Escritora y periodista, Marta Robles es autora de ensayos, biografías y novelas. En 2013 ganó el premio Fernando Lara con Luisa y los espejos. Ahora publica su última novela, A menos de cinco centímetros, posiblemente la distancia idónea donde se corren más riesgos.
Marta Robles no abandona su faceta profesional ni en la literatura. De ahí que su protagonista, Tony Roures, sea un detective especializado en infidelidades, pero con un pasado de periodista de guerra. Adora la elegancia de Melanie Trump, de quien dice que lo único que le sobra es el marido.
—‘A menos de cinco centímetros’. ¿Es la distancia idónea para conocer a alguien?
—Es la distancia en la que más riesgos se corre. Porque uno puede estar a menos de cinco centímetros, por ejemplo, de tu boca o de lo que sea.
—Con esta novela se inicia en el género negro. ¿Siempre le interesó?
—Desde que era niña. Escribía unas redacciones absolutamente sangrientas. Sería influencia de Poe. Pero el caso es que en el colegio casi querían llevarme al psicólogo.
—Tony Roures es un detective especializado en infidelidades con un pasado de periodista de guerra. O sea, que el oficio no lo abandona ni en la ficción.
—Supongo que todo lo que vives, lees, hueles, sientes, escuchas, es parte de ti y, por tanto, también está en tus novelas.
—Creo además que el personaje tiene algo de su marido.
—Una colección de vinilos. Bueno, hay más cosas de mi marido a lo largo de la novela porque es una fuente de información para mí. Pero, en realidad, lo que Roures tiene de mi marido es una colección de vinilos. Extraordinaria, por cierto.
—Su detective es también un homenaje a Manuel Vázquez Montalbán.
—En el nombre. Roures es Robles y es Carvalho. Y aunque el detective es Manuel Vázquez Montalbán, él era bastante más mediterráneo que el mío. Me apetecía hacerle ese guiño, porque lo conocí, lo admiraba mucho y le tenía muchísimo cariño.
—Entre sus personajes femeninos destaca Misia Rodríguez, una mujer de rasgos caucásicos, ojos violetas y pasado oscuro.
—Desde luego, no me digas que no resulta atractiva (ríe). Resulta muy atractiva porque es una mujer distinta, es apasionante y es una mujer fatal diferente a las habituales. Es una mujer fatal que no utiliza su atractivo ni para seducir ni para engañar. Su atractivo está ahí y ejerce esa influencia. Nada más.
—Madrid como escenario, intriga, misterios, asesinatos, amor y sexo. ¿Los ingredientes del éxito?
—Ojalá así sea. Pero aparte de Madrid, hay más lugares. Entre otros, Sevilla. En Sevilla, en el hotel Alfonso XIII, acontece un momento crucial de la novela.
—Dice usted que escribir sobre sexo le resultó difícil.
—Muy difícil por varias razones. La primera de ellas, porque uno no sabe si se va a quedar en cursi o se va a volver soez. Con lo cual hay que ser muy delicado y elegir muy bien las palabras.
—La novela tiene su propia melodía. ‘Across the Universe’ de The Beatles. ¿La responsabilidad es de su marido?
—Bueno, él tiene responsabilidad. Él sabe mucho más que yo de música, con lo cual me ha asesorado. Pero, por supuesto, todas las canciones seleccionadas me tienen que gustar a mí.
—Del género negro lo que más le atare es construir el retrato psicológico de los personajes.
—Del género negro, que es muy visual, me atrae que hay que escribir con una prosa al servicio de la historia, que me tengo que meter en el retrato psicológico de los personajes y que en la novela negra siempre cabe un punto de denuncia social.
—¿No logra escapar a la realidad, en el sentido de que la visión del periodista siempre está ahí?
—Bueno, yo lo que creo es que, como decía Wilde, la realidad siempre supera a la ficción. Y las grandes novelas de la historia están basadas en historias reales.
—Más allá de la trama principal, aborda en el libro otros argumentos como la trata de blancas.
—La trata de personas antes era el tercer negocio más lucrativo del mundo, después de las armas y el narcotráfico. Ahora ya va el segundo. ¿Por qué? Porque es un negocio donde la materia prima no se gasta. La limpias y queda como nueva.
—Dice que lo único que le sienta mal a Melania Trump es el marido que tiene. ¿No es muy benevolente con la persona que le hace el juego?
—Yo lo que digo es que viste fenomenal. Le podemos criticar otras cosas, pero ella es guapísima. Hay muchas veces que la comparan con Jackie Kennedy. Jackie Kennedy fue una señora con mejor marido pero un marido que la engañaba muchísimo y que olvidó al muy poco de morir para irse con un estupendo millonario después de confeccionar una lista de millonarios. Francamente, la gente tiene muy mala opinión de Melania. Y yo tengo muy mala opinión de Trump. Con lo cual, lo que le sienta mal a Melania no es la ropa que suele llevar, que le sienta maravillosamente, sino el marido que tiene.
