Los arquitectos, padres y alumnos que colaboran en la construcción del comedor del Colegio Público Europa de Montequinto, conocido como 'Aula de Convivencia', ‘se pondrán las pilas’ y sus trajes de flamencos, ya que están convocados a una maratón de construcción que comenzará este miércoles y que terminará el viernes con el colofón, en vísperas de la Feria de Abril de Sevilla, de una clase de sevillanas.
Las clases de sevillanas serán tanto para grandes como pequeños y serán impartidas por María Eugenia Ramírez Caravante, monitora de flamenco y sevillanas del propio centro escolar quinteño, que lleva bailando desde los 4 años y que también baila en una escuela de flamenco de Sevilla.
La clase, que tendrá lugar a las seis de la tarde del próximo viernes, está abierta a todo el que quiera participar, haya formado parte o no de la construcción esos días, mientras que los talleres serán en horario de mañana y tarde. Desde la Plataforma Procomedor esperan que estos talleres vuelvan a congregar a un gran número de personas, como vienen haciéndolo en las últimas jornadas.
De hecho, se trata de un proyecto que, por novedoso, está levantando gran expectación dentro y fuera de nuestras fronteras. Desde Recetas Urbanas, el gabinete de arquitectos encargados de la obra, se sienten “orgullosos de este proyecto, su repercusión y la participación y apoyos que está suscitando”.
Es por ello que despierta curiosidad e interés allá donde lo han llevado, desde Marsella a Estocolmo, pasando por Granada, Madrid y Amberes, entre otros lugares. Se trata “de un proyecto de sólidos valores, pionero, bonito e inteligente, donde se ha tenido la suerte de contar con gente dispuesta a actuar y participar en cuestiones como la educación y la construcción común de equipamientos públicos”.
Una vez adjudicadas las nuevas partidas profesionales, la empresa adjudicataria comenzará en breve los trabajos relativos a fontanería, electricidad y saneamiento, entre otros, así como con la construcción de la solera de hormigón pulido que constituirá el suelo del Aula de Convivencia.
Esta fase profesional de la obra se desarrollará en paralelo a los trabajos de autoconstrucción, para los que se seguirá necesitando a familiares, vecinos y voluntarios. De este modo, el trabajo minucioso de Recetas Urbanas, padres, madres, familiares, vecinos de Montequinto y voluntarios se verá ensalzado por el trabajo de gran calidad que llevarán a cabo estos profesionales.
Importante participación
Más de 250 personas de treinta países han colaborado ya, tras un año desde el comienzo de la obra de autoconstrucción del Aula de Convivencia. “Hay gente que no puede aportar tiempo, pero sólo sentir su apoyo ayuda a continuar”, explican los responsables del proyecto, que pretenden continuar los trabajos hasta julio para que en septiembre esté operativo al cien por cien, “y que ya se use para grandes comidas y momentos culturales inolvidables”.
Las clases de sevillanas serán tanto para grandes como pequeños y serán impartidas por María Eugenia Ramírez Caravante, monitora de flamenco y sevillanas del propio centro escolar quinteño, que lleva bailando desde los 4 años y que también baila en una escuela de flamenco de Sevilla.
La clase, que tendrá lugar a las seis de la tarde del próximo viernes, está abierta a todo el que quiera participar, haya formado parte o no de la construcción esos días, mientras que los talleres serán en horario de mañana y tarde. Desde la Plataforma Procomedor esperan que estos talleres vuelvan a congregar a un gran número de personas, como vienen haciéndolo en las últimas jornadas.
De hecho, se trata de un proyecto que, por novedoso, está levantando gran expectación dentro y fuera de nuestras fronteras. Desde Recetas Urbanas, el gabinete de arquitectos encargados de la obra, se sienten “orgullosos de este proyecto, su repercusión y la participación y apoyos que está suscitando”.
Es por ello que despierta curiosidad e interés allá donde lo han llevado, desde Marsella a Estocolmo, pasando por Granada, Madrid y Amberes, entre otros lugares. Se trata “de un proyecto de sólidos valores, pionero, bonito e inteligente, donde se ha tenido la suerte de contar con gente dispuesta a actuar y participar en cuestiones como la educación y la construcción común de equipamientos públicos”.
Una vez adjudicadas las nuevas partidas profesionales, la empresa adjudicataria comenzará en breve los trabajos relativos a fontanería, electricidad y saneamiento, entre otros, así como con la construcción de la solera de hormigón pulido que constituirá el suelo del Aula de Convivencia.
Esta fase profesional de la obra se desarrollará en paralelo a los trabajos de autoconstrucción, para los que se seguirá necesitando a familiares, vecinos y voluntarios. De este modo, el trabajo minucioso de Recetas Urbanas, padres, madres, familiares, vecinos de Montequinto y voluntarios se verá ensalzado por el trabajo de gran calidad que llevarán a cabo estos profesionales.
Importante participación
Más de 250 personas de treinta países han colaborado ya, tras un año desde el comienzo de la obra de autoconstrucción del Aula de Convivencia. “Hay gente que no puede aportar tiempo, pero sólo sentir su apoyo ayuda a continuar”, explican los responsables del proyecto, que pretenden continuar los trabajos hasta julio para que en septiembre esté operativo al cien por cien, “y que ya se use para grandes comidas y momentos culturales inolvidables”.
DH DIARIO DIGITAL / REDACCIÓN