FACUA-Consumidores en Acción ha alertado de que la electricidad ha alcanzado este pasado lunes, 19 de julio, el tercer precio más caro de la historia con una media de 98,80 euros el megavatio hora (MWh) en la subasta mayorista diaria. El más alto fue el del 11 de enero de 2012, cuando se situó en 103,76 euros, y el segundo más elevado el pasado 2 de julio, 99,80 euros.
Una vez sumados los peajes de acceso y los cargos regulados, el precio que pagó este pasado lunes el consumidor doméstico con la tarifa semirregulada PVPC fue de 14,37 céntimos por kilovatio hora (kWh) en el horario valle (con el 10 por ciento de IVA y el impuesto especial sobre la electricidad incluidos), 18,65 céntimos en el llano y 29,63 céntimos en el punta.
La media aritmética asciende a 20,88 céntimos. FACUA recuerda que el precio más alto de la historia en el mercado minorista fueron los 20,85 céntimos que pagaron los consumidores entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2012 (el IVA era entonces del 18 por ciento).
Además de ese, por encima del importe de este lunes sólo han estado los precios del 2 de julio (20,97 de media aritmética) y los de once días del mes pasado (1, 2, 14, 15, 16, 17, 18 , 22, 23, 24 y 25) para los consumidores a los que se les repercutiera el IVA al 21 por ciento al haberse emitido sus facturas con anterioridad al 26 de junio, fecha en que comenzó la bajada provisional al 10 por ciento aprobada por el Gobierno.
El Gobierno no anuncia más medidas
FACUA critica que ante el endurecimiento de la subida, el Gobierno siga sin anunciar nuevas medidas para poner freno a la especulación en la fijación de las tarifas eléctricas. Por ello, la asociación plantea un decálogo de reivindicaciones, entre ellas un cambio en las reglas de la subasta del mercado mayorista, la bajada del IVA de forma permanente, o el control de ofertas fraudulentas de las eléctricas.
Asimismo, solicita la aprobación de un nuevo modelo de bono social que represente al menos un 50 por ciento de descuento en la factura y del que se puedan beneficiar las familias que cobren no más de dos salarios mínimos, que aumentarían hasta tres en función del número y características de los miembros.
La asociación también exige una recuperación para el Estado de las concesiones de centrales hidroeléctricas que caduquen para integrarlas en una empresa pública de energía, de manera que con ella puedan fijarse precios justos que contribuyan a reducir la factura de la luz.
Una vez sumados los peajes de acceso y los cargos regulados, el precio que pagó este pasado lunes el consumidor doméstico con la tarifa semirregulada PVPC fue de 14,37 céntimos por kilovatio hora (kWh) en el horario valle (con el 10 por ciento de IVA y el impuesto especial sobre la electricidad incluidos), 18,65 céntimos en el llano y 29,63 céntimos en el punta.
La media aritmética asciende a 20,88 céntimos. FACUA recuerda que el precio más alto de la historia en el mercado minorista fueron los 20,85 céntimos que pagaron los consumidores entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2012 (el IVA era entonces del 18 por ciento).
Además de ese, por encima del importe de este lunes sólo han estado los precios del 2 de julio (20,97 de media aritmética) y los de once días del mes pasado (1, 2, 14, 15, 16, 17, 18 , 22, 23, 24 y 25) para los consumidores a los que se les repercutiera el IVA al 21 por ciento al haberse emitido sus facturas con anterioridad al 26 de junio, fecha en que comenzó la bajada provisional al 10 por ciento aprobada por el Gobierno.
El Gobierno no anuncia más medidas
FACUA critica que ante el endurecimiento de la subida, el Gobierno siga sin anunciar nuevas medidas para poner freno a la especulación en la fijación de las tarifas eléctricas. Por ello, la asociación plantea un decálogo de reivindicaciones, entre ellas un cambio en las reglas de la subasta del mercado mayorista, la bajada del IVA de forma permanente, o el control de ofertas fraudulentas de las eléctricas.
Asimismo, solicita la aprobación de un nuevo modelo de bono social que represente al menos un 50 por ciento de descuento en la factura y del que se puedan beneficiar las familias que cobren no más de dos salarios mínimos, que aumentarían hasta tres en función del número y características de los miembros.
La asociación también exige una recuperación para el Estado de las concesiones de centrales hidroeléctricas que caduquen para integrarlas en una empresa pública de energía, de manera que con ella puedan fijarse precios justos que contribuyan a reducir la factura de la luz.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL