La Comisión Provincial de Patrimonio, dependiente de la Delegación Territorial de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía en Sevilla, aprobó en julio el proyecto de conservación y restauración de la tumba del Ritón y una intervención urgente en la tumba de Servilia, de la Necrópolis Romana de Carmona, lo que supone una mejora de las condiciones de conservación de estos complejos funerarios.
El delegado de Cultura ha cursado una visita a la Necrópolis para interesarse por el estado de ejecución actual de las obras. Girela ha sido informado sobre el terrero por la dirección del Conjunto Arqueológico de que está previsto que las intervenciones concluyan en noviembre. No obstante, a pesar del escaso tiempo transcurrido desde el inicio de las obras, se ha concluido la primera fase que consiste en la limpieza biológica y desinsectación de las tumbas, así como la recogida y preservación de estucos y otras superficie originales de revestimiento y decoraciones que se encontraban en mal estado o que estaban en proceso de desaparición.
Las tumbas del Ritón y de Servilia, como el resto de complejos funerarios de la Necrópolis Romana de Carmona, están construidas aproximadamente en el siglo I de nuestra era. La tumba de Ritón corresponde al tipo más común en esta necrópolis, que es el de pozo y cámara, mientras que la de Servilia es una tumba de características singulares debido a su monumentalidad, pues cuenta con un gran patio central rodeado de galerías en las que se distribuyen algunas cámaras, además de poseer un jardín funerario en su fachada oriental.
Otra característica de esta necrópolis es que en varios de sus complejos funerarios se ha conservado parcialmente la capa pictórica que los decoraba, como es el caso de las dos tumbas que son objeto de este proyecto de rehabilitación urgente. En la tumba del Ritón se está llevando a cabo una actuación integral de sus patologías, que atendiendo a su característica constructiva está sometida al deterioro producido, principalmente, por el agua de lluvia; en tanto que en la cámara principal de la tumba de Servilia se ciñe la actuación a la eliminación de sedimentos biológicos y a la fijación de estucos y pinturas que corren riesgo de desprendimiento.
El delegado de Cultura ha cursado una visita a la Necrópolis para interesarse por el estado de ejecución actual de las obras. Girela ha sido informado sobre el terrero por la dirección del Conjunto Arqueológico de que está previsto que las intervenciones concluyan en noviembre. No obstante, a pesar del escaso tiempo transcurrido desde el inicio de las obras, se ha concluido la primera fase que consiste en la limpieza biológica y desinsectación de las tumbas, así como la recogida y preservación de estucos y otras superficie originales de revestimiento y decoraciones que se encontraban en mal estado o que estaban en proceso de desaparición.
Las tumbas del Ritón y de Servilia, como el resto de complejos funerarios de la Necrópolis Romana de Carmona, están construidas aproximadamente en el siglo I de nuestra era. La tumba de Ritón corresponde al tipo más común en esta necrópolis, que es el de pozo y cámara, mientras que la de Servilia es una tumba de características singulares debido a su monumentalidad, pues cuenta con un gran patio central rodeado de galerías en las que se distribuyen algunas cámaras, además de poseer un jardín funerario en su fachada oriental.
Otra característica de esta necrópolis es que en varios de sus complejos funerarios se ha conservado parcialmente la capa pictórica que los decoraba, como es el caso de las dos tumbas que son objeto de este proyecto de rehabilitación urgente. En la tumba del Ritón se está llevando a cabo una actuación integral de sus patologías, que atendiendo a su característica constructiva está sometida al deterioro producido, principalmente, por el agua de lluvia; en tanto que en la cámara principal de la tumba de Servilia se ciñe la actuación a la eliminación de sedimentos biológicos y a la fijación de estucos y pinturas que corren riesgo de desprendimiento.
J.C. JIMÉNEZ / REDACCIÓN