El presidente de la Diputación de Sevilla y de la FAMP, Fernando Rodríguez Villalobos, ha vuelto a reclamar al Gobierno central que haga "un ejercicio de flexilibidad en la aplicación de la regla de gasto", que ha impedido que esta institución invirtiera hasta 32 millones de euros desde el año 2013, que fue cuando empezó a aplicarse la Ley de Estabilidad Financiera Presupuestaria.
Según este dirigente provincial, la regla de gasto "es un mecanismo que está teniendo unos efectos perversos sobre la capacidad de gasto en unas administraciones que están saneadas, como son las entidades locales, que demuestran desde 2013 con su superávit que saben hacer bien las cosas".
En esa línea, Villalobos ha desvelado que los efectos de la aplicación de la regla de gasto en una entidad como la Diputación de Sevilla han hecho que, por ejemplo, "hayamos perdido progresivamente 32 millones de nuestra capacidad inversora", lo que supone una merma en la capacidad de gasto público y la incidencia directa en las inversiones que se pueden destinar a políticas de diversa índole en todos los municipios de la provincia. "Es decir", añadió, "son 32 millones que dejan de destinarse a políticas sociales, culturales y deportivas, a proyectos de obra que vienen a mejorar la calidad de vida de los vecinos y vecinas de nuestros municipios".
Una regla de gasto que, consecuentemente, está ejerciendo "un efecto perverso en las tesorerías de todos los ayuntamientos y corporaciones provinciales, al ir mermando sus políticas públicas que repercuten en servicios para la ciudadanía", ha remarcado el presidente provincial.
En esa misma línea, Villalobos considera que los indicadores económicos denotan "cierto aire fresco en la recuperación", por lo que el Gobierno central debería relajar sus exigencias, "al menos con aquellas corporaciones que venimos cumpliendo sistemáticamente con lo que se nos pide, porque así incrementaríamos nuestras políticas públicas a favor de mejores servicios para la gente".
Según este dirigente provincial, la regla de gasto "es un mecanismo que está teniendo unos efectos perversos sobre la capacidad de gasto en unas administraciones que están saneadas, como son las entidades locales, que demuestran desde 2013 con su superávit que saben hacer bien las cosas".
En esa línea, Villalobos ha desvelado que los efectos de la aplicación de la regla de gasto en una entidad como la Diputación de Sevilla han hecho que, por ejemplo, "hayamos perdido progresivamente 32 millones de nuestra capacidad inversora", lo que supone una merma en la capacidad de gasto público y la incidencia directa en las inversiones que se pueden destinar a políticas de diversa índole en todos los municipios de la provincia. "Es decir", añadió, "son 32 millones que dejan de destinarse a políticas sociales, culturales y deportivas, a proyectos de obra que vienen a mejorar la calidad de vida de los vecinos y vecinas de nuestros municipios".
Una regla de gasto que, consecuentemente, está ejerciendo "un efecto perverso en las tesorerías de todos los ayuntamientos y corporaciones provinciales, al ir mermando sus políticas públicas que repercuten en servicios para la ciudadanía", ha remarcado el presidente provincial.
En esa misma línea, Villalobos considera que los indicadores económicos denotan "cierto aire fresco en la recuperación", por lo que el Gobierno central debería relajar sus exigencias, "al menos con aquellas corporaciones que venimos cumpliendo sistemáticamente con lo que se nos pide, porque así incrementaríamos nuestras políticas públicas a favor de mejores servicios para la gente".
DH DIARIO DIGITAL / REDACCIÓN