A la primera pregunta que la representante de la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Sevilla realizó a Francisco J. Román de Dios sobre si había sido el autor de la muerte de su tío, Diego de Dios Ronda, ocurrida en febrero de 2016 en Dos Hermanas, este contestó: "Es cierto", dando por concluido así su interrogatorio. No hacía falta. Además, el acusado mostró su arrepentimiento por estos hechos.
En la Audiencia Provincial de Sevilla se está siguiendo esta semana el juicio contra Francisco J. Román de Dios por los presuntos delitos de asesinato y profanación de cadáver, por los que la fiscal de la Audiencia ha solicitado una pena de 25 años y 5 meses de prisión.
El procesado está acusado de haber asesinado a su tío, Diego de Dios Ronda, en el piso que este último poseía en la segunda planta del número 21 de la calle Las Cabezas de San Juan, en Dos Hermanas, en la noche del 26 de febrero de 2016, y seguidamente descuartizarlo con la intención de ocultar el hecho y desprenderse poco a poco de su cuerpo.
Durante la sesión celebrada este viernes, y según ha adelantado la agencia Europa Press, Francisco J. Román de Dios reconoció rápidamente su autoría, aunque añadió, a preguntas ya de su abogado, que nunca pensó que eso pudiera haber ocurrido, ya que nunca quiso matarlo, hecho por el cual se mostraba "arrepentido".
El acusado, sobre cuya culpabilidad o no deberá decidir un jurado popular, aseguró que era consumidor de drogas desde muy joven y que una vez que acabó con la vida de su tío, no supo qué hacer, pensando entonces en deshacerse de su cuerpo. A este respecto, la fiscal, en su informe de calificaciones, aseguró que el procesado sabía lo que hacía, ya que primero lo mató golpeándolo con un objeto contunden en la cabeza, y luego lo remató propinándole hasta doce golpes más, y que, no contento con ello, lo comenzó a descuartizar con la intención de ocultar el hecho, descartando además que estuviera enfermo.
Por su parte, y según lo contado por Europa Press, el abogado del acusado ha pedido la absolución de su defendido al entender que actuó bajo los efectos de las drogas, y que nunca quiso profanar la memoria de su tío, ya que sólo quiso deshacerse de su cuerpo.
En la Audiencia Provincial de Sevilla se está siguiendo esta semana el juicio contra Francisco J. Román de Dios por los presuntos delitos de asesinato y profanación de cadáver, por los que la fiscal de la Audiencia ha solicitado una pena de 25 años y 5 meses de prisión.
El procesado está acusado de haber asesinado a su tío, Diego de Dios Ronda, en el piso que este último poseía en la segunda planta del número 21 de la calle Las Cabezas de San Juan, en Dos Hermanas, en la noche del 26 de febrero de 2016, y seguidamente descuartizarlo con la intención de ocultar el hecho y desprenderse poco a poco de su cuerpo.
Durante la sesión celebrada este viernes, y según ha adelantado la agencia Europa Press, Francisco J. Román de Dios reconoció rápidamente su autoría, aunque añadió, a preguntas ya de su abogado, que nunca pensó que eso pudiera haber ocurrido, ya que nunca quiso matarlo, hecho por el cual se mostraba "arrepentido".
El acusado, sobre cuya culpabilidad o no deberá decidir un jurado popular, aseguró que era consumidor de drogas desde muy joven y que una vez que acabó con la vida de su tío, no supo qué hacer, pensando entonces en deshacerse de su cuerpo. A este respecto, la fiscal, en su informe de calificaciones, aseguró que el procesado sabía lo que hacía, ya que primero lo mató golpeándolo con un objeto contunden en la cabeza, y luego lo remató propinándole hasta doce golpes más, y que, no contento con ello, lo comenzó a descuartizar con la intención de ocultar el hecho, descartando además que estuviera enfermo.
Por su parte, y según lo contado por Europa Press, el abogado del acusado ha pedido la absolución de su defendido al entender que actuó bajo los efectos de las drogas, y que nunca quiso profanar la memoria de su tío, ya que sólo quiso deshacerse de su cuerpo.
DH DIARIO DIGITAL / REDACCIÓN