Marta Robles no abandona su faceta profesional ni en la literatura. De ahí que su protagonista, Tony Roures, sea un detective especializado en infidelidades, pero con un pasado de periodista de guerra. Adora la elegancia de Melanie Trump, de quien dice que lo único que le sobra es el marido.
—‘A menos de cinco centímetros’. ¿Es la distancia idónea para conocer a alguien?
—Es la distancia en la que más riesgos se corre. Porque uno puede estar a menos de cinco centímetros, por ejemplo, de tu boca o de lo que sea.
—Con esta novela se inicia en el género negro. ¿Siempre le interesó?
—Desde que era niña. Escribía unas redacciones absolutamente sangrientas. Sería influencia de Poe. Pero el caso es que en el colegio casi querían llevarme al psicólogo.
—Tony Roures es un detective especializado en infidelidades con un pasado de periodista de guerra. O sea, que el oficio no lo abandona ni en la ficción.
—Supongo que todo lo que vives, lees, hueles, sientes, escuchas, es parte de ti y, por tanto, también está en tus novelas.
—Creo además que el personaje tiene algo de su marido.
—Una colección de vinilos. Bueno, hay más cosas de mi marido a lo largo de la novela porque es una fuente de información para mí. Pero, en realidad, lo que Roures tiene de mi marido es una colección de vinilos. Extraordinaria, por cierto.
—Su detective es también un homenaje a Manuel Vázquez Montalbán.
—En el nombre. Roures es Robles y es Carvalho. Y aunque el detective es Manuel Vázquez Montalbán, él era bastante más mediterráneo que el mío. Me apetecía hacerle ese guiño, porque lo conocí, lo admiraba mucho y le tenía muchísimo cariño.
—Entre sus personajes femeninos destaca Misia Rodríguez, una mujer de rasgos caucásicos, ojos violetas y pasado oscuro.
—Desde luego, no me digas que no resulta atractiva (ríe). Resulta muy atractiva porque es una mujer distinta, es apasionante y es una mujer fatal diferente a las habituales. Es una mujer fatal que no utiliza su atractivo ni para seducir ni para engañar. Su atractivo está ahí y ejerce esa influencia. Nada más.
—Madrid como escenario, intriga, misterios, asesinatos, amor y sexo. ¿Los ingredientes del éxito?
—Ojalá así sea. Pero aparte de Madrid, hay más lugares. Entre otros, Sevilla. En Sevilla, en el hotel Alfonso XIII, acontece un momento crucial de la novela.
—Dice usted que escribir sobre sexo le resultó difícil.
—Muy difícil por varias razones. La primera de ellas, porque uno no sabe si se va a quedar en cursi o se va a volver soez. Con lo cual hay que ser muy delicado y elegir muy bien las palabras.
—La novela tiene su propia melodía. ‘Across the Universe’ de The Beatles. ¿La responsabilidad es de su marido?
—Bueno, él tiene responsabilidad. Él sabe mucho más que yo de música, con lo cual me ha asesorado. Pero, por supuesto, todas las canciones seleccionadas me tienen que gustar a mí.
—Del género negro lo que más le atare es construir el retrato psicológico de los personajes.
—Del género negro, que es muy visual, me atrae que hay que escribir con una prosa al servicio de la historia, que me tengo que meter en el retrato psicológico de los personajes y que en la novela negra siempre cabe un punto de denuncia social.
—¿No logra escapar a la realidad, en el sentido de que la visión del periodista siempre está ahí?
—Bueno, yo lo que creo es que, como decía Wilde, la realidad siempre supera a la ficción. Y las grandes novelas de la historia están basadas en historias reales.
—Más allá de la trama principal, aborda en el libro otros argumentos como la trata de blancas.
—La trata de personas antes era el tercer negocio más lucrativo del mundo, después de las armas y el narcotráfico. Ahora ya va el segundo. ¿Por qué? Porque es un negocio donde la materia prima no se gasta. La limpias y queda como nueva.
—Dice que lo único que le sienta mal a Melania Trump es el marido que tiene. ¿No es muy benevolente con la persona que le hace el juego?
—Yo lo que digo es que viste fenomenal. Le podemos criticar otras cosas, pero ella es guapísima. Hay muchas veces que la comparan con Jackie Kennedy. Jackie Kennedy fue una señora con mejor marido pero un marido que la engañaba muchísimo y que olvidó al muy poco de morir para irse con un estupendo millonario después de confeccionar una lista de millonarios. Francamente, la gente tiene muy mala opinión de Melania. Y yo tengo muy mala opinión de Trump. Con lo cual, lo que le sienta mal a Melania no es la ropa que suele llevar, que le sienta maravillosamente, sino el marido que tiene.
ANTONIO LÓPEZ HIDALGO
FOTOGRAFÍA: ELISA ARROYO
FOTOGRAFÍA: ELISA ARROYO