El Servicio Andaluz de Teleasistencia de la Junta de Andalucía ofrece recomendaciones para prevenir los efectos del calor en las personas mayores y personas en situación de dependencia en colaboración con el Plan Andaluz para la prevención de los efectos de las temperaturas excesivas sobre la salud 2019, puesto en marcha por la Consejería de Salud y Familias.
En la actualidad son 229.365 personas usuarias de este servicio público de Teleasistencia, tanto personas mayores de 65 años como personas en situación de dependencia y con discapacidad, que tendrán acceso a información y recomendaciones ante las altas temperaturas.
Entre las personas atendidas por el servicio de Teleasistencia hay un perfil mayoritario de personas con más de 80 años (la media de edad es de 81), que es considerado como un colectivo más sensible al exceso de calor en el ambiente. Durante todo el verano se ofrecerán recomendaciones a las personas usuarias de teleasistencia relacionadas con las altas temperaturas como, por ejemplo, evitar salir en las horas más fuertes de sol y mantener una correcta hidratación.
Durante la campaña que se llevó a cabo el verano del año pasado para prevenir los efectos de las altas temperaturas, se gestionaron desde el servicio de teleasistencia un total de 115.808 llamadas con este fin.
El servicio de Teleasistencia permite a sus usuarios y usuarias mantener el contacto verbal durante 24 horas todos los días del año, con sólo apretar un botón, orientado a personas mayores, en situación de dependencia o con discapacidad que requieran algún tipo de ayuda, proporcionándoles compañía, seguridad y atención rápida en caso de emergencia, así como apoyo a las familias, favoreciendo la conciliación de la vida familiar y laboral.
Personas en riesgo
Las personas identificadas como población de riesgo son, en su mayoría, mayores de 65 años, pacientes frágiles que viven solos, cuyo estado de salud está debilitado por padecer alguna patología crónica de alta morbilidad (insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, demencia, trastorno mental grave, insuficiencia renal, obesidad excesiva, hipertensión arterial o diabetes mellitus) o que tomen un medicamento que pueda influir en la adaptación del organismo al calor (psicotropos, antidepresivos, hipotensores y diuréticos).
Su seguimiento permite identificar las situaciones y problemas del paciente e interconectar a las enfermeras gestoras de casos, enfermeras de familia y profesionales de Salud Responde, así como poner en marcha los mecanismos de control y actuación necesarios para minimizar los efectos de las altas temperaturas.
Las recomendaciones básicas que la población debe tener en cuenta ante la llegada del verano y las altas temperaturas son, entre otras, evitar la exposición durante las horas más fuertes de sol, salir con protección (tanto con ropas ligeras y de color claro, y sombreros como con protección solar), ventilar las estancias, bajar las persianas y cerrar las puertas durante las horas de temperaturas más elevadas, mantener un buen nivel de hidratación bebiendo mucha agua, conservar adecuadamente los alimentos o moderar los ejercicios que exijan mucho esfuerzo físico en las horas centrales del día.
Además, desde los centros de atención primaria se ofrece información a la población general y se trabaja en la identificación de los pacientes de riesgo para su inclusión en el plan de seguimiento telefónico que realiza Salud Responde. El año pasado se identificaron en Córdoba 1.536 pacientes, que recibieron 1.947 llamadas desde Salud responde.
Durante este periodo, también se intensifican las visitas domiciliarias para monitorizar los signos y síntomas relacionados con el calor y proporcionar consejos para evitar y controlar los efectos del aumento de las temperaturas. Estas visitas y el seguimiento de telecontinuidad se realizan también a pacientes tras su alta en los centros hospitalarios.
En la actualidad son 229.365 personas usuarias de este servicio público de Teleasistencia, tanto personas mayores de 65 años como personas en situación de dependencia y con discapacidad, que tendrán acceso a información y recomendaciones ante las altas temperaturas.
Entre las personas atendidas por el servicio de Teleasistencia hay un perfil mayoritario de personas con más de 80 años (la media de edad es de 81), que es considerado como un colectivo más sensible al exceso de calor en el ambiente. Durante todo el verano se ofrecerán recomendaciones a las personas usuarias de teleasistencia relacionadas con las altas temperaturas como, por ejemplo, evitar salir en las horas más fuertes de sol y mantener una correcta hidratación.
Durante la campaña que se llevó a cabo el verano del año pasado para prevenir los efectos de las altas temperaturas, se gestionaron desde el servicio de teleasistencia un total de 115.808 llamadas con este fin.
El servicio de Teleasistencia permite a sus usuarios y usuarias mantener el contacto verbal durante 24 horas todos los días del año, con sólo apretar un botón, orientado a personas mayores, en situación de dependencia o con discapacidad que requieran algún tipo de ayuda, proporcionándoles compañía, seguridad y atención rápida en caso de emergencia, así como apoyo a las familias, favoreciendo la conciliación de la vida familiar y laboral.
Personas en riesgo
Las personas identificadas como población de riesgo son, en su mayoría, mayores de 65 años, pacientes frágiles que viven solos, cuyo estado de salud está debilitado por padecer alguna patología crónica de alta morbilidad (insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, demencia, trastorno mental grave, insuficiencia renal, obesidad excesiva, hipertensión arterial o diabetes mellitus) o que tomen un medicamento que pueda influir en la adaptación del organismo al calor (psicotropos, antidepresivos, hipotensores y diuréticos).
Su seguimiento permite identificar las situaciones y problemas del paciente e interconectar a las enfermeras gestoras de casos, enfermeras de familia y profesionales de Salud Responde, así como poner en marcha los mecanismos de control y actuación necesarios para minimizar los efectos de las altas temperaturas.
Las recomendaciones básicas que la población debe tener en cuenta ante la llegada del verano y las altas temperaturas son, entre otras, evitar la exposición durante las horas más fuertes de sol, salir con protección (tanto con ropas ligeras y de color claro, y sombreros como con protección solar), ventilar las estancias, bajar las persianas y cerrar las puertas durante las horas de temperaturas más elevadas, mantener un buen nivel de hidratación bebiendo mucha agua, conservar adecuadamente los alimentos o moderar los ejercicios que exijan mucho esfuerzo físico en las horas centrales del día.
Además, desde los centros de atención primaria se ofrece información a la población general y se trabaja en la identificación de los pacientes de riesgo para su inclusión en el plan de seguimiento telefónico que realiza Salud Responde. El año pasado se identificaron en Córdoba 1.536 pacientes, que recibieron 1.947 llamadas desde Salud responde.
Durante este periodo, también se intensifican las visitas domiciliarias para monitorizar los signos y síntomas relacionados con el calor y proporcionar consejos para evitar y controlar los efectos del aumento de las temperaturas. Estas visitas y el seguimiento de telecontinuidad se realizan también a pacientes tras su alta en los centros hospitalarios.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL