lo que hay que asegurarse que hay suficiente profundidad y no existe ningún obstáculo. Además, recuerda, el conocimiento de primeros auxilios básicos en la población puede contribuir a una mejor respuesta ante este tipo de emergencias.
Precaución frente al covid-19
Cabe recordar que en las zonas de baño el riesgo asociado al covid-19 es tan alto como el de cualquier otro exterior. Por ello, se debe evitar las aglomeraciones y mantener una distancia interpersonal de al menos 1,5 metros entre no convivientes; usar la mascarilla higiénica cuando no se pueda mantener la distancia interpersonal y mantener una adecuada higiene respiratoria.
Además, Sanidad insiste en que no deben acudir a zonas de baño personas con síntomas compatibles o en aislamiento por covid-19, ni en cuarentena por contacto estrecho. Si alguna persona presenta síntomas durante su estancia en una zona de baño, se colocará una mascarilla, abandonará el espacio en el que se encuentre y contactará con su centro de salud, teléfono de referencia de la comunidad autónoma o con el 112 si tiene síntomas graves.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL