Las madres y los padres de alumnos del CEIP Europa que se empeñaron en su momento en levantar un Aula de Convivencia han encontrado ya su recompensa después de ver finalizadas unas obras que se iniciaron hace un año y medio y que, por fin, ya pueden decir que han finalizado. Con este motivo, el próximo sábado, día 11, organizarán un encuentro muy especial para celebrar esta importante gesta.
"Tras un año y medio de autoconstrucción en el Aula de Convivencia del CEIP Europa de Montequinto, las madres de la plataforma, el AMPA del colegio y todos los voluntarios y voluntarias que han pasado por la obra, estamos muy orgullosos de ver que realmente ha sido posible". Con estas palabras han expresado todos su satisfacción por conseguir, con mucho esfuerzo, que los niños y niñas de este centro quinteño puedan, por fin, tener un lugar donde comer en las mejores condiciones.
Todos cuantos han participado en esta insólita iniciativa la han valorado de "muy gratificante" por muchos otros motivos: por una parte, porque han podido comprobar la capacidad de las administraciones para trabajar engranadas y en conjunción con las demás, y, por otra, especialmente, por cuanto reconocen la disposición para adaptarse a procedimientos diferentes, tal y como habían solicitado los ciudadanos.
"Sin duda, para nosotros", señalan los que han tenido esta iniciativa, "el valor añadido más importante a la consecución de este bien público es el aprendizaje nuestro y de nuestros niños y niñas. No sólo a nivel constructivo, sino social y humano. Haber conseguido congregar a más de 300 voluntarios diferentes de 32 nacionalidades diferentes, padres, madres, abuelos, vecinos, arquitectos venidos de todo el mundo atraídos por el reconocimiento internacional de los arquitectos Santi Cirugeda y Alice Attout, muchachos y muchachas con ganas de aprender el oficio, gente interesada en proyectos de participación ciudadana, etc".
Es por ello que el próximo sábado, día 11 de noviembre, quieren todos celebrar este logro de la manera que suelen hacerlo: trabando y comiendo juntos. "Trabajando porque entendemos que es la única manera de avanzar, y que para nosotros ha sido la manera de ver transformarse a nuestra Aula, día a día y taller a taller. Y comiendo porque es una manera muy nuestra de celebrar, que, además, viene imprimiendo entre sus pilares, el uso principal que tendrá este edificio". El taller empezará a las 10:30 horas y se hará una paella comunitaria en torno a las 14:00 horas.
El empeño de un grupo de familias
Lo que comenzó como una lucha de un pequeño grupo de familias, se ha convertido finalmente en un proyecto basado en la participación social y el compromiso de toda la comunidad educativa, con diversas partidas en concepto de autoconstrucción y la ayuda también del Ayuntamiento de Dos Hermanas.
Esta ha sido la clave del proyecto de construcción de este Aula de Convivencia en un colegio que no contaba con comedor, algo muy demandado por los padres y madres de alumnos. Y la vía para poder llevarlo a cabo ha sido con el trabajo de padres y profesores, y la utilización de materiales donados y excedentes de otras obras, como puertas, ventanas o, incluso, el cierre, con el fin de reducir costes.
Ha sido Santiago Cirugeda, arquitecto sevillano fundador del estudio Recetas Urbanas y recientemente galardonado con el International Fellows de la RIBA en Londres, el encargado del diseño. Cirugeda, junto con la arquitecta Alice Attout, atesora una dilatada experiencia basada en la conexión de la arquitectura con la gente, ofreciendo soluciones urbanísticas reales a problemas muy concretos. Con esta premisa, Recetas Urbanas consiguió diseñar una solución para el comedor del centro, que cumple con la normativa reduciendo costes a la cuarta parte, algo que se logra con la premisa del trabajo en equipo.
"Tras un año y medio de autoconstrucción en el Aula de Convivencia del CEIP Europa de Montequinto, las madres de la plataforma, el AMPA del colegio y todos los voluntarios y voluntarias que han pasado por la obra, estamos muy orgullosos de ver que realmente ha sido posible". Con estas palabras han expresado todos su satisfacción por conseguir, con mucho esfuerzo, que los niños y niñas de este centro quinteño puedan, por fin, tener un lugar donde comer en las mejores condiciones.
Todos cuantos han participado en esta insólita iniciativa la han valorado de "muy gratificante" por muchos otros motivos: por una parte, porque han podido comprobar la capacidad de las administraciones para trabajar engranadas y en conjunción con las demás, y, por otra, especialmente, por cuanto reconocen la disposición para adaptarse a procedimientos diferentes, tal y como habían solicitado los ciudadanos.
"Sin duda, para nosotros", señalan los que han tenido esta iniciativa, "el valor añadido más importante a la consecución de este bien público es el aprendizaje nuestro y de nuestros niños y niñas. No sólo a nivel constructivo, sino social y humano. Haber conseguido congregar a más de 300 voluntarios diferentes de 32 nacionalidades diferentes, padres, madres, abuelos, vecinos, arquitectos venidos de todo el mundo atraídos por el reconocimiento internacional de los arquitectos Santi Cirugeda y Alice Attout, muchachos y muchachas con ganas de aprender el oficio, gente interesada en proyectos de participación ciudadana, etc".
Es por ello que el próximo sábado, día 11 de noviembre, quieren todos celebrar este logro de la manera que suelen hacerlo: trabando y comiendo juntos. "Trabajando porque entendemos que es la única manera de avanzar, y que para nosotros ha sido la manera de ver transformarse a nuestra Aula, día a día y taller a taller. Y comiendo porque es una manera muy nuestra de celebrar, que, además, viene imprimiendo entre sus pilares, el uso principal que tendrá este edificio". El taller empezará a las 10:30 horas y se hará una paella comunitaria en torno a las 14:00 horas.
El empeño de un grupo de familias
Lo que comenzó como una lucha de un pequeño grupo de familias, se ha convertido finalmente en un proyecto basado en la participación social y el compromiso de toda la comunidad educativa, con diversas partidas en concepto de autoconstrucción y la ayuda también del Ayuntamiento de Dos Hermanas.
Esta ha sido la clave del proyecto de construcción de este Aula de Convivencia en un colegio que no contaba con comedor, algo muy demandado por los padres y madres de alumnos. Y la vía para poder llevarlo a cabo ha sido con el trabajo de padres y profesores, y la utilización de materiales donados y excedentes de otras obras, como puertas, ventanas o, incluso, el cierre, con el fin de reducir costes.
Ha sido Santiago Cirugeda, arquitecto sevillano fundador del estudio Recetas Urbanas y recientemente galardonado con el International Fellows de la RIBA en Londres, el encargado del diseño. Cirugeda, junto con la arquitecta Alice Attout, atesora una dilatada experiencia basada en la conexión de la arquitectura con la gente, ofreciendo soluciones urbanísticas reales a problemas muy concretos. Con esta premisa, Recetas Urbanas consiguió diseñar una solución para el comedor del centro, que cumple con la normativa reduciendo costes a la cuarta parte, algo que se logra con la premisa del trabajo en equipo.
DH DIARIO DIGITAL / REDACCIÓN