Dos Hermanas Diario Digital se hace eco en su Buzón del Lector del artículo remitido
por la Antaris Dos Hermanas en el que se hace eco de la celebración, el día 1
de diciembre, del Día Mundial del Sida. Si lo desea, puede escribir a doshermanasdiariodigital@gmail.com
exponiendo su queja, comentario o sugerencia, e incluso acompañarla también de
alguna fotografía.
“Como cada 1
de diciembre, nos unimos para apoyar a las personas que viven con el VIH. Este
año, en el que la pandemia Covid-19 ha tumbado nuestras vidas, nos
solidarizamos, más que ninguno, con las personas más vulnerables, a las que la
situación les ha castigado con mayor dureza. Nos hemos hecho conscientes de la
importancia de la salud, hemos visto los gestos más solidarios en la sociedad,
y a toda la comunidad política internacional unida en un objetivo común. Es el
año de la “Solidaridad y Responsabilidad”; no podría ser mejor el lema para
otra de nuestras pandemias, la del VIH, con la que llevamos luchando desde
1988.
Este año nos
gustaría incidir especialmente en los factores que aumentan la vulnerabilidad
de las mujeres a contraer el VIH. En ellas el 82,2 % de los contagios es por
vía heterosexual. En estos contagios son los roles sexuales de género los que
limitan, en gran medida, la capacidad de las mujeres a la hora de prevenir
conductas de riesgo, anteponiendo el amor romántico y la entrega incondicional
a los deseos sexuales de la pareja, a su propia salud. En el uso del
preservativo tiene el control el varón. Además, el mayor número de parejas
sexuales por parte de los varones aumentaría el riesgo en las mujeres, así como
la mayor frecuencia de relación de parejas de hombres mayores con mujeres
jóvenes. A mayor edad, mayor número de parejas sexuales y, por lo tanto,
mayores posibilidades de adquirir el VIH u otra infección de transmisión sexual
(ITS). Algunos factores a destacar en la incidencia de los contagios son la
mayor vulnerabilidad biológica de las mujeres (sexo receptivo) y la mayor fragilidad
vaginal en las jóvenes, así como tras la menopausia.
La
prostitución, las redes organizadas de tráfico de mujeres y de inmigración ilegal
pone a las mujeres en un riesgo especial de adquirir la infección por el VIH o
de otras ITS.
Las mujeres
jóvenes en riesgo de exclusión social son especialmente vulnerables a las ITS y
a tener embarazos no deseados. La falta de educación o de apoyo familiar y
social pueden privarlas del apoyo afectivo esencial a la hora de prevenir las
prácticas de riesgo.
La Violencia
aumenta la vulnerabilidad al VIH: el sexo forzado con una persona infectada o
la coacción, en la que la mujer es incapaz de negociar comportamientos
preventivos como el uso de preservativo. El abuso sexual o físico durante la
infancia ha sido asociado con comportamientos sexuales de alto riesgo durante
la adolescencia o edad adulta. Las mujeres que viven bajo alguna forma de
violencia basada en el género presentan dificultades para ejercer sus derechos,
para tomar decisiones de forma autónoma sobre su cuerpo y su salud sexual y
reproductiva, y por ello están más expuestas a embarazos no deseados y a la
infección por el VIH y/u otras ITS. Una revisión sistemática realizada por la
OMS encontró́ que en las mujeres que sufren violencia de género, el riesgo de
contraer infección por el VIH aumenta un 50% en comparación con aquellas que no
lo sufren.
A los
factores de vulnerabilidad por ser mujer, habría que sumar aquellos derivados
del proceso migratorio, donde la incidencia de contagio de VIH ha ido
incrementando, pudiendo ello deberse a factores como el aislamiento, la ruptura
familiar, la falta de redes sociales y afectivas, la precariedad de sus condiciones
de vida tanto económica como laboral, el desconocimiento de derechos, el miedo
a la expulsión o a perder a los hijos e hijas.
Tras lo expuesto, podemos concluir que las mujeres presentan distintos factores de vulnerabilidad frente al VIH/SIDA asociados a mandatos y roles de género. Por lo tanto, es imprescindible priorizar acciones enfocadas en cambiar los roles de género, incluirlas en procesos de toma de decisión, combatir la violencia de género, hacer investigaciones específicas que permitan conocer las dificultades y barreras adicionales que han de afrontar las mujeres afectadas directa o indirectamente por el VIH/SIDA.”