Sobre el debate creado en torno al referéndum que se ha convocado en Cataluña para este domingo hay una clara unanimidad en las fuerzas políticas españolas: se trata de una consulta ilegal y, por tanto, ocurra lo que ocurra, no tendrá legitimidad. Pero, a partir de ahí, el problema del fondo y la forma en torno a cómo se debe actuar es lo que ha provocando un clima de crispación en todo el país que este viernes también se vivió en Dos Hermanas.
Se acaba antes resumiendo lo ocurrido a mediodía de este viernes, día 29 de septiembre, en el salón de plenos del Ayuntamiento nazareno: por un lado, el Partido Popular presentando una moción de defensa del orden constitucional en España, de apoyo a los alcaldes y regidores catalanes que se están resistiendo frente a los intentos de secesionismo, y contra el referéndum ilegal (teoría apoyada por Ciudadanos); y, por otro, los que partiendo de la base de que la consulta convocada en Cataluña es ilegal y, por tanto, su resultado carecerá de cualquier tipo de garantía, defienden otras formas de hacer frente a este desafío, que pasa necesariamente por el diálogo (PSOE, Sí Se Puede e IU). Este resumen puede concluir con que el PP no encontró el apoyo de la mayoría del Pleno que buscaba, porque el resto de la crónica se va a basar más en los argumentos esgrimidos por cada uno y, claro está, en la crispación vivida durante su debate.
El PP lo que pedía en la moción, igual que en otras presentadas por este mismo partido en tantos municipios españoles, era, en definitiva, el reconocimiento de todos hacia la integridad territorial de la Nación, el apoyo alcaldes, representantes políticos y sociales, funcionarios, jueces, fiscales o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que están soportando la presión de los convocantes del referéndum, el respaldo al Gobierno en el ejercicio de sus funciones en cumplimiento de la legalidad vigente y, en definitiva, pedir a la Generalitat que diera marcha atrás en la convocatoria de la consulta "ilegal".
Pero salvo por parte de Ciudadanos, que apoyó sin fisuras la moción, el resto de los grupos la rechazaron con argumentos muy similares, que encontraban el siguiente hilo conductor: la Democracia no se defiende haciendo leyes represivas o enviando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a Cataluña, sino con diálogo y con política; a todos les pareció una moción inoportuna, que venía más a echar leña al fuego que a buscar la pacificación, y se emitieron duras críticas a la utilización que está haciendo el Gobierno central y el PP de este conflicto, llegándose a afirmar que el verdadero motivo de sus actuaciones era buscar un rédito electoral, teoría de la que participó incluso el propio alcalde, Francisco Toscano.
Y es que el alcalde, que quiso mantenerse al margen del debate, entró finalmente en el mismo después de que el concejal popular Luis Paniagua, que defendió la moción, le pidiera personalmente que no votara en contra de la misma "porque va a cometer el mayor acto de irresponsabilidad política".
Y habló Toscano: "Todo lo que está ocurriendo es porque hay un problema de fondo, el territorial, que no está resuelto, pero hay también una utilización de ese problema, y en esa utilización nefasta tiene mucho que ver su partido [el PP], lo mismo que los dirigentes de la Generalitat; y unos y otros porque les viene bien para sus votantes. Y, amparados los unos en la bandera y los otros en el nacionalismo, queréis llevar al resto a la confrontación. Es mentira hacernos creer que estáis defendiendo los intereses de todos. Al final, se impondrá el sentido común y terminaremos sentados en una mesa. Pero traer la moción aquí no provoca más que crispación".
Se acaba antes resumiendo lo ocurrido a mediodía de este viernes, día 29 de septiembre, en el salón de plenos del Ayuntamiento nazareno: por un lado, el Partido Popular presentando una moción de defensa del orden constitucional en España, de apoyo a los alcaldes y regidores catalanes que se están resistiendo frente a los intentos de secesionismo, y contra el referéndum ilegal (teoría apoyada por Ciudadanos); y, por otro, los que partiendo de la base de que la consulta convocada en Cataluña es ilegal y, por tanto, su resultado carecerá de cualquier tipo de garantía, defienden otras formas de hacer frente a este desafío, que pasa necesariamente por el diálogo (PSOE, Sí Se Puede e IU). Este resumen puede concluir con que el PP no encontró el apoyo de la mayoría del Pleno que buscaba, porque el resto de la crónica se va a basar más en los argumentos esgrimidos por cada uno y, claro está, en la crispación vivida durante su debate.
El PP lo que pedía en la moción, igual que en otras presentadas por este mismo partido en tantos municipios españoles, era, en definitiva, el reconocimiento de todos hacia la integridad territorial de la Nación, el apoyo alcaldes, representantes políticos y sociales, funcionarios, jueces, fiscales o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que están soportando la presión de los convocantes del referéndum, el respaldo al Gobierno en el ejercicio de sus funciones en cumplimiento de la legalidad vigente y, en definitiva, pedir a la Generalitat que diera marcha atrás en la convocatoria de la consulta "ilegal".
Pero salvo por parte de Ciudadanos, que apoyó sin fisuras la moción, el resto de los grupos la rechazaron con argumentos muy similares, que encontraban el siguiente hilo conductor: la Democracia no se defiende haciendo leyes represivas o enviando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a Cataluña, sino con diálogo y con política; a todos les pareció una moción inoportuna, que venía más a echar leña al fuego que a buscar la pacificación, y se emitieron duras críticas a la utilización que está haciendo el Gobierno central y el PP de este conflicto, llegándose a afirmar que el verdadero motivo de sus actuaciones era buscar un rédito electoral, teoría de la que participó incluso el propio alcalde, Francisco Toscano.
Y es que el alcalde, que quiso mantenerse al margen del debate, entró finalmente en el mismo después de que el concejal popular Luis Paniagua, que defendió la moción, le pidiera personalmente que no votara en contra de la misma "porque va a cometer el mayor acto de irresponsabilidad política".
Y habló Toscano: "Todo lo que está ocurriendo es porque hay un problema de fondo, el territorial, que no está resuelto, pero hay también una utilización de ese problema, y en esa utilización nefasta tiene mucho que ver su partido [el PP], lo mismo que los dirigentes de la Generalitat; y unos y otros porque les viene bien para sus votantes. Y, amparados los unos en la bandera y los otros en el nacionalismo, queréis llevar al resto a la confrontación. Es mentira hacernos creer que estáis defendiendo los intereses de todos. Al final, se impondrá el sentido común y terminaremos sentados en una mesa. Pero traer la moción aquí no provoca más que crispación".
F. G. / REDACCIÓN