La Iglesia del Santo Ángel de Sevilla acoge a las 20:00 horas de este viernes, día 24 de noviembre, la bendición de una nueva imagen, Nuestro Padre Jesús de la Humildad, obra del escultor e imaginero nazareno Antonio Luis Troya, de 1,80 metros de altura, que concluyó el pasado verano y que representa el momento en el que, una vez pronunciada la sentencia de muerte, tomará la cruz para iniciar el camino del Calvario.
La obra, realizada en el estudio que este escultor e imaginero posee en la calle Fernán Caballero de Dos Hermanas, está labrada en madera de cedro real y policromada al óleo con una tonalidad cálida, y que mide 1,80 cm de altura. El rostro del Cristo presenta rasgos muy varoniles a la vez que sereno, y va coronado con espinas de acacia.
La policromía de esta nueva imagen es morena y muestra una "vulnerabilidad conmovedora", según la descripción del propio autor, quien ha valorado de forma muy especial que pueda contar desde este viernes, por tanto, con una imagen de Cristo en Sevilla capital, "algo que es muy complicado".
Nuestro Padre Jesús de la Humildad, según Antonio Luis Troya, muestra unas facciones marcadas y proporcionadas armónicamente, y su rostro de abruptos perfiles volumétricos revela los pómulos acusadamente marcados y la frente y el entrecejo levemente contraídos, en consonancia con el gesto contenido de la boca y la suave inclinación de la cabeza hacia abajo. La boca, entre abierta, deja ver sus dientes y lengua, marcando con realismo la acción de hablar al espectador. El cabello es largo y tallado en mechones, con movimiento y volumen, y la barba rizada.
Se trata de la último trabajo del escultor y restaurador Antonio Luis Troya, quien ha creado a lo largo de estos años numerosas obras tanto para hermandades como para particulares, que se encuentran repartidas por Dos Hermanas y diversas localidades andaluzas y españolas, así como más allá de nuestras fronteras, como en Roma, México y Panamá.
Entre los recientes trabajos de Troya, se encuentra la realización de dieciséis cartelas para el nuevo trono de la imagen de Nuestra Señora de la Luz, perteneciente a la Cofradía del Santo Sepulcro-Esperanza de la Vida, de León; una Virgen Dolorosa para Málaga y una nube de procesión para una Asunción a los Cielos, de la Hermandad de la Vera-Cruz, de Dos Hermanas.
Virgen de Valme
Pero, además, Antonio Luis Troya se encuentra de enhorabuena por cuanto Su Santidad el Papa Francisco bendijo, en el transcurso de una ceremonia celebrada este jueves, día 23 de noviembre, en El Vaticano, dos réplicas de la Virgen de Valme que irán a iglesias ubicadas en El Congo y Sudán. Además, este escultor cuenta con otra réplica de la Virgen de Valme en Roma.
Las realización de estas dos últimas imágenes, por encargo de la Obra de la Iglesia, le han supuesto a este escultor nazareno unas intensas jornadas, de mañana, tarde y noche, en su estudio de la calle Fernán Caballero, ya que ha tenido que realizarlas en menos de una semana.
La obra, realizada en el estudio que este escultor e imaginero posee en la calle Fernán Caballero de Dos Hermanas, está labrada en madera de cedro real y policromada al óleo con una tonalidad cálida, y que mide 1,80 cm de altura. El rostro del Cristo presenta rasgos muy varoniles a la vez que sereno, y va coronado con espinas de acacia.
La policromía de esta nueva imagen es morena y muestra una "vulnerabilidad conmovedora", según la descripción del propio autor, quien ha valorado de forma muy especial que pueda contar desde este viernes, por tanto, con una imagen de Cristo en Sevilla capital, "algo que es muy complicado".
Nuestro Padre Jesús de la Humildad, según Antonio Luis Troya, muestra unas facciones marcadas y proporcionadas armónicamente, y su rostro de abruptos perfiles volumétricos revela los pómulos acusadamente marcados y la frente y el entrecejo levemente contraídos, en consonancia con el gesto contenido de la boca y la suave inclinación de la cabeza hacia abajo. La boca, entre abierta, deja ver sus dientes y lengua, marcando con realismo la acción de hablar al espectador. El cabello es largo y tallado en mechones, con movimiento y volumen, y la barba rizada.
Se trata de la último trabajo del escultor y restaurador Antonio Luis Troya, quien ha creado a lo largo de estos años numerosas obras tanto para hermandades como para particulares, que se encuentran repartidas por Dos Hermanas y diversas localidades andaluzas y españolas, así como más allá de nuestras fronteras, como en Roma, México y Panamá.
Entre los recientes trabajos de Troya, se encuentra la realización de dieciséis cartelas para el nuevo trono de la imagen de Nuestra Señora de la Luz, perteneciente a la Cofradía del Santo Sepulcro-Esperanza de la Vida, de León; una Virgen Dolorosa para Málaga y una nube de procesión para una Asunción a los Cielos, de la Hermandad de la Vera-Cruz, de Dos Hermanas.
Virgen de Valme
Pero, además, Antonio Luis Troya se encuentra de enhorabuena por cuanto Su Santidad el Papa Francisco bendijo, en el transcurso de una ceremonia celebrada este jueves, día 23 de noviembre, en El Vaticano, dos réplicas de la Virgen de Valme que irán a iglesias ubicadas en El Congo y Sudán. Además, este escultor cuenta con otra réplica de la Virgen de Valme en Roma.
Las realización de estas dos últimas imágenes, por encargo de la Obra de la Iglesia, le han supuesto a este escultor nazareno unas intensas jornadas, de mañana, tarde y noche, en su estudio de la calle Fernán Caballero, ya que ha tenido que realizarlas en menos de una semana.
F. G. / REDACCIÓN