El Consejo de Gobierno ha aprobado la Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2017-2022, que contará con un presupuesto de 59 millones de euros. El nuevo plan da continuidad a las actuaciones desarrolladas en el periodo entre los años 2010 y 2015, que logró una reducción del 24 por ciento en el número de accidentes y de un 11 por ciento en los mortales.
La Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2017-2022 presta especial atención a la incidencia de los siniestros de tráfico o los debidos a patologías no traumáticas, como infartos o derrames cerebrales, y a aspectos como la atomización del tejido empresarial, con medidas prioritarias dirigidas a las pymes, que representan el 98 por ciento del tejido productivo andaluz.
Para ello, el nuevo plan recoge 57 líneas de actuación y cuatro grandes objetivos que se desarrollarán a través de tres planes bienales, que se aprobarán por el Consejo Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales (CAPRL), integrado por la Junta y los agentes económicos y sociales.
El primero de los cuatro bloques de medidas de la estrategia se centra en mejorar las condiciones de seguridad y salud laboral de los trabajadores, garantizar la aplicación de la normativa en las empresas, potenciar el asesoramiento e información y aplicar acciones específicas a riesgos que están cada vez más presentes, como los psicosociales.
Asimismo, se priorizarán las acciones referidas a la seguridad vial, capítulo que actualmente supone un 13 por ciento de los accidentes en el trabajo y un 30 por ciento de las muertes; el cáncer de origen laboral, y las enfermedades profesionales, sobre todo las musculoesqueléticas, que representan el 60 por ciento de todas las comunicadas en los partes. Las previsiones se completan con actuaciones de choque en los sectores con mayor siniestralidad, los programas de promoción de hábitos saludables en las empresas y la investigación de los accidentes.
El segundo gran objetivo se dirige a mejorar la gestión preventiva en las empresas, sobre todo las pymes. Entre otras acciones, se ofrecerán guías de buenas prácticas y programas de formación, además de incrementar la calidad técnica y la vigilancia de la salud en los servicios de prevención, estableciendo para ello ayudas específicas.
El tercer bloque recoge medidas de mejora de la eficacia del sistema de seguridad y salud en el trabajo, como reforzar el papel de instituciones como el CAPRL o la red de laboratorios de observatorios del Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales, la coordinación de los agentes que actúan en la materia, la investigación sobre los riesgos y la realización de encuestas y estudios.
Finalmente, la estrategia se completa con programas para consolidar la cultura preventiva en la sociedad andaluza y de divulgación y concienciación, así como acciones específicas en centros docentes y campañas en medios de comunicación y redes sociales.
La Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2017-2022 presta especial atención a la incidencia de los siniestros de tráfico o los debidos a patologías no traumáticas, como infartos o derrames cerebrales, y a aspectos como la atomización del tejido empresarial, con medidas prioritarias dirigidas a las pymes, que representan el 98 por ciento del tejido productivo andaluz.
Para ello, el nuevo plan recoge 57 líneas de actuación y cuatro grandes objetivos que se desarrollarán a través de tres planes bienales, que se aprobarán por el Consejo Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales (CAPRL), integrado por la Junta y los agentes económicos y sociales.
El primero de los cuatro bloques de medidas de la estrategia se centra en mejorar las condiciones de seguridad y salud laboral de los trabajadores, garantizar la aplicación de la normativa en las empresas, potenciar el asesoramiento e información y aplicar acciones específicas a riesgos que están cada vez más presentes, como los psicosociales.
Asimismo, se priorizarán las acciones referidas a la seguridad vial, capítulo que actualmente supone un 13 por ciento de los accidentes en el trabajo y un 30 por ciento de las muertes; el cáncer de origen laboral, y las enfermedades profesionales, sobre todo las musculoesqueléticas, que representan el 60 por ciento de todas las comunicadas en los partes. Las previsiones se completan con actuaciones de choque en los sectores con mayor siniestralidad, los programas de promoción de hábitos saludables en las empresas y la investigación de los accidentes.
El segundo gran objetivo se dirige a mejorar la gestión preventiva en las empresas, sobre todo las pymes. Entre otras acciones, se ofrecerán guías de buenas prácticas y programas de formación, además de incrementar la calidad técnica y la vigilancia de la salud en los servicios de prevención, estableciendo para ello ayudas específicas.
El tercer bloque recoge medidas de mejora de la eficacia del sistema de seguridad y salud en el trabajo, como reforzar el papel de instituciones como el CAPRL o la red de laboratorios de observatorios del Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales, la coordinación de los agentes que actúan en la materia, la investigación sobre los riesgos y la realización de encuestas y estudios.
Finalmente, la estrategia se completa con programas para consolidar la cultura preventiva en la sociedad andaluza y de divulgación y concienciación, así como acciones específicas en centros docentes y campañas en medios de comunicación y redes sociales.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: I. TÉLLEZ
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