Hoy me levantado sin ganas de dejar el sueño que me ha acompañado, no sé si un tramo o toda la noche: era tan bonito y tan real… He soñado que en este país que llamamos "España" se apostaba por la educación y la investigación. Era maravilloso ver cómo los conocimientos y la creatividad de los científicos españoles hacían que nuestra economía creciera sin ningún límite.
Dejábamos de ser el asilo de Europa. Y digo lo de "asilo" sin ofender, lo que ocurre es que no podemos depender del sol y de la climatología para que haya actividad. En mis sueños se implantaba la energía solar y eólica en cada rincón de este país lleno de gente buena y variada. Y las placas solares y los molinos se fabricaban aquí, con nuestros diseños y sin depender de fuera para nada.
Nuestras mentes brillantes no tenían que irse a otros países o continentes para poder descubrir todo aquello que sus cerebros imaginan. Se estudiaba cada región y se hablaba con su gente para saber y encontrar qué actividad económica podría implantarse para evitar que la gente dejase la tierra de sus ancestros sin quererlo.
Encontrábamos curas para enfermedades; descubríamos nuevos métodos para que la gente no sufra. También avanzábamos en agricultura, se fomentaba la unión de los agricultores para que su sustento no dependiese de intermediarios nacionales o extranjeros que se quedan con la plusvalía de su sudor.
Había titulaciones especiales para dar a conocer nuestro patrimonio, que es extenso e interesante. Había muchos lugares que dejaban de ser desconocidos, ya que las infraestructuras permitían llegar a todos sitios. Se investigaba en transporte rápido y accesible para la ciudadanía, no solo para personas con limitaciones físicas, sino también accesibles desde el punto de vista económico. Cada parte del territorio tenía acceso a Internet y se creaban miles de empresas en la Red para ofrecer de todo.
He empezado hablándote de mi sueño nocturno para continuar soñando despierta sobre cómo sería nuestra tierra con una apuesta fuerte por la educación y por la investigación y el desarrollo, sin dejar nunca atrás la innovación. Lo peor es que todo esto es posible. Pero nadie lo ve.
Dejábamos de ser el asilo de Europa. Y digo lo de "asilo" sin ofender, lo que ocurre es que no podemos depender del sol y de la climatología para que haya actividad. En mis sueños se implantaba la energía solar y eólica en cada rincón de este país lleno de gente buena y variada. Y las placas solares y los molinos se fabricaban aquí, con nuestros diseños y sin depender de fuera para nada.
Nuestras mentes brillantes no tenían que irse a otros países o continentes para poder descubrir todo aquello que sus cerebros imaginan. Se estudiaba cada región y se hablaba con su gente para saber y encontrar qué actividad económica podría implantarse para evitar que la gente dejase la tierra de sus ancestros sin quererlo.
Encontrábamos curas para enfermedades; descubríamos nuevos métodos para que la gente no sufra. También avanzábamos en agricultura, se fomentaba la unión de los agricultores para que su sustento no dependiese de intermediarios nacionales o extranjeros que se quedan con la plusvalía de su sudor.
Había titulaciones especiales para dar a conocer nuestro patrimonio, que es extenso e interesante. Había muchos lugares que dejaban de ser desconocidos, ya que las infraestructuras permitían llegar a todos sitios. Se investigaba en transporte rápido y accesible para la ciudadanía, no solo para personas con limitaciones físicas, sino también accesibles desde el punto de vista económico. Cada parte del territorio tenía acceso a Internet y se creaban miles de empresas en la Red para ofrecer de todo.
He empezado hablándote de mi sueño nocturno para continuar soñando despierta sobre cómo sería nuestra tierra con una apuesta fuerte por la educación y por la investigación y el desarrollo, sin dejar nunca atrás la innovación. Lo peor es que todo esto es posible. Pero nadie lo ve.
MARÍA JESÚS SÁNCHEZ