La Hermandad de Valme presentó
el resultado de los trabajos de conservación y renovación efectuados a lo largo
de los dos últimos meses en la Capilla Sacramental de la Parroquia de Santa
María Magdalena de Dos Hermanas y que han consistido, entre otros, en la
renovación del sistema lumínico o la restauración de elementos del altar donde
recibe culto la Virgen de Valme.
En relación a esto
último, cabe destacar la restauración integral de su camarín y la recuperación
de su decoración pictórica original, que data de los años 1719-1720 y que permanecía
oculta desde 1950.
El redescubrimiento y
puesta en valor de estas pinturas ha sido posible gracias al trabajo de los
restauradores nazarenos Marcos A. Moreno Acosta y Álvaro Robles Bermudo, quienes
han constatado el buen estado de conservación del retablo. La acumulación de polvo
superficial, los levantamientos y el desgaste del dorado en diversas zonas han
sido las principales carencias encontradas en el proceso de restauración, que
también ha incluido un examen organoléptico del conjunto y que ha observado
antiguos ataques de insectos ya inactivos, por lo que no representan peligro alguno
para la conservación del altar.
En la hornacina donde
recibe culto la Protectora de Dos Hermanas los daños más destacados se
encontraban en el marco de la puerta, debido fundamentalmente a su uso
habitual, por lo que presentaba numerosas pérdidas, además de zonas con levantamientos
del oro. Ante la hipótesis de encontrar bajo el tapizado de terciopelo burdeos
la decoración original del retablo –del que se tenía constancia por fotografías
anteriores a 1950–, se dispuso la retirada del mismo para analizar su estado de
conservación, en caso de que aun existiese. Una vez retirado el tejido se
encontró otro anterior que también fue extraído para así, finalmente, comprobar
que aún permanecía completa la citada decoración.
El fondo original del
camarín está constituido por unas tablas pintadas al temple con motivos
vegetales y ornamentales, cuyo estado de conservación era deficiente aunque recuperable.
Presentaba una mancha de humedad que ocupaba el 70% del conjunto, así como la
separación de uno de los ensambles con el consiguiente desnivel en su superficie
y pérdidas de policromía, tanto en la zona central-baja como en el perímetro del
marco interior.
Tras una limpieza
superficial general de todo el retablo en su conjunto se profundizó en la
recuperación del aspecto original de dicha hornacina principal, sobre la que se
ha llevado a cabo un tratamiento preventivo debido a la aparición de ataques
anteriores de insectos xilófagos; así como la consolidación y limpieza en seco
de las tablas, culminándose el proceso con la reintegración cromática de las
lagunas bajo la técnica del “rigatino”, consistente en aplicar rayas muy finas
verticales y paralelas de colores puros que, a cierta distancia, no se
distinguen, pero que de cerca permite diferenciar claramente la decoración
original de la restauración practicada.
Otra fase importante de
la intervención ha consistido en el tratamiento de la embocadura exterior del
camarín. En esta parte hubo que fijar el oro en distintas zonas, donde había
riesgo de desprendimiento, para después realizar la limpieza química eliminando
distintos repintes oxidados de una intervención anterior. Además, se ha realizado
la reintegración volumétrica y cromática de numerosas partes desgastadas por la
manipulación, y se ha sustituido el tirador anterior por uno realizado por el
Taller de Orfebrería Juan Lozano.
Hornacina del Pendón
Con motivo de las tareas
de conservación realizadas en la Capilla Sacramental también se ha intervenido
el marco tallado y dorado de la hornacina donde se custodiaba hasta 2007 el
Pendón del rey Axataf de Sevilla que, según la tradición, fue entregado por San
Fernando como exvoto a la Virgen de Valme tras la Reconquista de la ciudad de
Sevilla en 1248.
En dicho lugar se ha
ubicado ahora la reproducción en menor tamaño de esta insignia, realizada por
Juan María Ramírez Gutiérrez en 2019, junto con el fragmento que se conserva de
la madera de la primitiva asta. El proceso de restauración del marco de esta hornacina
también ha incluido la incorporación de un nuevo soporte e iluminación, así como
de un sistema para facilitar su apertura a fin de poder utilizar dicha réplica
en los actos y cultos de la Hermandad.
Este marco se encontraba
en un estado de conservación bastante deficiente por la manipulación que en su
día se ejercía sobre el mismo. Por ello, se ha realizado una fijación del oro
que, en bastante porcentaje, presentaba riesgo de desprendimiento, una limpieza
química que ha permitido eliminar numerosos repintes oxidados de intervenciones
anteriores, y la reintegración volumétrica y cromática de las muchas lagunas
existentes sobre todo en la parte izquierda. En este caso, ha sido importante
la aplicación de una protección integral para asegurar su correcta
conservación.
Cabe recordar que el
Pendón original, tras la restauración llevada a cabo por el Instituto Andaluz
de Patrimonio Histórico entre 2007 y 2009 (que supuso la separación de las dos partes
que lo componen), se conserva –debido a sus grandes dimensiones y dado su valor
histórico– en sendas vitrinas expuestas en la antigua Capilla de las Escuelas
del Ave María, dentro del recinto donde tiene su sede la Hermandad de Valme.
Nueva iluminación LED
Otro de los trabajos
realizados ha consistido en la renovación completa del sistema de iluminación
de la Capilla con tecnología LED de última generación, garantizando no sólo un
considerable ahorro energético –la potencia total que se empleará a partir de
ahora supondrá un 30% de la necesaria con tecnología convencional– sino una
mejor preservación de los elementos patrimoniales de este recinto.
Para ello se han
dispuesto tiras de LED alojadas en perfilería de aluminio –como elemento de
disipación del calor a lo largo de todas las cornisas–, resaltando la parte superior,
las pechinas y la cúpula, cuya iluminación se ha realzado mediante la
aplicación de focos directos. Sobre carriles electrificados laterales,
instalados a ambos lados de la puerta principal, se han ubicado varios puntos
de luz, que se proyectan hacia el retablo en su conjunto y los frescos de las
paredes, incluyendo el propio altar sacramental.
El camarín de la Virgen
de Valme se ha dotado igualmente con una iluminación interior oculta, basada en
tecnología LED con posibilidad de atenuación. También cabe destacar que se ha
recuperado la visión del Espíritu Santo, representado en un lienzo que decora el
interior del antiguo manifestador del retablo, en su zona intermedia, mediante
la instalación de tiras de luz ocultas.
La alimentación eléctrica
y los distintos encendidos se han saneado y centralizado en el cuadro general
que existe en la Sacristía del templo.
Todos estos trabajos de renovación y actualización de la iluminación de la Capilla Sacramental de la Parroquia de Santa María Magdalena han sido por la empresa Instalaciones Eléctricas Crimasa, S.L., cuya sede se encuentra en Dos Hermanas.