La diputada provincial de Hacienda, Concha Ufano, recibió ayer en la Casa de la Provincia de la Diputación de Sevilla a Ramón Moreno de los Ríos, nieto del fotógrafo astigitano, Juan N. Díaz Custodio, con el que inauguró la muestra sobre la obra de este artista, que promueve el Ayuntamiento de Écija y acoge el organismo hasta el próximo mes de octubre.
La exposición se titula El genio de la luz. Fotografías de Juan N. Díaz Custodio (1893-1912), y al acto inaugural se sumaron también el comisario de la exposición, Julio Cerdá, además de la teniente de Alcaldía y delegada municipal de Cultura de Écija, Verónica Alhama.
"La promoción de los excepcionales rincones que conforman nuestra provincia podría hacerse desde diferentes perspectivas, porque afortunadamente son muchas las excelencias que cualquier ciudadano puede encontrar en ellos. En ocasiones, además, tenemos la suerte de poder contar con personajes que no sólo representan, sino que con su obra, impregnan la vida del pueblo. Un claro ejemplo es el de Díaz Custodio, cuya obra y personalidad es un referente magistral de la historia de la fotografía y en la que se puede palpar la perfecta simbiosis entre el artista y el pueblo", dijo Ufano durante la inauguración.
Juan Nepomuceno Díaz Custodio, nacido en Écija en 1875, está considerado por Miguel Ángel Yáñez, en su libro Retratistas y fotógrafos. Breve historia de la fotografía sevillana, como el más importante de todos los retratistas de la escuela sevillana, "tanto que con él puede hablarse de la existencia de la misma, que comenzó con Godínez y Rodríguez Téllez".
En cuanto a su situación dentro de la fotografía, Luis Ortiz Lara lo incluye dentro de la generación de 1890, por lo tanto, inserto en el trío fundamental de retratistas sevillanos, junto a Rodríguez Téllez y Castellano Grandell.
Las características definitorias de la Escuela Sevillana definen igualmente la obra de Díaz Custodio: las luces, la elegancia, los volúmenes de los ropajes y su intransferible personalidad en el retrato, en el que dominaba desde joven la técnica del contraluz, consiguiendo dar bellísimos detalles en las sombras, ribeteadas de perfiles luminosos, que son la admiración de la crítica de la época. De él dirá Cánovas del Castillo, Kaulak, en la revista La Fotografía, que "fue un maestro en el retrato a contraluz, que nadie había cultivado hasta entonces con la elegancia que él lo hizo".
La exposición se titula El genio de la luz. Fotografías de Juan N. Díaz Custodio (1893-1912), y al acto inaugural se sumaron también el comisario de la exposición, Julio Cerdá, además de la teniente de Alcaldía y delegada municipal de Cultura de Écija, Verónica Alhama.
"La promoción de los excepcionales rincones que conforman nuestra provincia podría hacerse desde diferentes perspectivas, porque afortunadamente son muchas las excelencias que cualquier ciudadano puede encontrar en ellos. En ocasiones, además, tenemos la suerte de poder contar con personajes que no sólo representan, sino que con su obra, impregnan la vida del pueblo. Un claro ejemplo es el de Díaz Custodio, cuya obra y personalidad es un referente magistral de la historia de la fotografía y en la que se puede palpar la perfecta simbiosis entre el artista y el pueblo", dijo Ufano durante la inauguración.
Juan Nepomuceno Díaz Custodio, nacido en Écija en 1875, está considerado por Miguel Ángel Yáñez, en su libro Retratistas y fotógrafos. Breve historia de la fotografía sevillana, como el más importante de todos los retratistas de la escuela sevillana, "tanto que con él puede hablarse de la existencia de la misma, que comenzó con Godínez y Rodríguez Téllez".
En cuanto a su situación dentro de la fotografía, Luis Ortiz Lara lo incluye dentro de la generación de 1890, por lo tanto, inserto en el trío fundamental de retratistas sevillanos, junto a Rodríguez Téllez y Castellano Grandell.
Las características definitorias de la Escuela Sevillana definen igualmente la obra de Díaz Custodio: las luces, la elegancia, los volúmenes de los ropajes y su intransferible personalidad en el retrato, en el que dominaba desde joven la técnica del contraluz, consiguiendo dar bellísimos detalles en las sombras, ribeteadas de perfiles luminosos, que son la admiración de la crítica de la época. De él dirá Cánovas del Castillo, Kaulak, en la revista La Fotografía, que "fue un maestro en el retrato a contraluz, que nadie había cultivado hasta entonces con la elegancia que él lo hizo".
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL